De Primera Mano. Por: Francisco Javier Ruíz Quirrín
LA SENADORA hermosillense Lilly Téllez ha tenido por forma de vida, el atacar al régimen de la “cuarta transformación”, sin ataduras, con franqueza, con arrojo, con valentía, pero sobre todo con honestidad.
Quizá para muchos, se ha pasado de la raya con ofensas personales, pero comparadas con las ofensas que profirió contra sus adversarios López Obrador desde su “mañanera”, se ha quedado corta.
Y ella jamás ha negado que sin experiencia política alguna, aceptó la invitación del entonces candidato de MORENA a la Presidencia de la República, AMLO, para ser candidata al Senado en 2018 sin afiliarse al partido, porque creyó que en verdad, ese personaje combatiría la corrupción y cambiaría a México respetando la Constitución y sus leyes.
Evidentemente no tardó mucho tiempo en decepcionarse, convirtiéndose en una de las figuras más impactantes al ejercer la crítica, logrando incluso en su momento que el entonces presidente López Obrador cancelara su presencia en la ceremonia de entrega de la medalla “Belisario Domínguez” a un ícono de la izquierda mexicana como lo fue Ifigenia Martínez.
Han sido varios los temas abordados por Lilly, pero lo más destacado en los días recientes se derivó de una entrevista que concedió a la poderosa cadena televisiva de los Estados Unidos “Fox News” en la que reiteró su señalamiento de que México vive un “narco-estado” y que requiere ayuda internacional para combatir a los cárteles de la droga.
Como respuesta el gobierno de la presidenta Claudia Sheinbaum, sus personajes y medios oficiales, iniciaron una campaña con el propósito de que retumbara en todas las paredes del país, la idea de que Lilly Téllez está cometiendo el delito de “Traición a la Patria” y por lo tanto debe ser desaforada y llevada a tribunales.
En ningún momento la senadora expresó en su entrevista alguna exigencia porque Estados Unidos invadiera México. Lo que señaló es la necesidad de que el gobierno mexicano acepte ayuda para combatir el narcotráfico y deje de proteger a las bandas delincuenciales.
Desde luego, las redes sociales han explotado en un gran debate nacional con opiniones de internautas sin compromisos con el gobierno que apoyan a Lilly, en tanto los voceros oficiales se han encargado de satanizarla.
Es muy probable que Lilly haya hablado por millones de mexicanos y, sin duda alguna, golpeó el orgullo y el deseo de quien hoy está al frente del poder, cuya característica ha sido la intolerancia contra todo aquel o aquella que tenga un pensamiento diferente al suyo.
Ha crecido tanto la figura de la senadora Téllez que alguna acción política o judicial en su contra, la convertiría en una mártir de la oposición, en tiempos en que la presidencia de la república y MORENA, luchan porque la unidad de sus filas no se rompa ante inocultables divisiones en su interior.
Y una pregunta infaltable ante este escenario:
¿Quién es más traidor o traidora a la patria, quien expone una realidad ante el mundo buscando defender a su país, o un gobierno que demostró haber abandonado su obligación constitucional de buscar la paz y la tranquilidad del pueblo de México, violando su juramento de no mentir, no robar y no traicionar al pueblo?
¿POR QUÉ a nadie ha extrañado la libertad condicional concedida al boxeador Julio César Chávez Jr.?… Podríamos decir que esa fue la conclusión de observadores y no observadores… Por acusaciones mucho más débiles, algunos jueces han dictado sujeción a proceso con prisión preventiva oficiosa, ante el riesgo de que el inculpado pueda abandonar el país… Se sujetó a proceso al “junior” pero se le dejó en libertad y con ello un privilegio, ya que cuenta “con domicilio conocido en Culiacán”… Digamos que este caso se une a otros casos donde ha podido establecerse dos verdades, una jurídica y otra popular… La jurídica, es que el juez encontró la manera de dejarlo libre… La versión popular, es que por tratarse de un personaje conocido, hijo del mejor campeón de boxeo que ha dado México, se le otorgó un trato preferencial… ¿Con cuál se queda usted?
SERÁ difícil no “empatar” la decisión tomada por el Gobierno del Estado para reubicar el proyecto habitacional multifamiliar que estaría sobre nueve hectáreas en el poniente de Hermosillo y la protesta que lleva a cabo la CTM, rechazando los módulos familiares que INFONAVIT ha comenzado a construir en el sur de la ciudad, en “Altares”… Es que es el mismo modelo de casas inhabitables… Si el gobierno, con todo su poder, da marcha atrás en casos como el mencionado, quiere decir que la razón le asiste al inconforme… Y que el gobierno federal está muy equivocado, tomando a Sonora y su desierto con el mismo criterio que aplica en paraísos primaverales como Cuernavaca, por ejemplo… Eso no puede ser… Y jamás ha sido.
