Mi gusto es… (O la otra mirada)
“Una sociedad civilizada es una sociedad decente, en la que no se humilla a nadie. Lo quebradizo de la sociedad civilizada debería empujarnos a un cuidado mayor de lo que tenemos”( Salvador Giner)
En este país hay más interés por violar la ley que por respetarla. Hacer lo que nos da la gana sin pensar en el otro, es una constante y si este exhorta al arbitrario a que enderece el rumbo, puede que salga perdiendo o se vuelva el malo de la película.
Lo hecho en México, hecho está, pero con la bueno hay que quedarnos, con lo malo no.
Eso creo.
Incluso hay a quienes les causa gracia cometer un ilícito o alcanzar un objetivo a punta bribonadas y no falta, también, quien les festeje o los admire.
No somos un modelo de exportación en eso de ejercer, como mexicanos, un comportamiento ecuánime o sensato, aun cuando en este cúmulo de pecados llevemos la penitencia el día que sucede una desgracia que nos vuelve a la realidad.
No obstante, es hasta que esta ocurre cuando todos nos asombramos, como si apenas conociéramos de la omisión valemadrista o de la negligencia, esa que lleva años a la vista de todos, pero bajo la consigna patriótica o nacionalista de que eso no es asunto mío o no me quiero meter en problemas, lo dejamos pasar y no decimos nada.
Vaya, vaya, patria mía, que ciudadano, dios, la reiterada costumbre, la educación familiar, la impunidad, la dejadez en cada hijo te dio.
Un día sí y otro también, están frente a nosotros potenciales lamentos o bombas de tiempo que, frente a la tolerancia, siguen de largo hasta donde tope, al fin y al cabo, nadie dice ni pio o palabra alguna y por tanto, que importa, si hasta ahorita no hay andamios viniéndose abajo, ni fierros colapsados en hora pico, ni atropellados, ni conatos, ni reclamos, ni oficios que recomienden reparar composturas, ni denuncias que expongan lo latente, ni llantos, ni heridos , ni muertos .
Ya controlaremos daños más adelante, ya habrá un momento para el deslinde y la lavada de manos, ya podré señalar al otro para absolverme yo pero mientras tanto que la fiesta siga, que esto es un carnaval y que la anarquía urbana, siga cantando.
Sobre de lo que les hablaré enseguida, nada que pueda lamentarse irreversiblemente ha sucedido, aunque sí algunos episodios de reclamos altisonantes, o quejas a solas, o comentarios de transeúntes pero tampoco podemos esperar a que suceda y entonces sí, mostrarnos indignados todos, incluyendo a los causantes.
Hablo sobre el espacio público afuera de esos lugares en donde la sensibilidad y la erudición impera , en donde están los ateneos del ejemplo a seguir , los agobiados por saber qué pasó con la cultura ciudadana en el siglo XVII o cuanto salones de clases había en el Sonora posrevolucionario o de que telar se componían las prendas íntimas en los tiempos prehispánicos o cuantos afiliados en el sindicato magisterial habrá pagado las cuotas desde su existencia como gremio , pero no reparan en salir y preguntarse cómo se le hace para que , desde una vez que se le permitió , a la fecha se violen buena parte de las reglas de tránsito en zonas destinadas a los peatones o meras banquetas que pueden estar ahí para estacionarse pero no para tomarlas , impunemente como rúas.
Me refiero a la plaza hidalgo y buena parte del radio de acción en donde figura , estoico, mi tocayo Don Miguel Hidalgo ,a quien no sería extraño que un día se lo lleven de corbata y le vaya peor que como le fue en Chihuahua.
Nadie ha puesto remedio en dicha plaza, en la cual los carros de las dependencias que están en frente, o a lo largo de esta franja, han agarrado la zona destinada a los de a pie ,como una calle más para transitar .
Supondré, malpensadamente que, en alguna ocasión, se les autorizó hacer esto, ya sea para bajar unos muebles , una carpa , veinte pizarrones ,las mantas de un desfile, tres cajas de libros, o seis latas de pintura .
Pero de eso a quedarse, por siempre de los siempre, pasando por encima de la ley de tránsito pues no.
No obstante, después de algunos años, parece que nadie reacciona-menos estas propias dependencias-en tanto no ocurra una desgracia y aunque no fuera así, no es válido que lo normal de un de pronto ya sea normativo..
