El Zancudo. Por: Arturo Soto Munguía
Entiendo que la aspiracionista lectora, el trepador lector tienen sus residencias en La Jolla, Los Lagos y Las Riberas del Pitic, de manera que no le batallan mucho con los avatares que sufrimos el resto de los habitantes de este desnaranjado pueblo en las colonias que van desde la clase media exageradamente estable, a los sectores todavía más bajos.
Por diversas razones, con el transcurrir del tiempo por toda la ciudad aparecieron casas abandonadas, un tema que se sumó a la cotidianidad de por sí azarosa de algunas colonias, donde por lo menos, no falta un vecino que de lunes a domingo saque su bocinón fiado para amenizar las horas de la madrugada con bellísimos corridos tumbados y uno que otro romántico reggaeton a todo volumen.
El asunto de las casas abandonadas es más serio. Muchas se han convertido en basureros y en el peor de los casos, han sido invadidas por personas ajenas al barrio, de comportamientos sospechosos y para decirlo lisa y llanamente, las han convertido en ‘picaderos’ y tiraderos de droga.
El Ayuntamiento tiene geolocalizadas al menos mil 900 casas abandonadas en distintos puntos de la ciudad y está desarrollando un programa muy interesante para rescatarlas, volverlas habitables y venderlas a un valor por debajo del mercado, preferentemente a acreditad@s de Infonavit.
En los próximos tres años, informó el alcalde Antonio Astiazarán, se tiene proyectado recuperar al menos 500 de esas viviendas, identificadas a partir de las denuncias de vecinos afectados.
El procedimiento no es sencillo, pero se está haciendo: primero se ubican, se busca mediante edictos a las personas que se consideren con derechos sobre esas viviendas; si eso no sucede, se declara en abandono y el gobierno municipal se convierte en poseedor (no dueño) para proceder a rehabilitarlas. Esto es mediante el programa “Con Hogar CRECES”.
Otra estrategia es “Aliados por la Vivienda”, con la que el Ayuntamiento compra casas recuperadas por Infonavit una vez que sus derechosos dejaron de pagarlas; se rehabilitan y se venden a un precio menor al que hay en el mercado.
Estos programas, donde por cierto juega un papel importante el director de Promotora Inmobiliaria, Luis Ernesto Nieves, mejor conocido como “El Güero”, y la síndica municipal Zaira Fernández, atacan varios problemas al mismo tiempo: el de las casas abandonadas, el de salubridad, el de seguridad vecinal y el de la contracción del mercado de vivienda popular, ya que las compañías constructoras no están edificando viviendas de precios accesibles para las familias menos favorecidas económicamente.
II
Son más de 172 mil personas las que se atienden en el Hospital Chávez de Hermosillo. Con esa derehohabiencia es natural que sus instalaciones y equipos sufran irremediablemente el paso del tiempo; más si a lo largo de los años solo se le habían realizado cambios cosméticos, ‘manitas de gato’ que no resuelven de fondo las necesidades de los derechohabientes y del propio personal.
Ayer iniciaron obras de rehabilitación, mejoras y equipamiento con una inversión de 34 millones de pesos que se aplicarán en las áreas de imagenología, urgencias, encamados, quirófanos, cocina, comedor, azotea; instalaciones eléctricas, tableros para gases medicinales, sistemas detectores de incendios, plafones y pintura antibacterial, entre otras áreas, como Rayos X.
Estos recursos, informó el gobernador Alfonso Durazo, provienen de un crédito solicitado para mejorar la infraestructura hospitalaria y avanzar en el compromiso de garantizar el acceso a la salud universal.
III
A mí también me pareció extraño que un informe de trabajo legislativo se llevara a cabo en un cine, pero Natalia Rivera expuso allí los motivos para que así fuera.
Resulta que en esa sala, hace poco más de dos años, el dirigente municipal de Movimiento Ciudadano, Rogelio Cota la invitó para que lo acompañara en un evento; allí, Manuel Scott, el dirigente estatal le propuso se incorporara a la bancada del Partido Naranja, algo que después de un análisis a conciencia aceptó, para convertirse en lo sucesivo en la bujía de esa fracción parlamentaria al grado de ser la diputada que impuso récord de iniciativas presentadas (33) y aprobadas (11), además de otros productos legislativos de gran impacto social: parlamente abierto; tipificación de la sumisión química como delito; apoyos a las infancias (señaladamente niñas); internet universal; transparencia y rendición de cuentas, entre otros.
Como una forma de recordar ese paso que dio al moverse desde la bancada del PRI, llevándose además con ella a El Pato de Lucas (él mismo ha reconocido que fue Natalia quien lo convenció), fue que su Tercer Informe de Trabajo Legislativo se realizó en la sala de CineMex Metro Centro, un espacio inusual para este tipo de eventos.
Allí estuvo acompañada de la plana mayor de MC; de su equipo de trabajo, de una buena cantidad de “Guerreras”, como llama a las mujeres que la acompañaron también en su campaña por la alcaldía de Hermosillo, y ciudadanos de diferentes barrios y colonias de la capital.
Un buen evento, original y festivo con el que Natalia Rivera prácticamente se despide de su gestión en el Congreso del Estado, y se apresta a comenzar una nueva etapa en el servicio público, ahora como regidora en el Ayuntamiento de Hermosillo donde, no tengan duda alguna, tendrá un papel protagónico en los temas ciudadanos.
IV
Tempranito se reportó el buen Humberto Souza para aclarar lo publicado en este espacio a propósito de un supuesto crédito fiscal con el que se habría beneficiado para hacerse de un condominio en exclusiva zona de Puerto Peñasco, donde por cierto ha hecho buena parte de su carrera en el servicio público y como consultor y asesor de empresas privadas.
Por supuesto, negó rotundamente la especie y aseguró que efectivamente, tiene varias propiedades pero puede soportar documentalmente la legal adquisición de las mismas con el producto de su trabajo, que por cierto no ha sido solo en la burocracia. De hecho, como consultor empresarial obtuvo un contrato de la empresa que construyó la primera fase de la planta fotovoltaica.
Sus ingresos, afirma, están a la vista y debidamente registrados ante las autoridades hacendarias mediante el oportuno pago de impuestos.
Atribuyó la especie al fuego amigo -y no tan amigo- que suele acompañar a los personajes públicos, sobre todo cuando incursionan en la política, donde se mueven bastantes intereses de todo tipo. Cualquiera, dijo, puede revisar mi trayectoria de muchos años como servidor público y como consultor de importantes empresas y verá que mi patrimonio corresponde a los ingresos obtenidos. Sí tengo propiedades, pero todas adquiridas legalmente y con el producto de mi trabajo, concluyó.
Ah, por cierto, aprovechó para deslindarse de un añejo litigio del hoy alcalde de Puerto Peñasco, Jorge Pivac con empresarios norteamericanos y del cual se dijo completamente ajeno. En realidad, en el texto de ayer no plantee su involucramiento en ese caso al que solo cité como contexto para ilustrar antecedentes del alcalde, al que hoy se le involucra en una supuesta subasta de terrenos en aquel municipio, subasta de la que ni siquiera estoy enterado, aseguró.
En atención al derecho de réplica, se ofrece el espacio para la aclaración respectiva.
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