El gobierno federal reconoció, ante los integrantes de la Reunión Nacional de Consejeros Regionales (RNCR) 2025 de BBVA México, que existe una pausa tanto en las inversiones extranjeras directas, como en las de inversores nacionales.
Marcelo Ebrard Casaubon, secretario de Economía, aseguró que ello es como consecuencia de la incertidumbre que ha generado el gobierno de los Estados Unidos, con la aplicación de aranceles, y no así por la elección extraordinaria de integrantes del Poder Judicial de la Federación.
“Yo creo que el ser cautelosos con la inversión está íntimamente vinculado a más que la reforma judicial, al tema de Estados Unidos, que no sabes qué reglas va a haber, y eso no creo que sea el caso de México, sino de muchos países, incluyendo Estados Unidos.
“O sea, sí ha tenido un efecto respecto a que las inversiones aguarden tener más claro cómo va a ser. Es que ahorita, cómo le haces, cómo planea una empresa, ¿no? Imagínate la industria automotriz, por ejemplo, les acaban de decir cuál es el sistema de descuento hace ocho días, o sea, todavía todo lo estamos estudiando para poder entender dónde te cuesta más o menos en este sistema de desventajas comparativas, hacer qué”, comentó durante su participación en la Reunión.
Por lo anterior, Ebrard Casaubon confirmó que la reconformación de la economía estadounidense “sí tiene un efecto de que las inversiones aguardan“, sin embargo, insistió que México sigue teniendo un flujo de inversión extranjera interesante, luego de que “se había esperado que cayera en el primer trimestre y eso todavía no ocurre, afortunadamente”, y no descarta tras los avances de las decisiones del gobierno estadounidense se tendrá un mayor flujo de inversión extranjera.
De su parte, el secretario de Hacienda, Edgar Amador Zamora, también en su intervención en el mismo evento, sostuvo que si bien la inversión fija bruta cayó en el primer trimestre de este año, “la confianza empresarial se mantiene lo que significa que no estamos ante una retracción estructural, sino ante una pausa frente al entorno global“.
Por otro lado, el responsable de las finanzas del país, aseguró que la aplicación de un impuesto a las remesas por el gobierno estadounidense no afectaría a las finanzas de México, “sería neutral”.
Sin embargo, pegaría con efectos “importantes” a la economía de algunos estados, en especial de Chiapas y Guerrero, Zacatecas y Michoacán donde representan más del 10% del PIB local y, para muchas familias, hasta el 20% de sus ingresos.
“La magnitud del impacto podría ser equivalente al 3.0% del producto interno bruto (PIB) en términos gruesos, pero el impacto regional sí podría ser muy importante”, señaló Amador Zaragoza.
Acusó que con este impuesto se estaría aplicando una doble tributación a los connacionales que trabajan en el vecino país, quienes además seguro reducirían su consumo para enviar una mayor cantidad de dólares a sus familiares, ante la apreciación del peso, afectando a la economía estadounidense.
El secretario de Hacienda también rechazó una reforma fiscal, y más bien señaló que las aduanas son el escenario central para aumentar la recaudación en México, pues al señalar la dimensión de lo que representa el sector externo en la economía del país, dijo que hay margen para al menos triplicar los ingresos en estos recintos.
“Si se suma el sector externo mexicano es como 73% del PIB y los ingresos por aduanas representan apenas el 25% de los ingresos públicos. Simplemente haciendo la aritmética creemos que hay un potencial importante en materia de control, de mayor énfasis en recaudación de aduanas“, dijo el funcionario federal.