En Sonora las campañas electorales se están moviendo a un ritmo dormilón, con más vituperios que propuestas, sin eventos masivos y en algunos casos apostándole más al trabajo ‘de aire’ (en los medios y redes) que en ‘tierra’, en el contacto ciudadano a golpe de calcetín.
Pero en el contexto nacional están pasando cosas preocupantes por el rumbo que pueden imprimirle al proceso electoral.
Aunque desde el sector oficial intente minimizarse, una veintena de precandidatos, dirigentes partidistas y funcionarios electorales envía una señal de alerta sobre la capacidad del Estado para garantizar un proceso electoral tranquilo.
Lo sucedido antier en Palacio Nacional mientras el presidente ofrecía su rueda de prensa mañanera, obviamente ocupó los principales titulares en medios de comunicación, inundó las redes sociales y acaparó la conversación pública.
El presidente se quejó de que los medios ‘magnificaron’ el hecho, pero en cualquier país del mundo, que una turba enfurecida llegue hasta la sede del poder político (que además es sede la Zona Militar número uno) y derriben violentamente una de las puertas laterales empujando un pick up no es asunto menor.
Hubo ciertamente la orden presidencial de no reprimir ni detener a los manifestantes, y también de no investigar los hechos. Pero las motivaciones de los manifestantes incuban una historia cuyo desenlace es impredecible.
Fueron estudiantes de la normal rural de Ayotzinapa, Guerrero y padres y familiares de los 43 estudiantes desaparecidos hace diez años en una historia terrífica que involucra a policías, militares, narcotraficantes, políticos y funcionarios judiciales, por decir lo menos.
Para ellos no es suficiente que el exprocurador General de la República, Jesús Murillo Káram esté en la cárcel y también hayan encarcelado a algunos militares y algún par de políticos protagonistas de esta oscura historia. Sus dos principales demandas: verdad y justicia (que incluye desde luego la presentación de los jóvenes desaparecidos) no se han cumplido y el representante legal de los inconformes, Vidulfo Rosales declaró que se sienten traicionados por el actual gobierno y concretamente por el presidente que, en su condición de candidato se comprometió a resolver el caso al llegar a Palacio Nacional.
Al parecer, este será uno de los asuntos escabrosos que López Obrador le heredará a su sucesora.
La advertencia de los ‘ayotzinapos’, como se les conoce en la jerga, no debe desestimarse. La historia de los normalistas rurales en materia de movilizaciones violentas es larga y con una carga ideológica bastante fuerte. Los normalistas están organizados en la Federación de Estudiantes Campesinos Socialistas de México y de lo menos que puede acusárseles es de ‘conservadores’. De provocadores sí, pero no de conservadores. Tienen presencia en varios estados de la República y organizaciones afines en otros tantos que podrían extender las protestas.
Este día, además, se podrá a prueba una vez más la ruptura del gobierno federal, que en su momento levantó las banderas de estos grupos de izquierda radical que hoy se consideran traicionados.
Las colectivas feministas son otro movimiento que ya lleva seis movilizaciones en las que no ha estado ausente la violencia. Sus métodos pueden ser discutibles pero no sus motivaciones. Las cifras de asesinadas, desaparecidas y violentadas documentan el desamparo en que las dejó el Estado mexicano.
Este 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, volverán a tomar las calles en todo el país, aunque los ojos estarán puestos en Ciudad de México que suele ser el epicentro de la movilización. Palacio Nacional se encuentra convertido en un grotesco valladar con planchas metálicas de tres metros de alto, y con impresionantes cordones de guardias nacionales, policías y militares.
No se equivoca el presidente cuando afirma que en estas manifestaciones hay infiltrad@s que, armados con sopletes, marros, petardos y otros artilugios peligrosos dañan edificios y monumentos históricos y ponen en riesgo a los establecimientos comerciales del Centro Histórico.
Pero afirmar que las mujeres en la calle -a las que seguramente se sumarán otras organizaciones como los colectivos de Madres Buscadoras, que van por el país escarbando en búsqueda de sus familiares desaparecidos- son manipuladas por la derecha y los conservadores es por lo menos impreciso.
