Ciudad de México.- En medio del debate sobre si la Corte puede revisar la reforma al Poder Judicial aprobada en el Congreso, la Ministra Lenia Batres advirtió que si se aceptara el tema se estaría dando un golpe de Estado.
La Corte debatió dos proyectos: uno que dice que es viable abrir una controversia para determinar si la reforma de la 4T es revisable, y otro que afirma que es imposible para el tribunal ejercer cualquier tipo de control sobre la Constitución y el proceso para reformarla.
“Asumir la interpretación, implicaría abrir la puerta para que la SCJN revise cualquier reforma a la Constitución, pues no existirá parámetro constitucional ni legal que limite a una SCJN que intenta subordinar a los otros Poderes de la Unión y que, incluso, plantea sujetar a su voluntad al poder reformador.”La SCJN actúa de manera tiránica, despótica y autoritaria al tratar como inferiores jerárquicos a tales poderes, incluso al poder reformador, que tiene representación directa del pueblo soberano y en el que está representada toda la población, pues participan todos los legisladores del País”, consideró la Ministra Batres.
Dijo que al buscar la manera de atender la petición busca satisfacer a toda costa la pretensión de los Jueces y Magistrados solicitantes.
“Además, menoscaba la autoridad y honorabilidad de esta SCJN, pues los ministros estamos impedidos para emitir una resolución en un asunto en el que somos los primeros interesados, pues es una decisión que directamente nos involucra”, advirtió la Ministra Batres.Alertó que al admitir a discusión el tema, la Corte sería “juez y parte” porque su actuación no sería independiente ni imparcial. “En todo caso, los ministros de esta Corte tendrían que declararse impedidos y solicitar al constituyente permanente que dirima el conflicto”, planteó.
“En conclusión, la alta responsabilidad que confiere la Constitución a la Suprema Corte para ejercer de manera exclusiva el control jurisdiccional de la constitucionalidad de actos y normas generales está vinculada al ejercicio estricto de las atribuciones que la propia Constitución le asigna, de tal manera que, si la Suprema Corte se arroga atribuciones que no tiene, viola el principio de supremacía constitucional, así como la división de poderes y el Estado Constitucional de Derecho.
“La Suprema Corte de Justicia de la Nación estaría dando un auténtico, y lo digo con todas sus letras, golpe de Estado al pretender someter a control constitucional el trabajo del poder reformador, que ha participado en el proceso de reforma constitucional en materia del Poder Judicial”, manifestó la Ministra Batres.
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