El Fondo Monetario Internacional (FMI) criticó la decisión de la Administración Biden de aumentar agresivamente los aranceles sobre algunos productos chinos y advirtió que las tensiones entre las dos principales economías del mundo corren el riesgo de perjudicar el comercio y el crecimiento mundiales.
Julie Kozack, portavoz del FMI, señaló que este tipo de restricciones comerciales, como las anunciadas por el Presidente estadounidense, Joe Biden, pueden distorsionar el comercio y la inversión, fragmentar las cadenas de suministro y desencadenar represalias.
“Una fragmentación de este tipo puede resultar muy costosa para la economía mundial”, alertó el jueves en una sesión informativa.
Kozack indicó que el FMI identificó unas 3 mil restricciones comerciales globales en 2023, más que las mil de 2019, lo que, en el peor escenario de fragmentación severa en bloques geopolíticos, podría reducir la producción económica mundial 7 por ciento, lo que equivale a eliminar el Producto Interno Bruto (PIB) de Japón y Alemania juntos.
El costo sería mayor si se produjera una ruptura del comercio y de la disponibilidad de tecnología, manifestó Kozack.
“Con respecto a los aranceles, nuestra opinión es que a Estados Unidos le vendría mejor mantener políticas comerciales abiertas que han sido vitales para su desempeño económico”, señaló en Washington al ser cuestionada por la medida de principios de esta semana.
La funcionaria del FMI instó a Estados Unidos y China “a trabajar juntos hacia una solución” de sus diferencias.
“Alentamos a Estados Unidos y China a trabajar juntos hacia una solución que aborde las preocupaciones subyacentes que han exacerbado las tensiones comerciales”, dijo.
“Y, en términos más generales, instamos a todos los países a trabajar dentro del marco multilateral para resolver sus diferencias”.
Estados Unidos ha intentado justificar aranceles marcadamente más altos a vehículos eléctricos, productos solares, chips, suministros médicos y otros bienes chinos como medida preventiva para proteger a sus industrias contra políticas económicas del gigante asiático, que han fomentado la sobreinversión y el exceso de producción en esos sectores que se espera desaten una avalancha de exportaciones.
Beijing ha prometido tomar represalias contra los nuevos aranceles y ha acusado a algunos funcionarios estadounidenses de “perder la cabeza”.
Kozack dijo que la primera subdirectora gerente del FMI, Gita Gopinath, viajará a Beijing del 26 al 29 de mayo para reunirse con funcionarios del Gobierno en relación con la revisión anual del Artículo IV del Fondo sobre las políticas económicas de China. Gopinath dará una conferencia de prensa sobre las recomendaciones del FMI para China el 29.
El mes pasado, la directora gerente del FMI, Kristalina Georgvieva, dijo que “todos los ojos están puestos en Estados Unidos”, a medida que el Fondo se ha vuelto cada vez más crítico con su mayor y más influyente accionista por el impacto global de sus políticas. Eso incluye los crecientes niveles de deuda de Washington, las restricciones comerciales y las políticas industriales dirigidas a China, e incluso el impacto de la estricta política monetaria de la Reserva Federal (Fed), que ha debilitado las monedas a nivel mundial frente al dólar.
El Presidente Biden anunció el martes un amplio aumento de los aranceles sobre una serie de importaciones chinas, incluidos vehículos eléctricos, en un intento en año electoral, de reforzar la fabricación nacional en industrias críticas.
Lael Brainard, la principal asesora económica de Biden, defendió el jueves los nuevos aranceles como necesarios para proteger las recientes ganancias en manufactura y empleo en Estados Unidos de “exportaciones injustamente subvaluadas de China”.
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