Con la racha que está teniendo, no es de extrañar que Taylor Swift esté del lado ganador
Abrazó a su novio Travis Kelce y lo besó en el campo del Allegiant Stadium después de que los Chiefs de Kansas City vencieran a los 49ers de San Francisco el Super Bowl.
Momentos antes, sonrió con los ojos empañados por las lágrimas mientras estaba de pie junto a la madre de Kelce y él sostenía en alto el trofeo Lombardi, gritando “¡Nación de los Chiefs!”, y un coro de “Viva Las Vegas”.
Minutos antes de eso, Swift celebró con sus compañeras de suite famosas en el Allegiant Stadium, incluyendo a Blake Lively, Ice Spice y Lana Del Rey, quienes la llenaron de abrazos cuando los Chiefs anotaron el touchdown de la victoria en tiempo extra, desatado por una jugada clave de Kelce.
Es el segundo título consecutivo de los Chiefs en el Super Bowl, pero el primero desde que Swift se convirtió en fan número uno cuando ella y Kelce comenzaron su relación, poco antes de que comenzara la temporada.
El campeonato de la NFL completa un tramo épico en un año épico para Swift, quien ganó el premio al álbum del año hace una semana por cuarta vez en los Grammy, convirtiéndose en la artista con más triunfos en esta categoría de los premios. También anunció un nuevo álbum que se lanzará en abril, antes de volar a Tokio para una serie de conciertos.
Swift tuvo que volver del otro lado del mundo para llegar al partido, y entró al estadio rodeada de amigos famosos. Estuvo junto a Lively durante la interpretación de Post Malone de “America the Beautiful” y ganó lo que parecía ser un concurso de tragos de cerveza que provocó una ovación de los fans.
Además de Lively, Swift estuvo acompañada por su madre, Andrea, y por la rapera Ice Spice. Más tarde fue vista hablando con el hermano de Kelce, el center de los Eagles de Filadelfia, Jason Kelce, y el comisionado de la NFL, Roger Goodell, en uno de los palcos privados que, según informes, tenía un costo de más de 1 millón de dólares. La cantante Lana Del Rey se unió a la suite repleta de celebridades para ver el espectáculo de medio tiempo de Usher.
Swift voló en un avión privado a través de nueve zonas horarias y la línea internacional de fecha desde el último de sus cuatro conciertos en el Tokyo Dome en Japón para llegar unas dos horas antes del inicio del partido. El cambio de hora le permitió aterrizar en Los Ángeles y dar el salto final a Las Vegas.
La galardonada con 14 Grammy llegó con un atuendo negro con una chaqueta roja colgada sobre el hombro, aparentemente coordinada con otros miembros de los Chiefs. Kelce llevaba un traje brillante negro, el quarterback Patrick Mahomes otro traje de ese color e incluso el coach de los Chiefs llevó un saco negro.
“Es increíble. Ella misma está reescribiendo los libros de historia”, dijo Kelce un día después de los Grammy, celebrados el domingo pasado. “Le dije que tendría que cumplir con mi parte del trato y volver a casa con el premio también”.
Swift comenzó a salir con Kelce después de que él dijera en su podcast “New Heights” que había intentado en vano en darle un brazalete de la amistad durante su concierto en el Arrowhead Stadium. Kelce luego la invitó a verlo jugar en la casa de los Chiefs, y sorpresivamente ella se presentó para su juego de la Semana 2 contra Chicago.
Swift pronto se convirtió en una habitual en los partidos, tanto en casa como fuera, sentándose con frecuencia con Brittany Mahomes, la esposa del mariscal de campo de Kansas City, Patrick Mahomes. Swift ocasionalmente llevaba amigos, incluidos Lively y su esposo, Ryan Reynolds.
“Tener a Taylor como nueva fan de los Chiefs es algo único”, dijo el propietario de los Chiefs, Clark Hunt, durante la semana del Super Bowl. “Nunca hago una entrevista sin que alguien me pregunte al respecto. Creo que muchos jugadores y entrenadores del equipo están en el mismo barco. Lo más importante es que estamos felices porque los dos se hayan encontrado y tengan una relación tan especial”.
Además de Swift muchas estrellas se dieron cita en la noche más importante de la NFL. El espectáculo de medio tiempo de Usher incluyó a los artistas invitados Alicia Keys, Ludacris y Lil Jon. Reba McEntire cantó el himno nacional. Beyoncé, quien también estuvo en el juego, tuvo un comercial al aire y lanzó un par de canciones nuevas en la segunda mitad.
Sin embargo, pocos iban a llamar la atención más que Swift. Su carrera desde el Tokyo Dome, donde prometió a los fans que “todos vamos a vivir una gran aventura”, hizo que los swifties de todo el mundo siguieran rastreadores de vuelos en línea, mientras que su novio parecía recibir tantas preguntas sobre su relación como sobre el juego durante el período previo al inicio del partido.
Cuando se le pidió que explicara el gran interés que generan, Kelce respondió: “Creo que los valores que defendemos y lo que somos como personas, nos encanta arrojar luz sobre los demás, arrojar luz sobre las personas que nos ayudan y apoyan, y además de eso, creo que ambos amamos la vida”.
Kelce y Swift no pasarán mucho tiempo juntos para celebrar. Ella deberá regresar al otro lado del Pacífico a finales de esta semana, pues la etapa internacional de su gira Eras se reanuda el viernes por la noche en Australia con el primero de tres shows en el Melbourne Cricket Ground.
“Esta semana es realmente el mejor tipo de caos”, publicó el miércoles en Instagram la estrella.
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