La Pequeña Dosis de Historia. Por: Dr. Joaquín Robles Linares
La memoria es hija de los recuerdos y estos se confunden ante las emociones, el estudio sistemático del pasado cambia las coordenadas, hace que lo sucedido se analice con rigor distanciándose del desconcierto que suelen provocar las realidades.
¿Cuáles son las condiciones que modelan a un personaje?, ¿qué lo lleva a convertirse en quién cambia el rumbo de una nación? Los historiadores buscan respuestas que reclaman certidumbre, la materia con lo que se construyen los argumentos son los archivos, testimonios, relatos y la confrontación de diversas fuentes de las que brotan revelaciones.
Ignacio Almada Bay publicó recientemente: Álvaro Obregón. Caudillo del pasado, espejo del presente. Ed. Crítica. Resultado de un trabajo de décadas de un gran escritor sonorense, quien con erudición ha hilvanado la vida de este personaje, la Revolución mexicana, Sonora y la participación revolucionaria de una generación de mexicanos imprescindibles para entender al México actual. Descubre una nación sangrada y exuberante en facciones, con pluma vertiginosa y pulso quirúrgico nos introduce en este movimiento huracanado que modificó la existencia de un País y que tuvo un epicentro sonorense.
Esclarece el preludio de quien prologaría una Revolución y su expresión más vertical, la Presidencia de la República, desarrolla vívidamente el escarpado trayecto de un presidente municipal provinciano y afanoso agricultor, quien en pocos años resulta un militar brillante y político ingenioso. Este esfuerzo historiográfico se resume en origen, existencia y epílogo de uno de los revolucionarios más sobresalientes, proveniente de un espacio remoto y aislado del centro político nacional. Territorio de condiciones peculiares en torno a las familias, región, pueblos originarios, frontera, lugar de instituciones débiles que engendró parentelas extensas y cohesionadas.
Obregón pertenecía a una familia arquetípica del antiguo septentrión novohispano, donde las formas sociales, las instituciones, la religión y las aisladas poblaciones se traducían en formas de autogobierno. Los Obregón Salido procrearon 18 hijos, siendo Álvaro el menor, viviría en un ambiente multitudinario de redes familiares, castigado por la orfandad, estaría tutelado por tres hermanas y custodiado por siete hermanos.
Protagonista de una vida desafiante, su pasión por la agricultura y su vocación por el poder, una incursión revolucionaria tardía lo llevará a un rutilante desempeño, su paso por el Constitucionalismo es fulgurante, tendrá consecuencias, se convertirá en un mutilado de guerra. Un carácter efervescente, acompañado de un pensamiento estratégico va tallando un Obregón de proyección nacional, distante de aquel alcalde provinciano. En la Presidencia dispondrá de la argamasa del poder modelando su contenido, fundador de instituciones y de una administración pública innovadora.
El doctor Almada no es indulgente ni se deja avasallar por la cercanía, expone sus errores, así como esa pulsión violenta y vengativa ante sus enemigos sin importar la afinidad o parentesco. Huitzilac será una reminiscencia brutal. El autor nos acerca a una figura nuestra y entendida desde su origen, nos expone al General que se le guarda afecto y respeto, relata como siendo niño y acompañando a su padre, observa impresionado cómo indígenas mayos ataviados con raídas ropas color caqui se acercan a la tumba del divisionario, imperturbables, dando muestras de su reservada sencillez y lealtad.
El doctor Ignacio Almada Bay, descubre el espejo donde se reproducen las sombras y destellos de quien nació entre el río y el valle, que murió asesinado intentando regresar a la Presidencia y que nos heredó algo más que evocaciones militares, fruto de un País que ha vivido ensimismado en la muerte y la traición.
El libro se presentará en Librería Gandhi de Hermosillo, el viernes 11 de octubre a las 18:00 horas.