
Columna Cafeceando, por Octaviano Rojas G.
En tiempos donde abunda la incertidumbre —desde las urnas hasta el rancho—, es alentador que, al menos en un frente, las noticias sean buenas. Ayer el gobernador Alfonso Durazo dio una muestra clara de que cuando hay voluntad política, el discurso puede ir acompañado de acciones. Y vaya que fueron contundentes: más de 10 mil becas entregadas tan solo en Hermosillo, como parte del programa Sonora de Oportunidades, con una inversión que supera los 69 millones de pesos. En total, se entregarán 27 mil estímulos a estudiantes universitarios en todo el estado.
Este no es un gesto menor. En un país donde muchos jóvenes abandonan la universidad por falta de recursos, estas becas son más que dinero: son una vacuna contra la desesperanza, una palanca para que los sueños no se trunquen por cuestiones económicas. Y los resultados son alentadores pues la deserción escolar ha bajado en muy buen porcentaje.
Durazo no se quedó corto en cifras: 465 mil 197 estímulos económicos entregados desde 2021, y una inversión superior a los 2 mil 247 millones de pesos. Y este año, 190 mil becas más serán distribuidas con un presupuesto histórico de 830 millones de pesos. Y eso no es todo: promete cerrar su sexenio con un presupuesto exclusivo para becas, de al menos 2 mil millones de pesos, cifra que podría considerarse histórica si tomamos en cuenta que al empezar su Gobierno, el primer año el monto para becas rebasó apenas los 400 millones de pesos. Sonora, pues, no solo se está subiendo al tren de la transformación educativa, sino que lo está conduciendo con fuerza.
Que quede claro: estos apoyos no son dádivas, sino un reconocimiento al esfuerzo de miles de jóvenes que, contra todo pronóstico, siguen en pie de lucha académica. Estudiantes de la Unison, la Universidad Estatal, el Tec de Hermosillo, la UTH, la Escuela Normal, la de Enfermería del IMSS… todos reciben un espaldarazo en tiempos donde estudiar, a veces, se siente como remar contra corriente.
Esta historia, verídica, se desarrolló en el Centro de Usos Múltiples, en donde se dieron cita miles de universitarios. El CUM estuvo a reventar. Desde temprano los estudiantes hicieron fila, soportando por momentos los fuertes rayos del sol antes de ingresar al Coloso del Choyal. Pero valió la pena.
Y si no, pregúntenle a Manuel Cáñez, titular de Becas y Crédito Educativo quien sudó la gota gorda, pero al final se le vio contento, satisfecho. Punto bueno para este joven funcionario, así como para el titular de la SEC, Froylán Gámez. Por cierto, también hubo algunos políticos, como la senadora Lorenia Valles y diputados locales, entre ellos el presidente del Congreso, Omar del Valle Colosio quien no perdió oportunidad para saludar a quien se le ponía enfrente, como si anduviera en campaña. Pero la verdad, tiene aceptación y políticamente hablando, ha subido como la espuma. También me tocó saludar a la diputada Ely Sallard y al diputado David Figueroa, ambos con bastante futuro político. Creo que también había diputados federales, pero no me tocó verlos. Pero al que el aplausómetro en el CUM le fue bastante favorable, es el Secretario de Gobierno, Adolfo Salazar.
Pero mientras en las aulas se siembra futuro, en el campo se cosecha preocupación. La sequía no da tregua y la crisis ganadera se ha agudizado. Al cierre de la frontera con Estados Unidos —por culpa del gusano barrenador— se suma el deterioro de infraestructura y decisiones cuestionables, como el desmantelamiento de una planta que producía insectos benéficos para el control biológico, ubicada en el sur del país. Resultado: miles de cabezas de ganado varadas, exportaciones detenidas y rancheros al borde de la quiebra. A eso, agréguele que ya hay reportes de personas afectadas por esta plaga. El panorama se torna más que preocupante, apocalíptico.
Estados Unidos anunció que pondrá 20 millones de dólares para apoyar, pero si la frontera sigue cerrada hasta fin de año, como se rumora, la palabra “catástrofe” se quedará corta. El impacto no será solo ganadero: arrastrará a toda la economía regional.
Y mientras unos hacen política con acciones y otros rezan por lluvias y soluciones transfronterizas, en otro rincón del tablero democrático se celebrará este domingo una elección… que nadie conoce. La renovación del Poder Judicial de la Federación debería ser un hito democrático, pero lo cierto es que pocos saben quiénes son los aspirantes. ¿Votará usted? Yo, francamente, aún no decido. Y si lo hago, será más por conciencia que por conocimiento, porque la “campaña” fue, por decirlo suave, un susurro burocrático. Entre candidatas invisibles y jueces misteriosos, parece más una consulta entre notarios que una elección ciudadana. Pero hay una amenaza: La CNTE podría tomar escuelas donde se ubicarían casillas de votación, y el boicot sería tremendo. Ojalá no tomen ese camino.
Así está Sonora: entre becas que iluminan, vacas que sufren y jueces que nadie conoce. Como siempre, una mezcla de esperanza, crisis y algunos piensan que hasta de simulación. Ojalá la balanza siga inclinándose hacia las primeras.
Fue todo por hoy, muchas gracias por su tiempo. Nos vemos y nos escuchamos de lunes a viernes en LENGUAS VESPERTINAS, por el 104.7 FM de Radio Sol, de las 5 a las 6 de la tarde con los colegas Fernando Oropeza, Arturo Ballesteros y Arturo Soto.
Para comentarios, críticas y sugerencias, pongo a su disposición el correo: octaviano07rojas@gmail.com
Saludos!