Se debe reconocer que muchas cosas malas que han pasado en las instituciones del Gobierno Federal durante los últimos sexenios, las tendrán que analizar con lupa y resolver los funcionarios de la nueva presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo.
En todas las comunidades, municipios y estados del país.
Las quejas públicas que normalmente vemos, escuchamos y leemos en los medios de comunicación por parte de los representantes de las cámaras empresariales, de los sindicatos, de las organizaciones de usuarios, de los jubilados o pensionados y de los derechohabientes; no provocan tanto descontento entre la población.
Por la simple razón que, de manera extraña, sentimos que es un hecho ajeno a nuestros intereses.
En cambio, ¿qué tal cuando uno mismo es el perjudicado, un familiar o una amistad con un caso extraordinario?
¡Ah, verdad!
Eso lo digo porque, para sorpresa de un servidor y la de otros hermosillenses (y seguramente de otros mexicanos), al llegar en estos días mi recibo mensual por el cobro de energía eléctrica que ha sido en los últimos años de alrededor de 600 a 700 pesos, ahora me llegó por 1,106; debido a que la CFE me cargó un “adeudo anterior” de 446 pesos.
¡Así de sencillo!
Que yo recuerde, la CFE nunca me ha fiado el pago del recibo en invierno y menos en verano.
Lo cual quiere decir que, si no pagas el recibo completo o si no te fían, al siguiente día muy temprano te cortan la luz y te sentencian a sufrir buscando quién te la reconecte.
Con más razón porque en los últimos años, en el medidor se utiliza una tecnología que solamente los trabajadores de la paraestatal le entienden; y tiene que ser el área especializada la que te reconecte y todavía peor: que el eléctrico que te pueda hacer ese favor, corresponda al sector de tu domicilio.
Obvio que en medio del calorón de estos días, en el módulo de la calle Juárez y Fronteras, la queja ha sido generalizada por los consumidores que hemos hecho fila para pagar en los cajeros automáticos, ya que también a ellos les llegó el “adeudo anterior”.
Les confieso que no obstante las peripecias de nosotros como simples ciudadanos que batallamos para ganar dinero y llevar el sustento a la casa, preferimos no perder tiempo en andar reclamando inútilmente ante la CFE la regresión de esa cantidad.
Por tal razón, ciframos nuestras esperanzas en que en los próximos recibos no aparezcan más “adeudos anteriores”.
Aunque debo ser sincero que antes de enviar estos comentarios, alguien me dijo que ese “adeudo anterior” que me cobraron en el recibo mensual de CFE, podría ser por los días anteriores de consumo de energía eléctrica que no corresponden al subsidio que se supone inició el 1 de mayo.
Siguiente cometario.
Pero no solo en la CFE se cometen estas acciones en contra de los usuarios, consumidores o en este caso a los derechohabientes.
En el Seguro Social de la calle Juárez de Hermosillo, hay un especialista en cirugía plástica de nombre Christopher Horacio Alcocer Cañez, quien lejos de hacer sentir bien a los pacientes tratando de mejorar sus condiciones de salud, hace todo lo contrario por despedirlos de su consultorio con un sentimiento de tristeza y en ocasiones hasta llorando.
Ese fue el caso reciente de una muchacha de apenas 20 años de edad, a quien se le formó una bolita en la oreja por una perforación para ponerse aretes; y a quien el cirujano plástico no atendió bien y tampoco la quiso operar.
Argumentándole más o menos con estas palabras:
“¿Qué tal si cuando yo te vaya a operar llega otra persona que sea muy mayor y que tenga que operarla de emergencia? Ahí le quitarías esa oportunidad a alguien que tiene menos posibilidades que tú”.
Obvio que en su calidad de médico del sector público, me imagino que se atreve a decir y hacer eso, y otras cosas peores; haciéndole creer a la gente que recibimos un favor de su parte.
Por lo que les aseguro que ese doctor tiene dos caras.
Ya que esos atropellos no lo hace en su consultorio particular, del cual no dice su ubicación, ya que las solicitudes de citas se hacen exclusivamente por las redes sociales de internet donde se anuncia.
Ojalá que la delegada del IMSS en Sonora, María de Lourdes Díaz Espinoza, ponga atención a esta queja y a otras que seguramente hay en contra de este médico y posiblemente de otros, con el fin de que no haya este tipo de barbajanadas.
Igualmente el llamado al Consejo Mexicano de Cirugía Plástica, Estética y Reconstrucción A.C., que es la organización a la cual está afiliado este cirujano plástico que denigra la profesión de sus colegas.
Por hoy la vamos a dejar de este tamaño.
Nos vemos en la semana.