Los hogares mexicanos destinan aproximadamente 68% de sus ingresos a cubrir necesidades básicas, siendo el incremento en los precios de bebidas y alimentos su principal preocupación, dijo la consultora NielsenIQ (NIQ).
De acuerdo con la firma, aunque en los últimos meses se ha observado un cierre en la brecha entre estos precios y la tasa de inflación, el consumo aún no ha alcanzado los niveles prepandémicos, evidenciando una recuperación gradual.
Según NIQ, se ha registrado un cambió en la forma de gastar por parte de los hogares, impulsado por el contexto inflacionario, con lo cual se ha generado tendencias en los hábitos de compra de los diferentes estratos socioeconómicos.
Así, en el caso del segmento de ingresos altos, se realizan compras más planeadas y bastas, orientadas al rendimiento del hogar, con lo que en general destinan 33.5% de sus gastos a la compra de despensas pequeñas y grandes.
“Las personas en esta categoría pueden elegir entre varios canales y ampliar sus gastos, incluyendo sus compras de categorías que no son de uso básico, como las categorías de higiene y belleza”, explicó NIQ.
Por su parte, las personas de ingresos medios diversifican más sus opciones de canal de compra, lo que significa que visitan más canales en búsqueda del ahorro, suelen elegir por conveniencia entre compras pequeñas de 2 a 5 productos o por el contrario, compras más grandes de despensa. En ese sentido, suelen dar mayor oportunidad a canales emergentes con la esperanza de encontrar mejores ofertas.
En el lado opuesto, el segmento de ingresos bajos, afectado significativamente por la inflación, destina su ingreso solo a adquirir lo necesario, principalmente en compras de pequeño volumen, a veces llegando al 80% de sus gastos.
Según NIQ, estos consumidores tienden a beneficiarse principalmente de los canales tradicionales y de descuento, buscando maximizar su poder adquisitivo en un entorno económico desafiante.
La consultora enfatizó que solamente con una comprensión profunda y empática de las distintas realidades de los consumidores mexicanos, las empresas podrán construir relaciones sólidas y sostenibles con sus clientes, contribuyendo así a una mayor inclusión y equidad en el panorama comercial del país.