PECARÍAMOS de un exceso de ingenuidad si creemos ese cuento de que se busca una reforma al Poder Judicial, “para hacer justicia a los de a pie”. El verdadero propósito es que palacio nacional quiere desaparecer un contrapeso a su poder, el Ejecutivo, y caminar sin freno hacia las reformas que culminen y perfeccionen al Estado dominado por una sola persona.
López Obrador ha logrado colocarnos en un régimen puesto en práctica por aquel omnipresente PRI de hace sesenta o cincuenta años. Es decir, con sus reformas destructivas del orden constitucional y organismos autónomos –los que habían acotado al poder presidencial en los últimos treinta años-, la “4-T” ha promovido una etapa regresiva. Un gobierno similar a una tiranía, al que se había vencido gracias a las luchas democráticas de hombres de izquierda y de un gobierno obligado a ceder.
Hay sin embargo, una marcada diferencia entre aquella “dictadura perfecta”, así llamada por el escritor Vargas Llosa, y el régimen que está a punto de consumar López Obrador: Aquellos presidentes se preocupaban por cubrir las formas constitucionales y procurar el orden jurídico a sus acciones. No se puede asegurar que detrás de sus decisiones no violentaban la Ley, pero sus acciones eran colocadas dentro de un procedimiento tendiente a garantizar el cumplimiento de las normas.
En cambio ahora, de manera abierta, sin el menor rubor, el Presidente viola la Constitución ante los ojos del pueblo, se burla de las disposiciones legales y ha tenido oportunidad de confirmar que lo puede hacer en medio de una impunidad extraordinaria.
Por los resultados del proceso electoral del pasado 2 de junio, el Presidente y su sucesora, Claudia Sheinbaum, están convencidos de que la ciudadanía les otorgó todo el poder para culminar con las reformas que establezcan el control total de los tres poderes del Estado Mexicano.
MORENA “realizó” una encuesta para “conocer” la opinión de la gente respecto a esta reforma y, como era de esperarse, arrasó el “criterio” a favor del gobierno. Toda una simulación que nos dibuja toda una imposición. Por la víspera se saca el día.
¿De qué servirían las aportaciones de expertos, académicos, colegios de abogados y universitarios, si AMLO ya dijo que no era negociable el punto de la designación de nuevos jueces?
Porque habrá qué reconocer que con el control de las dos terceras partes de los integrantes de la Cámara de los Diputados, nada detendrá la construcción de ese “segundo piso” de la “cuarta transformación”, lo que se consumará con la reforma al Poder Judicial Federal o, lo que es lo mismo, el control total de las y los ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación.
El Presidente asegura que los actuales juzgadores están al servicio de una mafia dominada por el poder económico. Lo que es una realidad es que nueve de cada diez delitos que se cometen en México, son del orden común, es decir, son competencia de los jueces locales y no del PJF.
Una facultad exclusiva de la Suprema Corte, es la de ser vigilante del estricto cumplimiento de la Carta Magna, la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, lo que ha garantizado un equilibrio para evitar los excesos de los otros dos poderes, el Ejecutivo y el Legislativo, algo que ha hecho encolerizar a López Obrador. Por eso quiere desaparecer a sus actuales integrantes y por eso quiere controlarlo, haciendo que los nuevos juzgadores sean elegidos con el voto popular, algo fácil de explicarnos porque “ganarán” esa elección los recomendados del gobierno.
Es tan absurda la argumentación a favor de que el voto popular designe a los nuevos ministros, magistrados y jueces, que dos incondicionales del Presidente, los ministros Loretta Ortiz y Arturo Zaldívar, en su momento –hace meses- no ocultaron su desacuerdo en este procedimiento. Claro, al paso del tiempo determinaron solo obedecer las órdenes enviadas desde palacio.
