De Primera Mano. Por Francisco Javier Ruiz Quirrín
CUANDO el gobierno izquierdista de la ciudad de México decidió colocar las estatuas de Fidel Castro y Ernesto “Che” Guevara sentados en una banca de la colonia Tabacalera de la alcaldía Cuauhtémoc (algo que recuerda muy bien Ricardo Monreal), los habitantes de ese sector no fueron tomados en cuenta a pesar de que se utilizaron recursos públicos.
Fue una idea surgida de una mente convencida del gran valor que para la historia resultó el que ambos personajes hayan habitado una de las viviendas de esa colonia, a donde llegaban después de dedicar horas al entrenamiento guerrillero soñando con derrocar a Fulgencio Batista, entonces “hombre fuerte” de Cuba.
Pero la historia nos mostró que Fidel y el “Che”, luego de su victoria guerrillera, se convirtieron en los opresores de su pueblo, estableciendo un régimen comunista que primero se entregó a la Rusia de los años sesenta y después sobrevivió culpando a Estados Unidos de todos sus males y eliminando a sus enemigos, así fueran sus propios compañeros arrepentidos por el desvío de los ideales por los que lucharon.
La razón de la aparición de las estatuas en la alcaldía Cuauhtémoc, fue estrictamente ideológica, más no patriota. Su presencia reflejaba una admiración mexicana por las dictaduras y un cruel mensaje para quienes han luchado por establecer un nacionalismo puramente mexicano, sin injerencia extranjera alguna.
No solo eso. Añadiendo el argumento de que se estaba honrando a dos asesinos, la alcaldesa del lugar, Alessandra Rojo de la Vega, decidió levantar esas estatuas y entregarlas a quienes continúan admirándoles o bien, dejarlas almacenadas en algún lugar.
La determinación de Rojo de la Vega ha provocado una gran polémica. Los “chairos” simpatizantes de MORENA han montado en cólera, pero la respuesta ha sido muy contundente: ¿Por qué no se manifiestan por la inseguridad, los desaparecidos y la falta de medicamentos en los hospitales?
Todavía, una de las voceras más importantes de los grupos de madres buscadoras –Cecilia Patricia Flores-, escribió en su cuenta de “X”: “Si así protestaran por nuestros hijos desaparecidos…”
Lo peor de las cosas es que la propia presidenta Claudia Sheinbaum se pronunció llamando a Alessandra “hipócrita” porque tuvo conocimiento de que ésta última había pasado unas vacaciones en Cuba.
Como sea, la alcaldesa de Cuauhtémoc ha incomodado a sus adversarios de la “cuarta transformación” y su proyección política va en aumento. Además, su presencia en las redes sociales externando duras críticas al gobierno de MORENA y advirtiendo la llegada de un régimen totalitario, la colocan como una figura que crecerá lo suficiente para pensar en ella en algo mucho más grande en los tiempos por venir.
EL GOBERNADOR Alfonso Durazo inauguró ayer el “C5” en Guaymas, lo que consolida al vecino puerto como un municipio bien vigilado… Lo hemos dicho antes… De un escenario violento que amenazaba con imitar el terror que se vive en Ciudad Obregón, la tierra que vio nacer a Plutarco Elías calles, Adolfo de la Huerta y Abelardo L. Rodríguez, pasó a convertirse en un lugar donde se respira paz y tranquilidad… ¿Cómo le hicieron?… Quizá la alcaldesa Karla Córdova tenga respuesta a este cuestionamiento, pero lo que es incuestionable es el progreso económico y el desarrollo que se respira en ese lugar… Enhorabuena.
COMENZÓ ayer una semana donde se puede palpar el ambiente vacacional… No hay clases, los burócratas federales, estatales y municipales se están levantando tarde y salvo algunas guardias y la agenda del Gobernador y el presidente municipal de Hermosillo, en los palacios parece que “pegaron los apaches”… Las oficinas de los funcionarios ofrecen como respuesta telefónica el silencio y todo ha entrado en un paréntesis oficial y en un sueño del que se despertará los primeros días de agosto… De todas maneras, las noticias no descansan… La información no se detiene… Ni el trabajo tampoco.