Esa narrativa presidencial no solo se ha venido desgastando, también le concede, acaso involuntariamente, un poder que no tiene la derecha para convocar a esos grupos, aunque es claro que sí lo tiene para capitalizar en su favor la protesta y posicionarse competitivamente en el campo de guerra de las percepciones.
Y percepción es realidad. No hay duda que desde la derecha hay todo un operativo para golpear a un gobierno presumiblemente de izquierda, pero tampoco que ese gobierno ha roto con algunos de sus otrora aliados, que hoy se vuelven en su contra.
Ayotzinapa, feministas, madres buscadoras son los más radicales de esos grupos, pero no todos. La inconformidad se incuba en muchos más: estudiantes, maestros, investigadores, derechohabientes de un sistema de salud que se parece más al de Etchojoa que al de Dinamarca; familiares de niños con cáncer, minorías sexuales y ni qué decir de periodistas, empresarios, intelectuales no solo distanciados, sino enfrentados al poder.
Las agendas de estos grupos pudieron tomar el cauce de la negociación y el diálogo pero el presidente está convencido de que sus altos índices de popularidad le dan margen para mantener esa narrativa según la cual la razón está de su lado y su lado es el correcto de la historia. Todos los demás son manipulados y manipulables por la satanizada derecha.
Y no son pocos. Según él mismo lo ha admitido, podrían llegar a ser 18 millones de mexicanos, una cifra nada despreciable en el contexto electoral donde los 30 millones de votos que lo llevaron a la presidencia han venido decreciendo significativamente.
¿Que le alcanza para seguir ganado elecciones? Sí. ¿Que se repita un resultado como el 2018? No es tan probable.
Quizás ese sea uno de los motivos de la radicalización en ambos frentes, a la que estamos asistiendo.
II
El tercer reporte desde la gira que lleva a cabo el gobernador Alfonso Durazo por el país que ama a Mao, nos informa que siguen los encuentros con inversionistas interesados en invertir en Sonora a partir de las ventajas que ofrece el Plan Sonora de Energía Sostenible; empresas que obviamente desarrollan sus proyectos en esa materia.
Ayer se concretó una Mesa de Acuerdos con empresarios especializados en las nuevas energías y la fabricación de productos para su almacenamiento, a quienes se les expuso el Plan Sonora y sus vertientes para animarlos a visitar el estado.
Esas empresas enfocan su modelo de negocios en la energía digital: generación eólica, solar y almacenamiento, así como inteligencia en manufactura: robots industriales y equipo de manufactura inteligente, así como servicios de ingeniería energética.
Los encuentros han sido de alto nivel, pues una de esas empresas trabaja con más de 70 consorcios de los más prestigiosos a nivel global y otras cuentan con cinco centros de innovación y 13 bases de producción de baterías en todo el mundo.
Ya hay negociaciones para la posible instalación de una planta manufacturera en Sonora.
Y mientras el gobernador anda en China, acá en Sonora el secretario del Trabajo, Francisco Vázquez Valencia no baja el ritmo de trabajo y en vísperas del Día Internacional de la Mujer anunció la Feria Nacional de Empleo de las Mujeres 2024.
En coordinación con la secretaría federal del ramo y el Servicio Nacional de Emplo, este evento convoca a medio centenar de empresas que tienen disposición de más de 3 mil plazas para mujeres en diversas áreas.
Este evento magno se llevará a cabo el próximo 12 de marzo, de 9 a 1 PM en la explanada del Centro de Gobierno, por el Vado del Río en Hermosillo.
Las interesadas podrán acudir a llenar un formulario de asistencia y recorrer los stands de dichas empresas, que tienen disponibles plazas como operadoras de producción, auxiliar de almacén, empleadas de piso, técnicas en mantenimiento, guardias de seguridad, asesoras telefónicas, técnicas electrónicas y vendedoras.
No es casual que Sonora haya aparecido este año encabezando la lista de los estados con mayor generación de empleos en todo el país, y en mucho se debe a la labor de promoción económica en el extranjero, pero también a la cercana relación de Pancho Vázquez con el sector empresarial para concretar eventos de este tipo.
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