México se mantiene como un destino atractivo para la inversión extranjera directa (IED), según los últimos datos publicados por la Secretaría de Economía, pues en los primeros cinco meses de 2024, se identificaron 127 anuncios públicos de inversión realizados por el sector privado, con una expectativa de inversión de 39 mil 157 millones de dólares.
El monto representa un incremento de tres mil millones de dólares desde los anunciados a mediados de abril, y se espera que este monto ingrese al país en los próximos dos o tres años, impulsando el crecimiento económico y la generación de empleos.
La Secretaría de Economía indicó que estas inversiones anunciadas representan un voto de confianza en el potencial de México, y se espera que generen 54 mil 347 nuevos empleos directos en diversas industrias.
La distribución geográfica de las inversiones también ha experimentado una reconfiguración, con una mayor diversificación a lo largo del país. Querétaro y el Estado de México lideran los anuncios, concentrando el 28 por ciento del total, o 7 mil 128 millones de dólares.
Entre los principales anuncios públicos de inversión en el período del 15 al 31 de mayo de 2024, destaca la empresa Evergo de República Dominicana, con una expectativa de inversión de 200 millones de dólares en el sector de energía. Además, LT Precision de Estados Unidos anunció una inversión de 143 millones de dólares en la industria siderúrgica, mientras que la japonesa Daikin planea invertir 122 millones de dólares en la fabricación de aires acondicionados.
El sector manufacturero ha sido el principal receptor de las inversiones anunciadas, concentrando el 56 por ciento de los anuncios. Dentro de este sector, destacan las industrias de:
Bebidas: 48 por ciento.
Autopartes: 16 por ciento.
Hierro y acero: 12 por ciento.
Automóviles: 9 por ciento.
Componentes electrónicos: 2 por ciento.
Otras: 12 por ciento.
En particular, la industria automotriz concentra el 49 por ciento de la expectativa total de generación de empleo, con 26 mil 673 nuevos empleos directos previstos.
Falta claridad
Luis Torres, economista sénior del Banco de la Reserva Federal de Dallas, escribió en un análisis que, si bien la investigación del Banco de México encontró que después de 2020 existen signos de que el proceso de relocalización está ocurriendo lentamente en regiones que tradicionalmente reciben mayores flujos de inversión extranjera directa, la realidad es que el esperado aumento en la inversión extranjera directa relacionada con el nearshoring aún no es evidente.
Señaló que la reinversión de ganancias en las mismas instalaciones representó gran parte del aumento marginal de la inversión manufacturera.
“Las empresas manufactureras primero están expandiendo la capacidad existente, según contactos del Banco de la Reserva Federal de Dallas, agregando líneas de producción, comprando nuevos equipos y contratando empleados. Las empresas anuncian rápidamente nuevos proyectos; sin embargo, no está claro cuántos se reducirán, retrasarán o cancelarán posteriormente”, dijo en el análisis.
Hay cautela
Martín Castellano, Jefe de Investigación de América Latina en el Instituto de Finanzas Internacionales, escribió en un informe que, aunque el país debería beneficiarse del nuevo panorama geopolítico global y el nearshoring, siguen siendo cautelosos sobre las perspectivas de la cuenta externa a corto plazo.
Pronostican una recuperación moderada de la IED entrante, que seguirá siendo impulsada por las utilidades reinvertidas en lugar de nuevas inversiones, a medida que las empresas extranjeras en México expandan la capacidad de producción para aprovechar el mercado estadounidense.
“Sin embargo, la IED entrante, mucho menor que las remesas de los trabajadores, probablemente seguirá estando muy por debajo del promedio de América Latina, aproximadamente 2 por ciento del PIB en 2024″, indicó.
Por su parte, Miguel González Ibarra, coordinador del Centro de Estudios Financieros y de Finanzas Públicas (CEFI) de la UNAM, dijo que tal parece que los anuncios de inversión no están ligados al nearshoring, sino que son más bien inversiones más ligadas a completar inversiones realizadas con anterioridad y relativas a la producción del mercado interno.
Señaló que las nuevas inversiones dependerán de lo que el nuevo gobierno haga sobre infraestructura, disponibilidad de electricidad y del Estado de derecho.
“La nueva administración está consciente del problema y todo dependerá de si se puede desligar del control del presidente Andrés Manuel López Obrador”, explicó.