La incertidumbre generada por la amenaza arancelaria por parte del gobierno norteamericano provocará que empresas aumenten sus volúmenes de exportación y a su vez saturarán las fronteras, coincidieron especialistas.
Jesús Campos, experto en cadena de suministro, compras y administración de proyectos, comentó que las empresas buscarán enviar todo lo que puedan y llenarán sus almacenes para no tener que pagar el arancel del 25 por ciento
Sin embargo, señaló que no todas las empresas están preparadas para hacer el envío de una demanda adicional, o cuentan con los almacenes necesarios y disponibles para incrementar sus volúmenes de exportación.
“Lo que pasa cuando ocurren este tipo de demandas es que, una vez llegas al cruce de la frontera, está llena, porque las aduanas no se preparan para eso. Si el Gobierno entendiera facilitaría los procesos”, dijo en conferencia de prensa.
En ese sentido, explicó que se generarán picos de demanda y no se va a poder responder a dicho escenario. No obstante, destacó que las compañías no pueden generar capacidad logística para picos de demanda porque trabajan con producciones niveladas.
“Este problema lo vamos a ver del lado del mercado norteamericano, donde las empresas se están inventariando, y en unos meses caerá la demanda en el mercado mexicano porque ellos van a estar sobre inventariados. Vamos a tener estos vaivenes, no se pueden tomar medidas definitivas ante eventos coyunturales”, refirió.Camilo Mora, especialistas en logística y cadena de suministro, expuso que es difícil estimar cuántos sobrecostos traerá la amenaza arancelaria. No obstante, destacó que esto tendrá implicaciones en el corto, mediano y largo plazo.
“Vamos a tener problemas de inventarios de aprovisionamiento en donde las compañías se están preparando para estos potenciales cambios de consumo y precios. Esto a lo largo del tiempo va a provocar un alza en el precio de los productos”, comentó.
Asimismo, detalló que si las empresas quieren competir con el incremento, tendrán que buscar la forma de hacer más eficientes sus operaciones, de tal forma que no desperfilen al cliente y puedan seguir compitiendo.
Claudia Ávila Connelly, experta en inversión extranjera directa y nearshoring, comentó que México seguirá con su atractivo como exportador, y eventualmente le podría convenir dicha situación por la demanda mayor que se haga en el envío de mercancías.
Coincidió en señalar que la amenaza arancelaria tendrá implicaciones a largo plazo, porque no solo es que el día de hoy las compañías, en vez de requerir 10 unidades de proveeduría, necesiten enviar 30 para evitar aranceles.
“También es el transporte y el almacenamiento. No sabemos si en Estados Unidos hay suficientes naves industriales para albergar el inventario adicional”, comentó.
La especialista agregó que en algunos casos prácticos los diferentes actores de la cadena logística se están organizando, es decir, desde el que produce, así como el que empaca, el que la transporta, el importador, hasta la tienda donde se vende el producto para ser más eficientes.
Enfatizó que, si bien todos los actores de la cadena logística asumirán un poco del costo por esta situación, el consumidor será el más afectado.
“El gran riesgo es el rompimiento de cadenas porque no se configuran tan fácilmente y después de la pandemia hicimos un gran esfuerzo regional de conciliar las cadenas logísticas en Norteamérica y la competencia está en otras grandes fábricas del mundo como Asía y Europa”, puntualizó.
Por último los especialistas señalaron que el próximo 2 y 3 de abril se darán cita, en el Centro Banamex diferentes especialistas en logística para discutir, en el marco del The Logistics World Summit & Expo los retos que enfrentará México en los próximos años no solo con el tema arancelario, sino también con la revisión del T-MEC.
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