En medio de la reestructura de sus negocios y con el fin de optimizar su desempeño, Nissan anunció que a partir del próximo año consolidará la producción de las pickups Frontier/Navara, actualmente dividida entre México y Argentina, en la planta CIVAC, en Morelos.
De cara a que el mexicano Iván Espinosa asuma las riendas de la empresa japonesa como su nuevo director general (CEO) global en abril, y en medio de las tensiones arancelarias de Donald Trump, Nissan está emprendiendo medidas de transformación enfocadas en mejorar la competitividad de sus productos y construir un negocio más ágil.
“A partir de enero de 2026, Nissan América Latina consolidará la producción de las pickups Nissan Frontier/Nissan Navara, actualmente dividida entre México y Argentina, en un único centro de producción regional, centralizado en la planta CIVAC, en Morelos, México.
“Esta planta, que opera con dos líneas de producción, se enfocará en la fabricación de pickups en la Línea C2, mientras que la Línea C1 -anteriormente utilizada para la fabricación de un volumen adicional temporal de vehículos de pasajeros, como se anunció previamente- concluirá esta actividad en el último trimestre de 2025, tras superar el objetivo de producción temporal inicial de este proyecto en más de un 30 por ciento”, indicó la compañía este viernes en un comunicado.
Rodrigo Centeno, presidente y director general de Nissan Mexicana e Infiniti, destacó que esta medida es una clara muestra de reconocimiento a la tradición manufacturera mexicana.
“Esta pickup es uno de los productos más exitosos de nuestro portafolio”, remarcó Centeno, citado en el comunicado.
“América Latina es una región clave para el negocio de Nissan, representando el 15 por ciento de las ventas globales de la compañía y el 25 por ciento de su producción a nivel mundial. En el año calendario 2024, Nissan América Latina vendió 426 mil unidades”, expuso Guy Rodríguez, presidente de Nissan América Latina.
El miércoles, el próximo CEO global de la empresa, Iván Espinosa, de 46 años, reconoció que cambiar una gran empresa como Nissan no será tarea fácil.
“Un director general normalmente se enfrenta a una o dos crisis importantes en su carrera. Yo voy a tener que lidiar con cuatro o cinco al mismo tiempo. Tengo que trabajar en un cambio de rumbo. Tengo una profunda crisis de moral en la empresa. Tengo que hacer un profundo trabajo de transformación”, manifestó en Atsugi, cerca de la sede central de Nissan en Yokohama.
Espinosa se mostró abierto a la posibilidad de volver a negociar con Honda para asociarse, al reconocer que el impulso de la industria automovilística hacia los coches inteligentes “va a requerir mucho trabajo y mucha inversión que probablemente necesitará algún socio”.
El fabricante japonés se prepara para registrar su tercera pérdida neta anual en los últimos seis años, sus ventas están cayendo y las negociaciones con Honda para asociarse fracasaron el mes pasado bajo el mando de Makoto Uchida.
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