Cierto que muchas calles del centro de Hermosillo están destruidas.
Pero bien valen la pena todas las molestias a los peatones y automovilistas que rejonean por otras vialidades para llegar a su destino.
Inversiones de los tres niveles de gobierno hemos visto que se inyectan en nuestro casco urbano, con el fin de seguir convirtiendo a esta capital en una ciudad más funcional y acorde a las necesidades de su gente y sus visitantes.
Con una existencia de más de 300 años, resulta obvio que mucha infraestructura urbana está deteriorada y urge rehabilitarla.
Tal es el caso, entre muchos otros, del mercado municipal que tiene más de100 años de haberse construido y que está recibiendo una remodelación profunda por parte del Gobierno del Estado; al grado que los comerciantes tuvieron que irse temporalmente a otros locales ubicados dentro del mismo centro de la ciudad.
No podemos negar que estos trabajos serán de gran ayuda para la funcionalidad que se ocupa en nuestro municipio.
Sin embargo, no debemos de olvidar que la ciudad sigue creciendo hacia la periferia con asentamientos de interés social y hasta invasiones.
Aparte que cada vez hay más gente y circulan más carros que saturan nuestras calles
Razón por la cual, se van muchos recursos en las áreas de rodamiento.
Bulevares que en otros años eran considerados como vías rápidas, ahora son “cuellos de botella” porque les falta un puente elevado o quizá uno deprimido.
O simplemente se requiere abrir otro carril o reprogramar los semáforos.
Proyectos hay muchos, obvio.
Lo que falta es el dinero.
De hecho, el Gobierno del Estado y el propio Ayuntamiento de Hermosillo, tienen dependencias encargadas de hacer proyecciones a toda la infraestructura urbana que se ocupa.
Una de esas posibilidades de construcción que incluso ha declarado el presidente municipal reelecto, Antonio Astiazarán, es un puente (creo que deprimido) en las confluencias de los bulevares Colosio y Solidaridad, donde a todas horas hay un gran congestionamiento de carros que circulan en todos los sentidos.
Confiamos en que pronto se empiecen a ver los trabajos de construcción, los cuales seguramente darán muchas molestias a los peatones y automovilistas.
Pero bien valdrá la pena.
Así mismo confiamos en que se siga trabajando en la rehabilitación del resto de nuestras vialidades por las colonias y barrios de Hermosillo; sin olvidar las áreas rurales.
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Con la toma de protesta a Martha Patricia Patiño Fierro como rectora de la Universidad Estatal de Sonora (UES), se estrenó dando nombramientos públicamente Froylán Gámez Gamboa en su calidad de nuevo secretario de Educación y Cultura (SEC).
La UES, que anteriormente se llamaba Centro de Estudios Superiores del Estado de Sonora (Cesues), la creó -como ya se sabe- el ex gobernador Samuel Ocaña García en los tiempos que más se registraban huelgas en la Universidad de Sonora. Por lo que también era necesario ofrecer cupos a los estudiantes que quedaban fuera y licenciaturas o carreras acorde al sector productivo de nuestra entidad.
Debido a las pocas oportunidades de estudio de los ochenteros jóvenes de la frontera noroeste de nuestro estado, el primer plantel y la Dirección General de la novel institución ochentera estaba ubicado en San Luis Río Colorado, siendo el primer director -o rector- Tomás Cid Lucero.
Si no me equivoco.
Ahora y después de 40 años con una población aproximada de 15 mil estudiantes, convertida en una institución de prestigio por tan excelentes profesionistas egresados de muchas licenciaturas y principalmente ingenierías en geología y temas por el estilo, la UES recibe como autoridad principal a la ex diputada Paty Patiño.
La dama cajemense es una servidora pública de carrera que se le recuerda mucho en Hermosillo, por haber sido una de las diputadas netamente de izquierda que hizo valer su palabra e hizo buen ejercicio legislativo, cuando ocupó su curul en el Congreso del Estado de Sonora con los colores amarillo y negro del PRD.
La historia de Paty Patiño con el gobernador Alfonso Durazo data desde hace como 20 años, ya que ambos fueron candidatos de fórmula del PRD al Senado de la República en el año 2006.
Esta elección la ganaron los panistas Guillermo Padrés Elías y Javier Castelo Parada; siendo el mejor perdedor el priista convertido en candidato del Panal, Alfonso Elías Serrano.
La historia de algunos de ellos, pues ya se las sabe.
Pero aun así, se las voy a recordar:
Guillermo Padrés se convirtió en gobernador y tuvo como suplente en el Senado a Emma Larios; Javier Castelo ejerció período completo y no se volvió a ver en la política, sin darle nunca chance a su suplente Olga Lorena Cáñez; Alfonso Elías al perder la Gubernatura se regresó a la Ciudad de México y le quitó la suplencia a Fermín Trujillo Fuentes.
Esto último supuestamente por órdenes del político Manlio Fabio Beltrones, lo cual le molestó al también ex gobernador Eduardo Bours Castelo; ya que al parecer había un arreglo con la dirigente del SNTE, Elba Esther Gordillo, para que se quedara el resto del período el maestro Fermín Trujillo.
Por otra parte y en ese tiempo, por cierto, se mencionaba que el priista Miguel Angel Murillo se iría al partido del Sol Azteca.
Sin embargo, finalmente se quedó donde mismo.
Bueno, amigos.
Por hoy es todo.
Seguimos la semana que entra.