
Por David Parra
Los inconcebibles resultados de la encuesta universitaria presuntamente realizada por una iniciativa espontánea de estudiantes de ese nivel educativo, no puede quedar libre de sospechosismo, aunque venga acaso de jóvenes bien intencionados y organizados en alguna medida, en primer término, por el resultado tan poco creíble y providencialmente ligado al absurdo de una ventaja sistemática y generosamente inducida por la campaña de una candidata ya caracterizada incluso por personajes de morena como Marcelo Ebrard, como la campeona indiscutible de una deshonestidad crónica y un cinismo monumental y en segundo lugar, por la ausencia de mínimos controles y base metodológica que pueda validar este ejercicio, en el marco de la perversidad característica de la partidocracia, en cualquiera de sus presentaciones, que suele todo intervenir y envilecer.
Esto queda por demás evidenciando, considerando que la repercusión mediática ha sido bien sincronizada entre los medios controlados con el presupuesto público, la gran mayoría, que a nivel local y nacional saltan a la vista por su condescendencia, entre los que ya podemos considerar a Reforma y sus filiales por su reciente incorporación.
También salta a la vista el candado para que la alianza opositora no pueda descalificarla, lo cual radica en el presunto origen de un conglomerado universitario que estaría listo para tirarse al piso al llamarse agredido por “la intransigencia de los conservadores.”
Como patraña electorera está bien concebida, pero como referente válido de algo tan trascendental como la decisión del futuro de la sociedad mexicana, hay que ser un cándido ingenuo para comprar semejante despropósito sin cuestionar lo evidente.
De entrada, puede decirse que este ejercicio pretendidamente democrático que ahora se difunde con máxima publicidad, no fue tal cosa.
Se convocó de manera orgánica entre universitarios y se votó bajo un procedimiento tradicional sin los debidos controles y con todos los asegunes que eso representa, donde, como en la historia previa al IFE, simple y llanamente cualquier cosa puede ocurrir.
El timing previo al tercer debate también habla de un traje a la medida de la candidata oficial que en el más reciente contraste público quedó autoexhibida en su escasa calidad moral, su propensión a mentir y negar sobre hechos evidentes y su ausencia de empatía con las víctimas de sus negligencias.
Por ello su frase de que esta elección “se trata de un mero trámite” bien puede considerarse como la cereza del pastelito encargado, con el que el discurso apagado por las visibles debilidades de Sheinbaum al que se suman las infamias y yerros diarios del régimen cuatrotero, tomó algún respiro para retomar su retahíla triunfalista artificiosa.
No soslayo, porque sin duda así ocurrió, que en este ejercicio haya participado mucha gente de buena fe, pero no son muchos los que se necesitan para pervertirlo bajo condiciones tan fácilmente intervenibles, más cuando esto se hace en un país donde lo inconcebible es posible.
Bienvenidos los nuevos votantes que tienen mucho que aprender del trayecto que hemos transcurrido quienes ya hemos rebasado nuestra propia capacidad de asombro presenciando los abusos y perversidades de las todas las siglas de una partidocracia carroñera que debemos desempoderar y reconducir.
México merece más de una sociedad que le defienda en todas las trincheras y entienda el hito histórico que representa la decisión que estamos por tomar para recuperar lo que nos han destruido y evitar más de lo mismo como oferta política.
UN DEBATE INNECESARIO
Así como hay desaires que se agradecen, también hay invitaciones que vale más despreciar… Para Lily Téllez ir a un debate informal con Célida López a plataforma alguna, no sólo le suma cero, incluso en caso de apabullar a la agresiva dama del maldecir, sino también le brindaría una celebridad gratuita a alguien que no pinta ni con brocha gorda en el plano nacional, que a fin de cuentas es la búsqueda de la rocaporteña.
Me parece que lo que le contestó Lily en redes sociales a las nutridas provocaciones viperinas previas, incluso fue innecesario y demasiado generoso. El simple hecho de dejarla en visto es más que suficiente para mantenerla del tamaño real en que precariamente existe como personaje local de mala memoria, por cierto, como señaló Téllez… otra cosa es engrandecerla de a gratis.
UN DEBATE ATRACTIVO
Dónde sí valdría la pena ver un debate es entre los titulares de la campaña al Senado, Lorenia, Beltrones y el pato.
Al electorado puede serle útil dimensionar las capacidades y visión política, si es que tiene alguna, de una mujer que jamás ha podido legislar siendo legisladora, por tener que aprobar lo que le manden hasta sin leerlo, como ella misma lo ha reconocido, mientras Manlio ha sido de todo y ha hecho de todo en materia legislativa.
Por su parte el pato, independientemente del partido esquirol que lo signa, es un personaje que de por sí puede contrastar y cortarle orejas y rabo en un descuido, si se atreve en este caso, a quién le pongan enfrente y ese sería realmente el atractivo de un encuentro como este porque, siendo realistas, sería entre dos y una espectadora más.
EL TOÑO CORRE POR EL CAMPO
Y no por el campo bar sino por el cárcamo o el montón de parques y espacios públicos que construyó y recuperó para nuestra ciudad hasta hace pocos días que pidió licencia para ir por su merecidísima reelección.
Mientras eso sucede y a su hometeam se le suman adquisiciones de último momento que dejaron las filas del changarro enfrente como en el caso de tres regidores que le dicen goodbye a la cuarta deformación y el de Luis Rodríguez, quien hasta hace unos días trabajaba en Sedeson y coordinaba un área de la campaña de Dolores adolorida junto con alrededor de 200 activistas y compañeros de barco, que entendieron que por ahí no era la jugada y quieren lo mejor para Hermosillo, por encima de su interés personal. Eso más lo que se sume.
REPORTERA VIOLENTA
Al más puro estilo de la Corcholacra de Andrés primero los López, Karla Córdoba, Presidenta municipal de Guaymas en funciones y en campaña, reaccionó frente a la pregunta que le hiciera la aguerrida reportera Águeda Barojas minutos después del debate entre candidatos a la Presidencia de Guaymas, con relación a la manera en cómo en su calidad de presidenta los últimos 3 años en los que desaparecieron más de 500 guaymenses, atendió a las madres que solicitaron su ayuda para encontrarles, ante lo que luego de una elocuente pausa para tragar un enorme buche de saliva, optó por hacerse de pleito y casi decir que la pregunta era muy violenta… Vaya cara dura, igual que la otra, venir con esos números, omisiones y patente ineptitud a buscar la reelección y sin pedir licencia, es decir, cobrando como si trabajara.