EL PRESIDENTE aseguró la mañana de ayer que los “apagones” en dieciséis estados del país la noche del martes, habían sido a consecuencia de las altas temperaturas de los últimos días.
“En la ciudad de México llegamos a 33 grados”, dijo López Obrador. Una temperatura “ideal” para los sonorenses, pensé.
Sin embargo, el ingeniero Luis Carlos Peralta, sonorense presidente nacional de “Clúster de Energía”, señaló que todo esto se había debido a una falta de previsión del gobierno federal –concretamente de la Comisión Federal de Electricidad- que al igual que la Comisión Nacional de Control de Energía, no pueden garantizar el suministro para toda la demanda de consumo de luz, atenidos a sus propias reservas, sin tomar en cuenta a la generación de energía por parte de la iniciativa privada.
Palabras más, palabras menos, este tipo de fallas que entran en el rango de la seguridad nacional, se suma a las fallas en la Línea 12 del Metro, a la inacabable obra de la Refinería de Dos Bocas, al Aeropuerto Internacional “Felipe Ángeles”, al Tren Maya y a la célebre “megafarmacia”, todas, obras emblemáticas de la “cuarta transformación”.
Ninguna de esas obras, trabaja al 100. ¿Qué decir de los accidentes del tren o en un AIFA convertido en aeropuerto de carga?
Si el gobierno federal sabe que se presentarán altas temperaturas y el consumo de luz aumentará, ¿por qué no establecer una planificación para prever este escenario?
López Obrador, en su declaración “mañanera”, se sintió aliviado cuando admitió que “solo se había presentado el apagón en algunos estados”. Ah, vaya, menos mal.
Un apagón de esas dimensiones provoca daños incalculables. Un apagón en la mayor parte del territorio nacional se coloca como un asunto de seguridad nacional y, por lo visto, tenemos un gobierno que no está preparado para enfrentar una situación como esa.
Lo peor del episodio es que la posibilidad de que se presente otro apagón similar o mayor al vivido el martes por la noche, está latente.
Este es nuestro México en la tercera década del siglo XXI.
Afortunadamente, “vivimos en un país donde no hay violencia, pero sí muchos homicidios…”
¡Qué locura!
MIENTRAS las autoridades universitarias firmaban ayer un acuerdo con los dirigentes del Sindicato de Trabajadores Académicos de la Universidad de Sonora (STAUS), el STEUS rechazaba el último ofrecimiento presentado por Rectoría, lo que quiere decir que las banderas rojinegras seguirán colocadas en todos los campus de la Alma Master en el Estado… La huelga va rápidamente a cumplir los primeros 30 días y, la verdad, no se ve por dónde pudiera darse una solución… Tal parece que todos cruzaron los brazos: El Gobierno del Estado no tiene dinero y no es su problema… Rectoría ya hizo hasta lo imposible por cubrir las exigencias sindicales y por su lado, las y los trabajadores del Sindicato de Trabajadores y Empleados de la UniSon, consideran que en las propuestas recibidas hay una desproporción en relación a los salarios mínimos prestablecidos y no se le ven ganas de levantar el paro.
EL GOLPE político asestado en pleno mentón del ministro en retiro del Poder Judicial Federal, Arturo Saldívar Lelo de Larrea, es similar a un golpe de “knock-out”, de esos que no permiten levantarse de la lona antes de los diez segundos del conteo del réferi… Cualquiera que haya sido la “fuente” que filtró los audios donde Caros Alpízar (operador de Saldívar) solicita, advierte y amenaza a un Juez para que redireccione una sentencia donde está involucrada un mando policiaco, es para dejar una huella imborrable y vergonzante de quien está siendo protegido ahora por la candidata presidencial de MORENA, Claudia Sheinbaum, nada más y nada menos porque este abogado es quien está redactando la reforma al Poder Judicial federal y la nueva Constitución de México en un escenario de país “populista”… Veremos en los próximos días qué es lo que sucede con Saldívar, ya que el permanecer en el equipo de la candidata también pone en juego la arrogancia y soberbia de quien desea relevar en el cargo a López Obrador.