En pleno domingo el gobernador Alfonso Durazo anunció algunos cambios en su gabinete en lo que de inicio se aprecia como un cierre de filas con gente de su probadísima confianza rumbo al curso de la segunda mitad de su sexenio.
De entrada, regresa al tinglado local quien fuera su secretario de Gobierno en el arranque del mismo, el doctor Álvaro Bracamonte Sierra, a quien pidió acompañarlo en las tareas de dirección política nacional como su secretario Técnico cuando Durazo Montaño fue designado presidente del Consejo Político Nacional de Morena, donde las cuentas que rindieron a su partido y a la virtual presidenta electa Claudia Sheinbaum Pardo están, a la luz de los resultados electorales, fuera de toda duda.
Álvaro Bracamonte toma el cargo de Coordinador de Asesores, que hasta donde se sabe ocupaba la maestra Olga Armida Grijalva, cuyo destino por cierto se desconoce, como se desconoce lo que hizo desde que fue asignada a ese encargo, si bien eso es entendible considerando que las tareas en esa oficina son de cero protagonismo y mucho escritorio y cabildeo interno.
Álvaro trae sobre su pecho muchos galones académicos y ahora también políticos tras una contienda electoral que finalmente resultó más complicada hacia dentro que hacia afuera, si recordamos cómo se pusieron las cosas en la etapa de selección de la candidata presidencial, donde hubo rispideces serias con Marcelo Ebrard y no pocas escaramuzas con Gerardo Fernández Noroña.
Un segundo nombramiento revelado ayer fue el de Froylán Gámez como muevo titular de la Secretaría de Educación y Cultura.
Segundo de a bordo en la fórmula del PT al Senado de la República, que encabezó Célida López, Froylán se desempeñaba hasta antes de su candidatura como Director General del Isssteson y en campaña resultó una revelación aportando el toque de seriedad y ecuanimidad, y un bien articulado discurso que para su mala suerte siempre estuvo en un segundo plano frente al ruidoso protagonismo de su cabeza de fórmula.
Era muy difícil, y aquí lo consignamos desde un inicio, que la fórmula del PT, un partido que históricamente no había rebasado los 70 mil votos en todo el estado, pudiera disputarle seriamente la primera minoría a la fórmula del PRI-PAN-PRD encabezada por Manlio Fabio Beltrones y Lilly Téllez.
Y eso no tiene que ver solo con los personajes, sino con el hecho cierto de que la alianza opositora no partía de cero, sino de una base electoral de más de 300 mil votos que obtuvo en 2021 y que difícilmente alcanzaría la fórmula del PT.
Algún día habrá de conocerse cuánto pesó, en el último día de la campaña, la revelación de Manlio Fabio Beltrones a propósito de un encuentro que buscó Célida con él para gestionar la libertad del hijo de Guillermo Padrés, y esa versión de Manlio en el sentido de que en 2021 Célida lo buscó para ayudarla a impedir que Alfonso Durazo fuera el candidato de Morena a gobernador.
Esa estocada final, independientemente de su veracidad (en campaña se dicen muchas cosas que no necesariamente son ciertas, como dijo antes el propio Beltrones) pegó más fuerte en el círculo rojo del gobernador que en el electorado, y finalmente el ‘Plan C’ en Sonora se frustró. Célida y Froylán no solo quedaron lejos de la primera minoría, sino que se fueron al cuarto lugar, superados por la fórmula de MC que encabezó El Pato de Lucas.
Estuve tratando de averiguar sobre el destino de Célida en el proyecto de la 4T sonorense y lo que pude saber mejor me lo reservo porque no le es muy favorable. Claro, también puede que nos dé una sorpresa próximamente.
Froylán Gámez llega a la SEC para relevar a Aarón Grageda, que al menos en un par de ocasiones me reclamó por citarlo en este espacio con el remoquete de “El Gabrielón”, en recuerdo de aquel legendario corcel de la zona rural oriente de Hermosillo al que corrían cada semana.
