Las defunciones por Covid-19 el año pasado se redujeron 89 por ciento en comparación con las registradas en 2022, lo que sacó a la enfermedad de la lista de las 10 principales causas de muertes entre los mexicanos, según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
De acuerdo con el reporte “Estadísticas de Defunciones Registradas” del Inegi, en 2023 se registraron 794 mil 739 defunciones en nuestro país, siendo la primera causa de los decesos las enfermedades del corazón, seguidas de diabetes mellitus y en tercer lugar están los tumores malignos.
En el caso del coronavirus, es la primera vez desde su aparición en nuestro país en 2020 que está fuera de las 10 principales causas de muertes.
La Secretaría de Salud informó el 10 de julio de 2024 que había confirmadas 375 defunciones por Covid-19, cifra inferior a la registrada en el mismo periodo del año pasado. Sobre el número de enfermos, las autoridades sanitarias también reportaron una disminución, aunque reconocieron que entre mayo y junio hubo un repunte de casos.
El 17 de julio de 2024, la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) alertó sobre la tendencia a la alta desde el mes de junio de los contagios por Covid-19, de acuerdo con los datos de la Dirección General de Epidemiología en su reporte semanal.
En un comunicado, la UNAM recomendó retomar el uso de cubrebocas en lugares cerrados sin ventilación, permanecer en casa en caso de presentar síntomas de enfermedades respiratorias, aplicar dosis de refuerzo de la vacuna para poblaciones vulnerables, procurar la ventilación de auditorios y espacios cerrados, entre otros.
Por su parte, el pasado martes 6 de agosto, la Organización Mundial de la Salud (OMS) advirtió que las infecciones por Covid-19 están aumentando en todo el mundo: “Las pruebas con resultado positivo rebasan el 10%, pero la cifra fluctúa según la región. En Europa, ese porcentaje es superior al 20%” informó la doctora Maria Van Kerkhove, directora de Prevención de Pandemias de la OMS. Agregó que la vigilancia de aguas residuales sugiere que la circulación de la enfermedad es de dos a 20 veces mayor que las cifras documentadas.