Pasadas las elecciones de 2018 en Sonora, la gobernadora Claudia Pavlovich sostuvo un encuentro con periodistas y el tema ineludible fue la evaluación que desde su administración y su partido hacían del resultado electoral.
Alguien comentó el efecto de los programas sociales de la federación (AMLO ya tenía tres años en ejercicio de la presidencia) en ese resultado que en Sonora fue abrumador: Morena ganó las dos senadurías, las siete diputaciones federales y 17 de los 21 distritos locales así como la gran mayoría de ayuntamientos grandes, medianos y pequeños, incluyendo la capital, Hermosillo, que nunca había sido gobernado por una fuerza distinta al PRI o al PAN.
No recuerdo las palabras textuales de la gobernadora, pero fueron en el sentido de que el error de esos partidos fue no haber implementado ellos tales programas, al menos no de la forma en que los potenció Morena.
Porque el PRI fue el creador de varios de esos programas que el PAN continuó durante sus administraciones (incluso creó otros), pero ni de cerca se comparan en cobertura y montos dispersados con los actuales.
Con un agregado: buena parte del monto de esos programas se diluían en la maraña burocrática y de intermediarios o en el peor de los casos, en flagrantes actos de corrupción, tráfico de influencias, amiguismos y demás. El caso más emblemático en Sonora fue el de los uniformes escolares, programa creado durante la administración de Guillermo Padrés con un fin inobjetablemente noble, pero que en la práctica se convirtió en un negocio multimillonario para empresarios cercanos al gobernador, especialmente uno de nombre Mario Aguirre (que incluso fue arrestado y encarcelado), así como a hermanos, cuñados y primos del mandatario.
Hay quien piensa que estos episodios son agua pasada, pero definitivamente se quedaron en la memoria social y de manera clara inciden en el sentido de los votos. Porque en la recién concluida campaña electoral, todos los partidos políticos izaron la bandera de los programas sociales prometiendo no solo mantenerlos, sino incrementarlos y mejorarlos, pero a la luz del resultado es obvio que la mayoría del electorado no les devolvió la confianza.
El gobierno de Morena sabe bien el peso que tienen estos programas y los capitaliza de la mejor manera. Ayer veía un gráfico de la Secretaría del Bienestar difundiendo el calendario de los depósitos bancarios a personas adultas mayores, a personas con discapacidad y a niños y niñas hijos de madres trabajadoras. El gráfico tiene un encabezado sugerente: “6 años del triunfo del pueblo. AMOR CON AMOR SE PAGA”. La referencia a lo acontecido el dos de junio es obvia.
Sirva esta breve digresión para contextualizar lo que ocurre en estos momentos en Sonora, no solo con los programas federales, sino con los estatales, que han incrementado significativamente los presupuestos en secretarías clave, como la de Educación, que de 2022 a 2024 ha incrementado el suyo en más de 4 mil mdp, llegando este año a 24 mil mdp.
Y aquí hay dos programas fundamentales a los que se han orientados recursos: el de las Becas Sonora de Oportunidades y el de Uniformes Escolares Gratuitos. El primero tiene una cifra acumulada de mil 826 mdp de 2022 a la fecha, y se espera que al cierre del sexenio alcance los dos mil mdp anuales.
En el segundo, la inversión ha sido de mil 101 mdp. Y esos son, en el primer caso, recursos contantes y sonantes que caen en las cuentas personales de los beneficiarios, y en el segundo, artículos que liberan de gastos importantes a los padres de familia, lo cual no es un asunto menor. Porque también se incluye la entrega de ‘tablets’ para la inclusión tecnológica, útiles y desayunos escolares, programas que en conjunto han recibido casi 300 mdp.
Nomás como dato: el gobierno federal ha invertido en programas de apoyo al sector educativo mil 171 mdp, mientras el gobierno del estado rebasó los 2 mil 490 mdp.
Esto es significativo porque revela la voluntad del gobernador para privilegiar la educación como la principal vía para atacar la desigualdad social y permitir el desarrollo humano y material de los y las jóvenes sonorenses, algo en lo que por cierto ha sido muy insistente en estos primeros tres años.
II
Este tema es importante porque los programas sociales no pueden reducirse meramente a la cuestión político-electoral, ignorando el impacto que tienen en la vida cotidiana de los sonorenses. Esto es algo que ya han comprendido todos los partidos políticos, con la debida acotación de que varios de ellos no pueden echar mano de estas herramientas porque no se encuentran en ejercicio del poder.
Ahora bien, ¿son los programas sociales la llave para la eternización en el poder? Definitivamente no. Si así fuera, el PRI todavía estuviera gobernando, o Morena no habría perdido algunas plazas, señaladamente en capitales estatales.
El asunto tiene que ver con muchos otros temas que sería largo enumerar aquí, pero baste citar el caso de Hermosillo, donde Morena ganó en 2018 con lo más alto de la marea obradorista pero perdió tres años más tarde y volvió a perder en 2024 y en eso seguramente tiene que ver el ejercicio de gobierno de Antonio Astiazarán, signado por políticas públicas modernas e innovadoras, que llevaron a los hermosillenses a diferenciar de manera muy notable su voto.
El partido Morena y sus aliados, su candidata a la alcaldía María Dolores del Río no quedaron nada conformes con los resultados e impugnaron el proceso, de manera que este lunes, a instancias del Tribunal Estatal Electoral, comenzará el reconteo de votos en 378 paquetes electorales, que contienen no solo las boletas, sino también las actas de escrutinio y cómputo y las de incidencias.
Ya hubo un primer recuento y lo que sucedió es que aumentó la ventaja del Toño sobre Del Río, lo que llevó al alcalde a difundir ayer un mensaje en el que se pronuncia por el recuento las veces que sea necesario, con lo que parece demasiado seguro de que el resultado no tendrá variaciones significativas.
Hoy habrá encerrona en la sede del Comité Municipal Electoral, donde representantes de todos los partidos políticos estarán participando del recuento. Veremos en qué termina.
III
En jornada dominguera, el IEE aprobó la lista de diputados y diputadas plurinominales al Congreso local, privilegiando criterios de paridad de género para que la legislatura quede integrada con 17 hombres y 16 mujeres, con lo cual en el PAN ‘baja’ José Serrato Castell que encabezaba la lista y ‘sube’ Alejandra López Noriega que iba en el número dos.
En el PRD, Joel Ramírez que era cabeza de lista y ya se hacía derrochando talento en la tribuna legislativa, queda fuera y su lugar lo ocupa Ana Gabriela Tapia Fonllem, académica universitaria, perredista fundadora y compañera de batallas de su esposo Carlos Navarro López.
En MC por fin le hizo justicia la revolución a Gabriela Danitza Félix Bojórquez, mejor conocida como la Gaby Félix, a quien le habían venido escamoteando esa posición en procesos anteriores. Hoy formará bancada con Rogelio Manuel Scott.
Los pluris del PRI son Emeterio Ochoa Bazúa e Iris Sánchez Chiu; del PT, Jazmín Guadalupe Gómez Lizárraga; del Verde, Omar Francisco del Valle Colosio (lleva como suplente a Edgar Hiram Sallard). A Morena le tocó solo uno y es el dirigente estatal Julio Navarro; el Nueva Alianza Sonora tiene a César Adalberto Salazar López; el PES a Rosángela Amairany Peña Escalante y el PES, de nueva creación, a Raúl González de la Vega.
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