Una fuente del primer círculo duracista me dice que a Aarón le ofrecieron la rectoría de la Universidad Estatal de Sonora, que dejó acéfala el aguilucho mayor Armando Moreno Soto, pero no se sabe si Grageda Bustamante la ha aceptado. Quizá lo considere una degradación considerando su impresionante currículum académico, pero quizá valore antes la incontrovertible sentencia del gran filósofo César Garizurieta, mejor conocido como “El Tlacuache”, que a la letra dice: “vivir fuera del presupuesto es vivir en el error”.
A saber.
Armado Moreno no quedaría descobijado pues al parecer asumirá la titularidad del Consejo Estatal de Ciencia y Tecnología, donde se decide sobre temas en los que no es muy ducho, pero su compromiso con el proyecto de la 4T supera con creces ese escollo.
Al Isssteson llega Luis Osuna. Él se desempeñaba hasta ayer como subsecretario de Ingresos en la secretaría de Hacienda estatal. Es gente muy cercana a José Manuel Quijada “El Chemel”, titular de esa secretaría hasta antes de irse como candidato a la alcaldía de Agua Prieta, que ganó sobradamente.
Es contador público experto en fiscalización, fue jefe de un despacho contable muy exitoso en esos temas y al que debe atribuirse todo lo relacionado con el tema de la fiscalización de gastos de campaña de Morena, donde no ha prosperado ninguna denuncia sobre irregularidades.
Por último, Lizeth Vázquez fue nombrada como directora del sistema DIF estatal en relevo de la hoy senadora electa Lorenia Valles Sampedro, de quien es suplente en la fórmula de Morena al Senado.
Lizeth es, inobjetablemente un cuadro duracista químicamente puro. Hasta ayer se desempeñaba como asistente personal del gobernador, es fundadora de Morena en Sonora y, me dicen, ya en corto goza de todas las estimas del Ejecutivo y de su familia. Esto es importante si se considera que la presidenta honoraria del DIF es Rocío Chávez, nada menos que la esposa del gobernador.
Al igual que en el caso de Célida López, queda en la incógnita el destino de María Dolores del Río, la candidata de Morena a la alcaldía de Hermosillo, que mantiene un recurso de impugnación en tribunales sobre el proceso electoral capitalino.
Su nombre había sido manejado como posible relevo de Aarón Grajeda en la SEC, pero eso ya se esfumó. Luego les comento sobre otra versión en el sentido de que su insistencia en impugnar el proceso la dejó fuera de cualquier posibilidad de reintegrarse al gabinete duracista. El tema es delicado y por eso mejor se los comentamos cuando cotejemos algunas fuentes.
II
Y bueno, ya sé que la grilla de la ‘gabinetitis’ está muy sabrosa, pero mientras eso pasa, el magisterio sonorense anda de plácemes porque en la segunda quincena de este mes (o sea dentro de una semana) les caerá a sus personales cuentas de nómina el pago retroactivo del incremento salarial 2024 junto con la contribución federal en ese rubro.
Esto representa unos 240 millones de pesos que les ‘caerán’ a unos 32 mil maestros y maestras, personal administrativo y homologado de educación básica, federales y estatales en una nómina complementaria que corresponde a la primera mitad del año.
Este anuncio lo hizo el gobernador Alfonso Durazo destacando que esta aportación se realiza a la par de la contribución federal y con ello prueba que su gobierno es el que más ha invertido en la educación pública y gratuita en los últimos 50 años.
Humildemente, reconozco que no sé cuánto le vaya a caer en la nómina a cada maestro y maestra en esta quincena ya muy cercana; lo que sí sé es que la mayoría de ellos ya está en periodo vacacional y haciendo planes para, por lo menos, ir a tomar por asalto todas la ‘Ross’, las ‘Burlington’ y las tienditas de 1.25 que encuentren entre Nogales y Phoenix, aprovechando que el dólar todavía anda apenas por encima de los 18 pesos.
Por allá nos vemos.
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