Singular intensidad político-electoral la de este fin de semana en Sonora, donde ahora sí se soltaron las campañas y desde San Luis Río Colorado hasta Álamos nuestra clase política nos prodigó con generosidad inusitada el más extenso catálogo de parafernalias de la época.
Acá la frase matona en discursos que quisieran la posteridad del mármol aunque la mayoría estén condenados a diluirse en lo efímero de la excitación pasajera; allá los brazos en alto y la exaltación de las virtudes propias; más allá las condenas y las descalificaciones a los de enfrente. Porras surgidas de la inspiración febril de los ‘creativos’; cumbias, raps, norteñas y baladas; jingles más o menos pegajosos, volantes, botargas, zanqueros, batucadas y matracas; volanteos en cruceros, recorridos en colonias, mítines con sillas que parecieran demasiado calientes porque incluso antes de que acaben los discursos comienzan a ser abandonadas…
Está muy claro de qué lado está el músculo de la ‘facilitación de la movilidad y la propiciación de condiciones alimentarias y pecuniarias mínimas para la materialización de las convicciones’, como ahora se conoce aquello que en otros tiempos era definido de manera menos eufemística como ‘acarreo’.
Los discursos entretejen las palabras para tratar de articular de mejor modo las ofertas políticas que fijen en el imaginario de las audiencias las opciones que el reduccionismo propio de la propaganda plantea de manera sencilla: continuidad o cambio. Pero que se vuelven más complejas cuando se matizan: ‘que siga la transformación o que vuelva la corrupción’. O ‘que siga la destrucción de las instituciones o que regresen los equilibrios de poderes’.
Y en lo que se filosofa con disyuntivas reales o imaginarias, el encendido verbo de los mítines materializa el contraste de las ideas en madrazos limpios. En alguna calle de Guaymas, los jóvenes que reparten propaganda pegando calcas en los autos sobre alguna calle de Guaymas se agarran a chingadazos y entonces las matracas, esos icónicos artilugios de la ruidosa excitación electoral se convierten en armas no letales, pero sí capaces de provocar heridas que tardan más de 15 días en sanar. En el puerto se registró el primer incidente de violencia política de la jornada, cuando jóvenes propagandistas de Morena y de Movimiento Ciudadano se liaron a golpes y en la trifulca uno de ellos casi le desarma la matraca en la cabeza a otro. Cuidado.
II
Hay una peculiaridad notable en esta jornada: la inclusión llevada a lo sublime, la pluralidad justificada en mis bueyes pero no en los de mi compadre. La mixtura de personajes otrora confrontados y hoy protagonistas del pellizco de la coincidencia y la nalgada de la incondicionalidad es, por lo menos, curiosa.
Como fenómeno sociopolítico es un manjar para el estudio. En su arranque de campaña por la alcaldía de Hermosillo, María Dolores del Río aparece fuertemente acuerpada por las mujeres y los hombres que van como candidatos a las diputaciones locales y federales de la coalición ‘Sigamos haciendo historia’ que amalgama a los partidos Morena, PT, PES, NAS y PVEM.
Allí están Lorenia Valles, candidata al Senado, fundadora de Morena y militante de izquierda desde el origen, como Jacobo Mendoza, candidato a diputado federal por el 05, de irreprochable militancia en la causa obradorista. También Diana Karina Barreras, militante del PT que hace muy poco cerraba filas con la facción más nefasta del padrecismo y que como tal, en su condición de regidora panista validó con su voto decisivo la concesión del alumbrado público en Hermosillo, que luego fue revertida por el gobierno municipal cuando lo ganó Morena. Es un encanto escucharla condenar la corrupción de los prianistas.
También está Óscar Ortiz, cetemista de cepa que va como candidato a la diputación por el 11 como abanderado del PT; Ely Sallard, cuya carrera política la forjó en el PRI; David Figueroa, panista de larga data, Norberto Barraza, verdeecologista, priista, panista, independiente, impulsor fallido de un nuevo partido político y ahora morenista; también están René García, del PT y Vicky Espinoza, de Morena.
