En un esfuerzo conjunto para frenar el tráfico ilegal de armas y explosivos, más de 100 funcionarios de alto nivel de México y Estados Unidos se reunieron esta semana en una mesa redonda binacional organizada por la Oficina de Asuntos Internacionales de Narcóticos y Aplicación de la Ley del Departamento de Estado (INL) y la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana de México.
La Agencia de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos (ATF, por sus siglas en inglés) encabezó la participación estadounidense, acompañada por la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP), la Oficina de Investigaciones de Seguridad Nacional (HSI) y el Servicio de Alguaciles de EU.
Las sesiones, llevadas a cabo en la Ciudad de México el 5 y 6 de junio, reunieron a representantes de las fuerzas del orden de ambos países para intercambiar experiencias, analizar tendencias emergentes y fortalecer estrategias contra el tráfico de armas hacia territorio mexicano.
Temas ejes
Durante los encuentros se discutieron temas clave como la incautación y almacenamiento de armamento ilegal, casos de éxito apoyados por herramientas como eTrace, y nuevos proyectos bilaterales, entre ellos un laboratorio de análisis de datos sobre drones armados decomisados y un sistema de intercambio de información balística entre estados fronterizos.
“Las alianzas de ATF con nuestras contrapartes, tanto internacionales como nacionales, son cruciales para detener el flujo ilegal de armas a través de nuestra frontera sur”, aseguró Daniel Driscoll, director interino de la ATF.
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