CDMX.- Desde 2019, las autoridades federales detectaron la comercialización de huachicol a través de supuestas importaciones de combustible que llegan por buque a puertos mexicanos y desde entonces la pesquisa apuntó al Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), de acuerdo con fuentes de seguridad.
El esquema se puso en evidencia los últimos días de marzo con el aseguramiento de 18 millones de litros de huachicol en puertos de Tamaulipas y Baja California.
En ambos aseguramientos se vio implicada Mefra Fletes, que opera desde Nuevo León y Jalisco.En Ensenada, parte de la flota de pipas halladas con combustible ilegal pertenecía a Mefra Fletes. Y en Tampico y Altamira, el terreno donde se encontró el huachicol era administrado por esa empresa.
Esta compañía supuestamente tiene relación con Impulsora de Productos Sustentables (IPS), empresa que fue creada en el 2013 en Guadalajara para comprar y vender hidrocarburos, así como para el transporte, almacenamiento y distribución de esos productos.
En el entramado del que forman parte Mefra e IPS, sobresalen al menos 15 empresas factureras, fantasma y otras ligadas al CJNG, señalan las indagatorias federales.En Nuevo León, Grupo REFORMA constató que Mefra cuenta con patios industriales a apenas un kilómetro de distancia de la refinería en Cadereyta.
En recorridos en los últimos días se confirmó que las instalaciones están resguardadas las 24 horas por la Guardia Nacional y, aunque no se observaron sellos de clausura en su exterior, no se registra actividad de salida o entrada de vehículos.Al interior del predio de Mefra se observaron estacionadas múltiples pipas para transportar combustibles, además de tráileres y sus cajas.
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