La iniciativa de reforma al Poder Judicial Federal sería aprobada por una mayoría calificada en la Cámara de Diputados, el próximo mes de septiembre. Que se publique en el Diario Oficial de la Federación y obtenga vigencia, dependerá de la primera presidenta de México, quien asumirá el cargo el 1 de octubre. Desde luego, lo siguiente sería proponer, debatir y aprobar una nueva Constitución.
Con la actitud que asuma la señora Sheinbaum ante esta reforma que encamina a nuestro país a un régimen totalitario, comenzaremos a conocer a la verdadera nueva presidenta.
Y toda aquella mexicana o mexicano que se informe sobre el tema, llegará a la misma conclusión: El objetivo es eliminar el contrapeso que para el Poder Ejecutivo, significa la Corte. No es, de ninguna manera, la búsqueda de más justicia para los pobres. Ésta última la ponen a prueba, constantemente, los tribunales de los estados.
Un criterio serio y luego de sesudo análisis sobre este tema, corrió a cargo del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). He aquí una de sus conclusiones:
De aprobarse la iniciativa de reforma constitucional, el daño al Poder Judicial Federal será mayúsculo, ya que implicará el cese inmediato de 1,655 ministros, magistraturas y judicaturas y generará un movimiento pendular del PJF para que sus integrantes dejen la posición de independencia e imparcialidad que actualmente tienen garantizada y se adentren en el campo de la política. En ese devenir, los cambios al estatuto jurídico y a la mecánica de selección de sus integrantes, buscan dejar a las personas juzgadoras a expensas del poder avasallante de la política, obligándolos a incursionar en el terreno electoral, lo que paulatinamente los irá deslizando a que se conduzcan políticamente y a que valoren y resuelvan las controversias constitucionales –de por sí aderezadas de un gran contenido político- mediante criterios de interés político, en un contexto en el que la expectativa de la reelección que se ha dispuesto para las magistraturas de circuito y las judicaturas de distrito, incorporarán un aliciente adicional para que su razonamiento se deje llevar por lo que en cada momento reclame el electorado. Cuando el Poder Judicial Federal deje de ser independiente, la ciudadanía quedará desprotegida, porque la independencia judicial, más allá de concebirse como una garantía institucional o una prerrogativa personal de sus integrantes, constituye un derecho esencial de las personas a contar con jueces, que, sin injerencias ni condicionamientos internos o externos y bajo una posición de estricta neutralidad, impartan justicia. Para no ir más lejos, sin independencia judicial, el núcleo genético de nuestro Estado constitucional, se verá seriamente fracturado, al renunciar a su obligación esencial a controlar la razonabilidad del poder y la propia salud de nuestro sistema democrático se encontrará en un riesgo inminente al verse debilitados los mecanismos que permiten la efectividad de los derechos y libertades de las y los mexicanos”.
… Marcelo confirma los desacuerdos con la reforma judicial
SE HA podido percibir en todo este debate, algún desacuerdo al interior del equipo de López Obrador… Primero, la virtual presidenta electa, Claudia Sheinbaum, anunció en su momento que la multicitada reforma saldría adelante dentro de un año… Lo hizo seguramente motivada por el nerviosismo mostrado por el sector financiero, quien se hizo presente con una baja en el mercado de valores, la depreciación del peso frente al dólar y un aumento en la inflación… Desde luego, la señora Claudia no quisiera iniciar su sexenio con una crisis de pesos y centavos… Pero esto no importó al Presidente, quien insistió en sacar la reforma lo más rápido posible e instruyó a Ignacio Mier, su hombre en la Cámara de los Diputados, a que insistiera en el tema… Esto dio pie a la salida de Marcelo Ebrard, quien dio la cara para decir que sí se darán cambios en el Poder Judicial, “pero que no serían significativos”… Esta participación del excanciller, es altamente significativa porque está más que apuntado para llevar la cartera de Economía… Se