La Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) afirmó que indicadores económicos revelan que México esquivó la recesión, pero pierde dinamismo y enfrenta un riesgo tangible de estancamiento y desaceleración que ya viven los ciudadanos.
“Durante los primeros meses de 2025, los principales indicadores de la actividad económica comenzaron a mostrar signos claros de debilitamiento”, aseguró el organismo presidido por Juan José Sierra Álvarez.
Recordó que en el primer trimestre, la economía apenas evitó una recesión técnica, registrando un crecimiento de 0.2 por ciento, tras haber tenido una caída de 0.7 por ciento en el cuarto trimestre de 2024.
A pesar de que algunos indicadores económicos muestran ligeros progresos, no alcanzan para revertir las tendencias estructurales que frenan la actividad productiva, afirmó.
El sindicato patronal señaló que es urgente reactivar la inversión productiva, restaurar la certidumbre jurídica, garantizar seguridad para personas y empresas.
Ante la creciente volatilidad global y las tensiones comerciales con Estados Unidos, debemos intensificar la colaboración, así como acelerar la diversificación de mercados, indicó.
“Para lograrlo, es indispensable fortalecer la unión y el diálogo externo, así como con el sector productivo nacional”, detalló.
Advirtió que la evidencia señala una desaceleración que ya se experimenta en la vida cotidiana de empresas, familias y trabajadores.
“Las proyecciones para el resto del año y para 2025 ofrecen un panorama desalentador: el consenso del sector financiero estima un crecimiento cercano a 0.2 por ciento, mientras que los principales organismos internacionales pronostican entre (-)0.3 por ciento y 0.4 por ciento”, agregó.
Dijo que la Secretaría de Hacienda y Crédito Público mantiene expectativas mucho más optimistas, situando el crecimiento en un rango de 1.5 a 2.3 por ciento, muy por encima de las otras proyecciones.
Desde septiembre, la inversión fija bruta ha mostrado caídas consecutivas, siendo en abril —el dato más reciente— especialmente notoria en maquinaria y equipo, con una disminución del 9.1 por ciento, principalmente en bienes importados.
“Esta tendencia negativa se atribuye a factores como la incertidumbre económica, la inseguridad, la falta de certeza jurídica y un entorno fiscal restrictivo”, añadió.
Dentro de este porcentaje, la inversión pública fue del 2.3 por ciento, mientras que la privada representó el 20.8 por ciento: “Es alarmante que la inversión pública haya registrado una caída del 24.4 por ciento, una cifra que no se observaba en casi tres décadas”.
Apuntó que en el primer semestre se generaron 87 mil 287 puestos de trabajadores asegurados en el IMSS, una cifra muy por debajo del promedio mensual de 100 mil puestos necesarios para alcanzar los 1.2 millones de empleos anuales requeridos para absorber a los nuevos participantes que se integran al mercado laboral.
“Esto representa una caída del 70.4 por ciento respecto al mismo periodo de 2024, cuando se crearon 295 mil 058 empleos, y constituye el nivel más bajo registrado desde 2004”.
El consumo privado, motor clave de la economía interna, ha mostrado cierta resiliencia pero enfrenta desafíos evidentes, expresó.
Otro riesgo latente es el debilitamiento de las remesas, que en el periodo enero-mayo han registrado una caída del 3 por ciento en comparación con el mismo periodo del año anterior.
El principal riesgo que enfrenta el país es la incertidumbre sobre la política comercial del presidente Trump, quien declaró que el primero de agosto terminará la pausa para la implementación de aranceles a diversos países del mundo.
En específico, anunció que ese día entrará en vigor un arancel del 30 por ciento para los bienes procedentes de México, argumentando que no se han alcanzado los resultados esperados en materia de seguridad.
Las exportaciones mexicanas han mostrado resiliencia a pesar de la imposición de aranceles a productos como el acero y el aluminio, así como del anuncio de posibles aranceles generalizados.
De enero a mayo, las exportaciones tuvieron un crecimiento del 3.4 por ciento con respecto al mismo periodo del año anterior.
De hecho, expuso Coparmex, especialistas consultados por Banxico afirman que la política sobre comercio exterior y la inestabilidad política internacional, son los principales obstáculos al crecimiento de nuestro país, solo después de la inseguridad.
La persistente amenaza de aranceles y la inestabilidad internacional complican aún más la recuperación, afectando la inversión y el crecimiento económico de México.
“Consideramos indispensable reconocer la fragilidad de nuestra economía y tomar medidas urgentes para evitar un mayor deterioro”, apuntó.
Coparmex aseveró que la prioridad es reactivar la inversión productiva, fomentar la certidumbre jurídica, garantizar la seguridad para personas y empresas, y consolidar un sector energético competitivo y confiable.
“Ante la volatilidad global y las tensiones con Estados Unidos, respaldamos el diálogo y la colaboración que ha promovido el Gobierno de México”, señaló.
https://forbes.com.mx/la-desaceleracion-ya-se-vive-en-empresas-y-familias-coparmex/