El evento es grande y festivo. María Dolores del Río ahuyenta los fantasmas que la vinculan con aquel episodio de 2005 cuando en Hermosillo se tuvo que racionar el suministro de agua potable y asegura que en su administración se sentaron las bases para garantizar agua con la construcción de la obra Los Bagotes, gracias a la cual Hermosillo tiene hoy un 30% más de agua. Se compromete a gestionar la ampliación a cuatro carriles de la carretera a Bahía Kino y entre otras cosas plantea un plan para mejorar la seguridad pública relanzando una policía de proximidad y no recaudadora. También dice que su primera acción será abrir las puertas de Palacio Municipal que hoy están cerradas para los ciudadanos, que en su gobierno tendrán a los funcionarios en sus colonias durante jornadas semanales de atención a sus peticiones.
III
En el otro frente también la jornada fue intensa en Hermosillo. Antonio Astiazarán arrancó, no oficialmente, pero sí de facto y aún como alcalde con la inauguración de las obras de remodelación del Parque Madero, pero su arranque oficial fue en el estadio Fernando Valenzuela, donde hizo el recuento de los logros de su administración.
Pero el evento ‘grillo’ fue el de ayer en el salón de eventos ‘La Cascada’, donde en materia de mixturas políticas, reconciliaciones históricas, desagravios obligados y justificación de los medios para conseguir los fines, el PRIAN le dijo a Morena ‘quítate que ahí te voy’.
El personaje central fue Manlio Fabio Beltrones, el depositario de todos los rencores panistas en aquellos convulsos años entre los 80 y los 90 cuando el villajuarense traía a maltraer a la oposición electoral que era fundamentalmente blanquiazul porque la izquierda, electoralmente no pintaba.
Y ayer estaban allí el noble y el villano, el prohombre y el gusano bailando y dándose la mano, qué digo la mano, el espaldarazo y el arrumaco sin importarles la facha.
Vaya, si un impresentable hay en todo el espectro de la política sonorense es ese zafio de la catadura de Javier Dagnino y allí andaba abrazando priistas como si no hubiera sido parte de la persecución en el sexenio que gobernó el PAN con Guillermo Padrés y que en materia de corrupción y mal gobierno les dijo ‘quítate que ahí te voy’ a cuantos les precedieron.
Pero el fin justifica los medios, como dijera el clásico. Y allí están, los que hace muy poco se abominaban y los que ahora se abrazan.
Duro, desde luego, el discurso de Manlio, convertido en el depositario de todas las críticas del régimen, y fuerte también el discurso del Toño Astiazarán, pero el espacio se acaba.
Obligadamente hay que volver sobre este tema.
IV
Mención aparte merece el arranque de campaña por la alcaldía de Guaymas, donde la doctora Karla Córdova se posicionó como la candidata de Morena y sus aliados con las más altas credenciales para refrendar su triunfo electoral.
Solo les doy un dato: la convocatoria que tuvo en el mitin de arranque superó al menos dos veces el que tuvo María Dolores del Río en Hermosillo. Aquello fue impresionante y les debo la crónica porque los tiempos no me dieron para recrearla.
Pero baste decir que en el puerto hay demasiadas pruebas y cero dudas sobre la reelección de la doctora, especialmente si se considera el estrepitoso fracaso del arranque de campaña del candidato del PRIAN, de lo que hablaremos mañana.
V
Y mientras en el terreno de lo político-electoral se discute lo que fue, lo que quiso ser y lo que pudiera ser, en el terreno de las realidades el Plan Sonora de Energía Sostenible le sigue rindiendo al gobernador Alfonso Durazo, quien ayer lo presentó a una delegación de la Cámara de Comercio e Industria Franco-Mexicana.
Este fue un encuentro más de los muchos que se han dado con inversionistas, funcionarios y promotores económicos de gran calado en el contexto internacional para encaminar negociaciones que se traduzcan en sinergia sobre temas como industrias de tecnología, software y semiconductores, que son algunas de las vertientes del Plan Sonora.
Y es que uno de los objetivos principales del Plan -que además busca convertirse en política nacional- es impulsar la transición energética del país hacia la generación de energías limpias. De hecho, Sonora es modelo de una política industrial que pudiera ser replicada en otras entidades.
En esta ocasión, el mandatario estatal planteó posibles vías de colaboración e intercambio de conocimientos en áreas estratégicas para el impulso del progreso económico y social en México y Francia.
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