No es la primera que lo señalamos y al hablar en plural es porque las voces que se han inconformado no son pocas, pero ahí siguen , viendo pasar el tiempo , que más da sin al fin y al cabo nada ha sucedido y quien proteste , de seguro está exagerando .
Como no se ve para cuando reaccionen, no nos quedará de otra, más que tomar un curso para hacer doblajes de escenas peligrosas y una vez que estemos preparados, nos arrojaremos al cofre de algunas de estas unidades para que enciendan los focos rojos, todo mundo se asunte y a estos conductores se les ponga un hasta aquí .
Porque mientras tanto, los encargados de poner el orden , hacen como que la virgen les habla.
De seguro, hasta entonces, cuando un peatón o una señora de la tercera edad este pegada al chasis de una camioneta , o un chofer este siendo encarado por una viandante a causa de su prepotente conducir , algún directivo saldrá corriendo de su oficina para tomarse una foto como es costumbre, todo sonrisa, a un lado del atropellado quien fingirá dolencias y le dirá con voz compungida que no la amuela, ,que porque se asombra hasta ahora.
De la otra dependencia no faltará quien cubra la nota y de pasó saldremos mas de uno en el portal del Pajarito News ;y en esa, quien quite ,alguno de los mirones recién salidos de un cubículo , muy emocionados se interesaran, con la sensibilidad que los caracteriza, por conseguirse una beca a fin de realizar una aguda investigación en torno a ” Un Acercamiento a los atropellamientos absurdos en el Hermosillo de Hoy. Incidencias y perspectivas en el siglo XXI” o “La salud emocional y cardiopatías de los peatones en vías rápidas. Un acercamiento histórico e histérico durante el Siglo XX Y XXXI”
Por su parte, los del Sindicato Magisterial se acercarán rogando a Dios que el atropellado sea un Profe para agarrarlo de bandera y ,ya entrado en gastos, trabajarán una propuesta de “Iniciativa de Ley que regula los atropellamientos de los peatones donde solo pueden caminar peatones.”.
Pero todo esto lo harán no hoy ni mañana sino hasta que ocurra una desdicha.
Al respecto, no creo que batallen mucho pues les han llegado refuerzos y estos son irresponsablemente más intrépidos , digamos a la N potencia ya que, en una oda al libertinaje , les ha dado por conducir por el callejón Alvarez, de la esquina de la calle Obregón a la salida de la No Reelección o viceversa, un tramo que no es para eso y que y que y que.
Como si no fueran ya muchos los actos , parió la abuela: cruzando la calle,los valet parking de un conocido restaurante , hacen lo que no hacen en la plaza que es impedir que transiten los carros pero estos también se le pasa la mano pues usando como herramientas mas conos que los que pudiera tener una neveria, sitian la banqueta como si fuese exclusiva de ellos y de nadie mas y hay de aquel conductor que en esos metros se quiera estacionar porque saltan los empleados del lugar e impiden que lo haga, teniendo como único argumento legal la imposición de un exceso y a veces ,de su prepotencia.
Es decir, los de allá, permiten que los carros se estacionen o circulen ,sin objeción alguna. Los de acá si lo impiden pero ambos lo hacen teniendo a la ley bajo la suela de sus zapatos.
El espacio de propiedad pública, tomado por asalto para necesidades privadas.
No omitimos señalar el contubernio de la autoridad al dejar que se vuelva permisivo , lo que está prohibido y eso provoca un modelaje hacia el resto de la gente en donde se les dice, con esos actos, que es muy fácil quebrantar la ley y no pasa nada.
Pero se es selectivo hasta para esto . Porque ante la mínima infracción en otras parte de la ciudad, incluyendo unas cuadras adelante, una patrulla esta la acecho para detener al supuesto infractor y levantar la boleta, o llegar a un estimulante acuerdo o amenazar con llevarlo detenido a la comandancia o ante el juez calificador.
En la plaza no, y resultaría interesante saber si existe algún convenio para que nos hagan llegar un formato y lo suscribamos todos.
Mientras tanto y considerando que el riesgo va en plan ascendente por si sí o por si no, estoy pensando muy seriamente en instalar un semáforo en mi oficina.
Sí, está en el tercer piso, pero, con monos al volante, uno ya no sabe.
Ya no sabe.