El presidente Joe Biden vio de primera mano el domingo parte de la devastación que causó el huracán Milton en las costas de Florida, incluidos montones de escombros anegados afuera de casi todas las casas en una comunidad costera y el techo destrozado del Tropicana Field, casa del equipo de béisbol Tampa Bay Rays.
Por su parte, la vicepresidenta Kamala Harris pasó un segundo día en Carolina del Norte, con áreaas que fueron fuertemente impactadas por el huracán Helen, para celebrar un servicio con feligreses de raza negra y participar en un evento de campaña.
Después de una gira aérea y una sesión informativa, Biden dijo que estaba agradecido de que el daño de Milton no fuera tan severo como habían anticipado las autoridades. Pero agregó que seguía siendo un evento “cataclísmico” para las personas en el paso de la tormenta y que muchos perdieron artículos personales irremplazables cuando sus hogares resultaron inundados. El presidente elogió a los rescatistas que llegaron incluso desde Canadá.
Pide solidaridad
“Es en momentos como este que nos unimos para cuidarnos los unos a los otros, no como demócratas ni republicanos, sino como estadounidenses”, dijo Biden después de ser informado por funcionarios federales, estatales y locales, y de reunirse con residentes y algunos de los rescatistas. “Somos un Estados Unidos”, agregó.
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