La Naturaleza tiene muchas formas de sorprendernos y una de ellas se dio a notar por varios kilómetros en las aguas de Puerto Peñasco, donde una tromba marina se presentó sorpresivamente este lunes poco antes del mediodía, una manifestación de los elementos como el agua y el viento que se conjugar para dejar una estampa impresionante.
Fue este 5 de mayo cuando ese gran “brazo de agua” se levantó frente a Puerto Peñasco y se levantaba impresionante por varios cientos de metros, en donde se conseguía apreciar la fuerza con la que el agua era succionada y enviada hacia la parte superior de este fenómeno, que no causó daños, ya que se formó a varios cientos de metros de la costa.
Las trombas marinas consisten en remolinos que generalmente están conectados con algunas nubes que no llevan agua y la base puede estar formada por agua pulverizada o que sus gotas son mucho más diminutas y se forma en cuerpos de agua cálidos como océanos, mares, lagos o ríos.
Una tromba marina se origina cuando una columna de aire caliente y húmedo se eleva desde la superficie del agua, interactuando con una columna de aire frío que desciende desde una tormenta en desarrollo. Esta interacción puede generar una rotación creando una especie de embudo que se extiende desde la superficie del agua hacia las nubes.
Diferentes testigos
“Una impresionante tromba marina, también conocida como manga de agua, se formó esta mañana sobre las aguas de Puerto Peñasco, Sonora, sin reportarse daños hasta el momento en el destino turístico y pesquero”, publicó la cuenta de X “Fuentes de inteligencia”. “De las maravillas que la naturaleza nos regala aquí en Puerto Peñasco, ¡a esto le llamamos ‘Tromba’! Capturé esta increíble vista en Las Palomas Beach & Golf Resort. ¿Cómo se le llama donde vives?”, escribió Héctor Vazquez del M, en la misma red.
Es importante destacar que las trombas marinas suelen ser de menor escala que los tornados terrestres, pero aun así pueden representar un riesgo para embarcaciones que se encuentren cercanas y en raras ocasiones llegan a tocar tierra y causar daños en la costa, por lo que suelen ser más bien un espectáculo para quienes logran presenciarlos.
Este tipo de remolinos suelen formarse más frecuentemente entre finales de primavera y principios de otoño, pues es en general las condiciones calurosas del clima facilitan su formación y eso en Puerto Peñasco y prácticamente en toda la costa de Sonora se pueden facilitar por esas condiciones de calor, aunque no son tan constantes sus apariciones en las aguas del Golfo de California.
Para quienes pudieron verlo de primera mano y tal vez sentir los vientos que la tromba generaba, fue una experiencia inolvidable, de esas veces que la naturaleza nos deja ver de todo el potencial que tiene para reaccionar a las diferentes condiciones que se presentan en nuestro planeta, una maravilla.