requiere de un trabuco para las negociaciones del Tratado de Libre Comercio con Canadá y Estados Unidos, el año venidero… La actitud de Marcelo es un reto a los designios totalitarios de AMLO, quien por cierto ya dejó atrás aquello de “jubilarse” una vez que entregue el poder el próximo 1 de octubre… A él le interesa sobremanera seguir controlando a MORENA y al ejército mexicano y no es por nada, pero en sus planes futuros está la promoción de Alfonso Durazo Montaño, cuya figura está en la sangre del autor de la “cuarta transformación” y de ahí la confianza plena en el sonorense… Bueno, es lo que se dice en los altos niveles… Ya veremos… Lo que no era secreto para nadie, continuará AMLO opinando e influyendo… De ahí, la interrogante respecto a cuánto tiempo tolerará la nueva presidenta a su antecesor… Es tan absurda la argumentación a favor de que el voto popular designe a los nuevos ministros, magistrados y jueces, que dos incondicionales del Presidente, los ministros Loretta Ortiz y Arturo Zaldívar, en su momento –hace meses- no ocultaron su desacuerdo en este procedimiento y, hace apenas unos días, una funcionaria judicial e hija de Olga Sánchez Cordero -Paula María García Villegas Sánchez Cordero-, envió un mensaje por redes advirtiendo que de llevarse a cabo esa reforma en los términos de palacio, sería como dar un golpe de Estado en el país… Lo que se ha expuesto, prevé un panorama incierto en una Cámara de Diputados que, a partir del inicio del periodo ordinario de sesiones este 1 de septiembre, tendrá una mayoría calificada a favor de MORENA, aunque en el Senado este partido requiere de dos senadores más para lograr las dos terceras partes… Algo que, también se prevé, no será un problema para el régimen… Lo sería si las matemáticas fueran perfectas en la política.
Guaymas, puerto de altura
EL PROYECTO para hacer del vecino puerto de Guaymas una entrada y salida al mundo, ha sido redactado por distintos gobiernos en los últimos 35 años; sin embargo, todo indica que será ahora, en el sexenio presidido por Alfonso Durazo, cuando ese sueño se convertirá en realidad… Han transcurrido meses en los que se han invertido varios millones de pesos en acondicionar las instalaciones necesarias para calificar un puerto de altura y el embarque de automóviles armados en Hermosillo por la planta Ford, para llevarlos a Lázaro Cárdenas, Michoacán (más de 1,400 por lo pronto), es en los hechos, la apertura del gran mercado internacional de Sonora… Correspondió al Gobernador del Estado dar el “banderazo” simbólico de salida de estos automóviles este martes 18 de junio… Decenas de contenedores sobre un gran barco marcarán el antes y el después para sentar las bases del desarrollo económico del Estado… Sin duda alguna, esta ha sido una de las noticias más trascendentales de la actual administración estatal… Enhorabuena por ello y que continúen las buenas nuevas.
HA TRASCENDIDO que Manlio Fabio Beltrones, senador electo, no buscará la coordinación de la bancada priísta en la Cámara Alta, por una razón especial: Sin renunciar a su militancia tricolor, solo quiere deberse a las y los sonorenses… No quiere estar ligado a las siglas del partido y se dedicará a ver por su tierra y tratar de cumplir el listado de necesidades que recogió durante su campaña… Así las cosas.
Y ALLÁ en la ciudad de México, Alejandro “Alito” Moreno, aún presidente del comité ejecutivo nacional del PRI, ha anunciado una reestructuración de ese instituto político, con un cambio de nombre y logotipo… Esto no pasará de ser una vacilada, porque lo que verdaderamente se requiere es un nuevo proyecto nacional y que la actual dirigencia se vaya… Pero “Alito” no se quiere ir… ¿Entonces?
DE REGRESO a Sonora, María Dolores del Río y Santos González Yescas, candidatos “morenistas” derrotados en el pasado proceso electoral, se dan el lujo de impugnar los resultados… No sólo están evidenciando su carácter antidemócrata, sino que también con su actitud, ofenden a los electores… ¿Por qué no se lanzan también e impugnan los resultados a favor de MORENA a lo largo y ancho del Estado?… ¿Ahí no hubo irregularidades?