Un total de siete osamentas fueron localizadas en las inmediaciones del municipio de Caborca, Sonora, por parte de integrantes del colectivo de Rastreadoras de Caborca, acudiendo al sitio elementos de diferentes instituciones gubernamentales.
Fue la tarde del pasado miércoles, alrededor del mediodía, cuando el colectivo anunció le hallazgo de un cementerio clandestino localizado a las afueras de la ciudad de Caborca, luego de una jornada de búsqueda en un punto no específico.
Informaron que esperan continuar con las actividades de búsqueda durante los siguientes días, pues se presume que podrían existir más cuerpos enterrados de manera clandestina, presuntamente, por integrantes del crimen organizado para ocultar posibles ejecuciones.
Mientras tanto, las siete osamentas localizadas por las activistas fueron aseguradas por personal de Servicios Periciales y Servicio Médico Forense (Semefo) para comenzar con el debido proceso legal.
El grupo de activistas rastreadoras hizo un llamado a la población en general que busca a un familiar desaparecido, o un ser querido que no haya sido localizado, acudir a las instalaciones locales de la Fiscalía General de Justicia del Estado (FGJE) para realizar la toma de muestras de ADN.
Cabe recordar que se trata de un trámite 100% gratuito, para lo cual se solicitan requerimientos específicos, principalmente, ser familiar directo de una persona ausente, con lo que se puede iniciar el proceso de identificación.
Por otro lado, también se busca incentivar la denuncia pública, para alertar a las autoridades cuando un familiar se encuentre en calidad de desaparecido, lo cual es necesario para comenzar con las respectivas indagatorias que logren dar con el paradero de dichas personas.
El colectivo de rastreadoras recordó que no se ha determinado si los restos pertenecían a una sola persona o correspondía con diferentes víctimas; sin embargo, se solicita a la población reportar sobre fosas clandestinas o lugares donde crean que se ocultan restos humanos, lo cual se realiza de manera totalmente anónima