Si bien América Latina es la región con una mayor participación de mujeres emprendedoras, lo cierto es que México es de los países con un menor número de negocios iniciados por ellas.
En la población femenina de 18 a 64 años, sólo el 16 por ciento son mujeres emprendedoras, de acuerdo con Statista, con datos del Monitor Global de Emprendimiento.
En cambio, el país que lidera la región es Ecuador con el 33.4 por ciento de población femenina que establece su propio negocio, seguido de Chile con el 30.2 por ciento.
Para el caso de México el 70 por ciento de las microempresas lideradas por las mujeres están en la informalidad, por lo que al no estar registrados esos negocios la participación disminuye, refirió Sofía Pérez Gasque, fundadora y presidenta nacional del Consejo Coordinador de Mujeres Empresarias (CCME).
Por el contrario, en naciones como Ecuador, Colombia y Panamá la informalidad está registrada entre el 20 por ciento y 30 por ciento de esos emprendimientos, resaltó.
Incluso en el País, cuando los negocios que son micros y pequeños dan el brinco para ser medianos pasan a ser liderados por los hombres, destacó.
Además de 10 emprendimientos de mujeres, nueve son de base tradicional, es decir, se caracterizan por operar de forma física la mayoría de sus tareas donde incluso se requiere maquinaria como es el caso de la manufactura, y también se dan servicios como consultorías, pero sólo el uno restante es de base tecnológica.
“Es (tecnología) una parte importante de la brecha de digitalización entre mujeres y hombres en el País, pues pueden escalar diferente, menos rápido y obviamente eso indica muchas más horas de la mujer en el trabajo y actualmente sin un sistema de cuidados es un reto para las mujeres”, explicó.
Indicó que en México, para la gran mayoría de los casos, la balanza de los cuidados del hogar se ha inclinado hacia las mujeres, por lo que la falta de sistemas de cuidado más robustos también complica el desempeño de ellas en una empresa y deciden emprender considerando que tendrán más flexibilidad de tiempo.
“Por ejemplo, mientras en México la licencia de maternidad es para un periodo de seis meses y la de paternidad para seis días; en Europa hay países con seis meses tanto para mujeres como hombres”, comentó.
Son estas condiciones laborales lo que hacen que, en general América Latina, sea la región donde se registra un mayor número de población femenina que emprende con el fin de buscar tiempo para su familia, concluyó.
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