Cuando el dinero y los intereses se presentan agarrados de la mano, los discursos de cuidar el planeta para aminorar el teórico clima cambiático se esfuman… En Uruapan, Mich. Y de amigos muy queridos de esa ciudad, me comentan que hay tremendos incendios forestales y que no son incendios forestales accidentales, sino que se hacen o presentan como tales, para cubrir con árboles de aguacate donde había bosque ¿Dónde están los activistas ecológicos, el gobierno de Michoacán, el gobierno federal y también, por que no, la sociedad de Uruapan y la de Michoacán? ¿Dónde están los medios de comunicación de ese estado, que tuvieron que recurrir a mi que estoy hasta el otro extremo del país?
Ciertamente el aguacate es un excelente negocio, pero cubrir de aguacate los cerros de Michoacán provoca un terrible desequilibrio en las cadenas simbióticas de la naturaleza de ese hermoso estado y por si fuera poco, acaba con los mantos acuíferos ya que el aguacate consume demasiada agua, lo que se termina exportando es agua y que después se le quitará a las poblaciones, para regar más árboles de aguacate.
El incendio “accidental” qué no se apaga por el mal equipamiento de las brigadas, el no solicitar ayuda al gobierno federal para apagar el incendio, o que el gobierno Federal mire para otro lado por que se supone que Michoacán tiene gobernador o que la sociedad en este caso, uruapanénse no tome la iniciativa de organizarse para hacer lo que el teórico gobierno Michoacanénse a todas luces no hace por corrupción, por ineptitud o por falta de voluntad política… Son solo eslabones de un círculo vicioso que alguien tiene que romper. No hay que dejar de lado, que aquí hay un factor de inseguridad tremendo por la delincuencia organizada qué asola al mencionado estado y por lo mismo, entiendo que la gente esté temerosa porque no tiene ni los elementos o preparación para hacer frente, pero, para eso se supone que, si tienen un gobierno en Michoacán, que debe ponerle fin a todo esto, pero al parecer… Nada de muertito.
Quiero aprovechar para hacer una reflexión usando las tragedias michoacanas, que al parecer no importan en el contexto de ese estado y por el silencio general al respecto, al parecer no importan en el contexto nacional tampoco. Y no hay a quien irle con respecto a autoridades ni con la supuesta oposición “organizada”. Aquí todo mundo esta enseñando los calzones y con esto me refiero a que están mostrando que los primero no son tan justos y honorables como presumen y los de la oposición no están realmente preocupados por lo que pregonan estar preocupados y que han sido sus pretextos… Digo banderas que ondean por el teórico bien social que enarbolan.
Hace ya años y todo este sexenio, que en Michoacán se libran batallas campales de la delincuencia organizada e igual que se vienen cometiendo delitos ecológicos enormes con la quema de cientos o miles de hectáreas de bosque para poder ampliar los sembrados de árboles de aguacate, que como es el oro verde, no les importa acabar con los ecosistemas michoacanos… Es aquí donde los grandes desaparecidos son los ecologistas, los artistas ecólogos, los comentócratas de los medios, etc. que solo les preocupó la ecología del sureste agraviada según ellos por la construcción del tren maya y es donde es patente que les importa madre la ecología, sino la politiquería.
Y sin dejar de ser justo, tampoco esto le importó al gobernador del estado, Alfredo Ramírez Bedolla y ni siquiera al presidente de la republica Andrés Manuel López Obrador. Lo que me indica que solo el tema electoral es del interés de las autoridades y de la disque oposición nacional y la mafia aguacatera felices y contentos ampliando el negocio a costa de la naturaleza Michoacana. ¿Dónde quedó la congruencia? En el interés creado, ahí quedó la congruencia.
Entonces ¿Qué queda? El miedo de la sociedad Michoacana a expresar su pesar por la situación de tremenda inseguridad y el espantoso ecocidio que en ese hermoso estado se está cometiendo. Mientras la oposición convenenciera sigue atorada con la cruda de las elecciones donde les pusieron una arrastrada histórica de su vida y en este momento les importa nada la ecología o también, a lo mejor, no es de su interés la ecología de Michoacán.
Como dije en otra de mis columnas, la falta de empatía con nuestros semejantes es lo que exhibe la verdadera naturaleza de cada quien y donde son los hechos son los que realmente hablan, no los discursos plásticos, artificiales y de esencia vacía. Pero en fin, que Michoacán se vaya al carajo, todo sea por el oro verde y violencia. 1CP