Finalmente hubo acuerdo después de intensas negociaciones y el PRD se sumó a la coalición Fuerza y Corazón por Sonora, pero esto sucedió literalmente al ‘cuarto para las doce’, antes de que venciera el plazo fatal para el registro de la coalición.
PAN y PRI presentaron una carta intención para oficializar la coalición Fuerza y Corazón por Sonora en las instalaciones del Instituto Estatal Electoral a donde se dieron cita los dirigentes estatales de esos partidos, Gildardo Real Ramírez y Rogelio Díaz Brown.
Estuvo ausente su homólogo del PRD, Joel Ramírez, pues en la sede del Sol Azteca continuaban hasta muy entrada la noche analizando los términos en que se sumarían a la alianza, ya que no se había llegado a consensos y la coalición podría estar en riesgo, de acuerdo con una fuente del PRD que participaba de esa reunión en la sede de ese partido.
Se entiende que la coalición opositora en Sonora, como sucede en otros estados del país no es total: en algunos municipios y distritos van juntos los tres partidos; en otros van con candidaturas comunes y habrá otros en los que cada partido postule a sus propios candidatos y candidatas, esto en función de la correlación de fuerzas que tengan medidas.
Esa es una parte del convenio de coalición, la otra tiene que ver con aquellos municipios y distritos donde vayan con candidaturas comunes y ese proceso puede dirimirse hasta marzo, por lo que el PRD pedía más tiempo para alcanzar acuerdos.
En la sesión del IEE los dirigentes partidistas del PRI y el PAN revelaron que son 58 de 72 municipios en los que van como coalición y 16 de los 21 distritos locales. El PRD tenía hasta las 23:59 horas de ayer lunes para decidir los términos en que se sumaba a la alianza, pero tanto Gildardo Real como Rogelio Díaz Brown confiaban en que finalmente podrían llegar a un acuerdo.
Trascendió que el PRD pretende ir en candidaturas comunes en seis distritos locales, cinco de Hermosillo y uno de Cajeme, mientras que irían en coalición en los otros 15 y eso era parte de la discusión hasta ayer por la noche, pero además lo que mantenía ‘atoradas’ las negociaciones es el porcentaje de votación que corresponde a cada partido y que se define en función de la votación obtenida en el proceso electoral pasado.
El Partido del Sol Azteca obtuvo esa vez el 4. 18 por ciento, 10 mil votos más de los requeridos para conservar el registro, es decir el 3 por ciento. Con ese piso estaban negociando su integración a la alianza pues se pretende que al menos les garanticen el 3 por ciento para mantenerse en la escena política.
Finalmente, el acuerdo quedó de la siguiente manera: EL PRD va en candidatura común en seis distritos en los que de acuerdo al convenio obtendría el 33 por ciento de la votación. Según sus cuentas, con ese porcentaje se garantiza el 3 por ciento de la votación que los mantendría con registro. Con oportunidad además de incrementar su votación en los lugares donde vayan en coalición o en el distrito en el que van solos.
Huelga decir que PRI y PAN estaban renuentes a ceder en una negociación en esos términos, pero el cabildeo se fue hasta las dirigencias nacionales de los tres partidos de donde finalmente se acordó pactar así la coalición.
La coalición opositora en Sonora no parte de cero, sino de una base de 339 mil votos obtenidos en la elección pasada, cuando también estaba en juego la gubernatura y la coalición encabezada por Morena obtuvo 496 mil 651 votos, es decir, más de 150 mil votos de diferencia.
Sobre esta base es que las principales fuerzas en disputa entrarán a esta contienda, con puntos a favor y en contra de cada una de ellas.
Morena tiene a su favor una superior intención del voto que se ha mantenido en todas las encuestas, y tiene además en marcha el llamado Plan C, con el que pretende ganar la mayoría calificada en el Congreso de la Unión, además de la presidencia de la República. A su favor también opera la cantidad de recursos económicos, materiales y humanos que operarán en esta coyuntura, incluyendo los multimillonarios programas sociales.
La coalición opositora apuesta al desgaste del bono democrático del partido en el gobierno y a lo que calificaron como pésimas administraciones municipales en la entidad, así como fallas ostensibles en rubros como seguridad pública y salud, que espera se traduzcan en votos de castigo.
Veremos qué sucede.
II
Salió al quite el fiscal estatal Rómulo Salas Chávez para desmentir que en el tiroteo del sábado en la carretera a Bahía Kino haya estado involucrado un hijo de El Chapo Guzmán, del cual se dijo había logrado darse a la fuga.
Abordado por la prensa a la salida de Palacio de Gobierno, el fiscal adjudicó esa fake news a “portales que se manejan desde la Ciudad de México”, sugiriendo que se trata de campañas negras en el entorno de la coyuntura electoral.
Hizo también una cronología de los hechos explicando que todo derivó de la detención de una persona ligada a un grupo criminal que opera en el norte del estado, el cual pretendió ser rescatado por hombres armados pertenecientes a esa célula criminal, y que como ya se informó el mismo sábado por la tarde, no se trataba del hijo de Guzmán Loera, quien fuera líder del Cártel de Sinaloa y que hoy cumple una condena de por vida en una cárcel de EEUU.
“No hay ningún indicio o información que muestre que uno de los hijos del Chapo Guzmán se trasladaba en uno de los vehículos que participaron en los hechos”, afirmó.
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