Ciudad de México.- Tras advertir a los ciudadanos que tengan cuidado con los “mapaches”, el Presidente Andrés Manuel López Obrador llamó a votar el próximo 2 de junio para definir entre regresar el poder a la oligarquía o consolidar una “auténtica democracia”.
En su conferencia mañanera, dijo que “los del bloque conservador” no han entendido que hubo un proceso de cambio y los mexicanos ya están muy politizados, pero también consideró que está en juego resolver si se quiere que el País “siga como antes” o haya un verdadero Gobierno para el pueblo.
“Una vez que pasen las elecciones, que la gente libremente se manifieste, va a ser muy importante, porque es más que una elección, lo del domingo, es un referéndum, es un plebiscito, es una consulta, no es nada más eligir a las autoridades, elegir al partido, no, es eligir el proyecto de nación que queremos.
“¿Queremos que el País siga siendo como antes, de un pequeño grupo, de una minoría, que engañaba? Porque no había democracia, era una oligarquía con fachada de democracia porque al pueblo no lo tomaban en cuenta, o ¿queremos sí, de verdad, que se establezca en México, una auténtica, una verdadera democracia? Que es el Gobierno del pueblo, con el pueblo y para el pueblo”, planteó.
Aunque confió en que los ciudadanos sabrán elegir, aseguró que el ambiente electoral “está muy caliente” y que sus adversarios no han cambiado su estrategia para tomar en cuenta a una mayoría que existe más allá del “círculo rojo” y “la cúpula” política y económica.
“Está muy caliente el ambiente político, el clima político y ya faltan pocos días, pasado mañana, a las 12 de la noche, terminan las campañas, y el domingo es la elección, y desde luego que está intensa la actividad política, como siempre ha sido.
“Entonces vamos a esperarnos y tenerle confianza al pueblo, siempre he dicho que el pueblo de México es de los pueblos más politizados del mundo, eso es lo que no han querido internalizar, les cuesta trabajo aceptar a nuestros adversarios del bloque conservador.
“Si eso lo hubiesen asimilado y hubiesen hecho un esfuerzo para entender, comprender, que el pueblo existe y que somos iguales, que no hay una clase de política, un círculo rojo, como llamaban, que son los que dominan, no solo en lo económico, sino en lo político, y entendieran que se fue produciendo un proceso de cambio, se fue llevando a cabo en los últimos años, un proceso de cambio que nosotros llamamos revolución de las conciencias y que ahora el pueblo está empoderado, muy consciente, ellos hubiesen cambiado su estrategia, pero no aceptan eso, y piensan que el pueblo es tonto”, acusó.
Por ello criticó que Enrique Krauze definiera a la democracia como una forma de Gobierno sin adjetivos, como un simple mecanismo para establecer quién llega a la administración pública.
“¿Cómo vas a hablar de democracia si no tomas en cuenta al pueblo, si crees que la democracia es lo que resuelven arriba, en la cúpula, los del poder económico y los del poder político? Eso no es democracia.
“Decían, Krauze: democracia sin adjetivos, dando entender de que no le agregues, como si no estuviese implícito el que la democracia es justicia, pero no le agregues adjetivos, es decir, no le vayas a poner democracia social, no, no, no, sin adjetivos, un simple mecanismo para ver quién gobierna, nada más kratos, que es poder, sin demos, que es pueblo, esa era su democracia, el pueblo no.
Entonces eso es lo que vamos a resolver: ¿queremos una oligarquía con fachada de democracia o queremos una democracia auténtica, en donde sea el pueblo el que decida y se beneficie de los bienes de la Nación, de las riquezas de México? Se beneficie con una distribución equitativa, justa, de la riqueza, el ingreso, del presupuesto, que les llegue a todos, o que se quede, el presupuesto, la riqueza, en unas cuántas manos”, añadió.
El Presidente expuso que para los pobres y para la clase media es diferente participar en unas elecciones, porque los primeros deben ver por sus beneficios sociales, mientras los segundos se dejan llevar por cuestiones ideológicas.
“Es muy distinto para un pobre, el participar en un proceso democrático, que para nosotros, las clases medias, es distinto, porque para un pobre, la democracia, una verdadera democracia, puede significar su subsistencia, su bienestar, un Gobierno democrático le puede significar el que le vaya bien a él, a su familia, que salgan de la pobreza.
“Para un integrante de la clase media, no es necesario, y para los de arriba menos, porque ellos no tienen necesidad de resolver lo básico, de tener para su sustento, ellos pueden decir: ‘voy a votar a favor o en contra de esto por razones ideológicas, no por cuestiones económicas’, además lo estamos viendo”, abundó.
Pese a la veda electoral que le prohíbe presumir logros de Gobierno, afirmó que tanto a “los de arriba” como a quienes están en la pobreza les ha ido bien en este sexenio, por lo que no debería haber quejas.
“¿Quién se va a quejar de que le ha ido mal, de los de arriba? Sin embargo, pues cuestiones ideológicas, pues no todos están conformes con nosotros, no todos están de acuerdo con la transformación, aunque les ha ido muy bien.
“Me da hasta pena, y no podría yo decirlo si no es porque le ha ido bien a los pobres, pero imagínense cómo les ha ido a los banqueros, requetebién, son utilidades récord en toda la historia, porque se garantizó de que se iban a respetar las leyes, las normas y cumplimos y, como está bien la economía, pues nos va bien a todos, a los pobres les ha ido muy bien, yo estoy muy contento, porque en 40, 50 años, no había disminuido, no se había reducido la pobreza en México, ¡como ahora! Ni se había reducido como ahora, la desigualdad, estoy muy contento”, celebró.
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