El presidente Andrés Manuel López Obrador negó que la iniciativa de reforma al Poder Judicial de la Federación (PJF) vaya a generar una carga económica o pueda perjudicar a la próxima administración que habrá de encabezar la presidenta electa Claudia Sheinbaum Pardo, como lo expresó el embajador de Estados Unidos, Ken Salazar.
López Obrador sostuvo este lunes en su conferencia mañanera que dicha iniciativa ha generado mucha especulación de parte de sus opositores, pero debe ser el pueblo quien decida si avanza, pues argumentó que eso es la democracia.
“Ha a habido mucha especulación sobre este tema por nuestros adversarios y por los que no quieren la democracia. Están enseñando el cobre y no quieren que sea el pueblo el que decida”, señaló el mandatario federal.
El presidente insistió que debía preguntarse a la gente si quiere nombrar a jueces, ministros y magistrados, como propone su iniciativa de reforma constitucional o que sea el Poder Legislativo quien lo haga. A su vez, afirmó que el pueblo es quien quiere tomara la decisión.
López Obrador aprovechó el tema de la reforma al Poder Judicial para atacar a la intelectualidad en el país, de quien dijo “dan pena ajena” y subrayó que, pese a ser “los más inteligentes de México”, consideró que “han llegado a un nivel de confusión, de obcecación, que raya en el ridículo”.
Se refirió en particular al escritor Enrique Krauze y dijo que está “en franca decadencia”, como otros intelectuales, a los que considera son sus alumnos, como Jorge Volpi y Jesús Silva-Herzog Márquez.
Sin embargo, sostuvo que afortunadamente viene una nueva generación de intelectuales con más vigor científico y más “honestidad intelectual”, pero sobretodo, “más apegados a la verdad”.
Sostuvo que los intelectuales hacen “lobby” en medios extranjeros para atacar a su Gobierno y sostuvo que estos mismos medios extranjeros como The Wall Street Journal o The Washington Post, están dominados “por oligarquías” y de quienes se sienten dueños del mundo, pero en el fondo “son muy facciosos, son pasquines” y agregó que quienes promueven información adversa, creen que tendrá “un efecto explosivo políticamente hablando en México”.