Al menos tres cadáveres de personas que fueron torturadas, asesinadas y sepultadas de manera clandestina, se localizaron en Hermosillo durante la tarde del sábado.
La ubicación de los restos humanos ocurrió en un predio que al parecer era utilizado por integrantes de algún grupo delictivo para inhumar a sus víctimas.
A ese terreno, situado a la altura del kilómetro 17 de la Carretera 100, que conecta a Hermosillo con Bahía de Kino, acudieron de nuevo quienes conforman el colectivo de búsqueda de personas desaparecidas denominado Madres Buscadoras de Sonora, tras haber encontrado dos cuerpos el día anterior, viernes 12 de septiembre.
Después de inspeccionar nuevamente la zona situada detrás de una subestación de la Comisión Federal de Electricidad, hallaron otro punto positivo.
Después de varios minutos de excavación, descubrieron las primeras partes de un cuerpo y acentuaron dicho trabajo.
Luego descubrieron al menos tres cuerpos, uno de ellos con las piernas dobladas y otro al parecer con el cráneo forrado con material adhesivo; todos del sexo masculino.
Una de las víctimas era de tez blanca y en uno de sus brazos tenía varios tatuajes, entre estos la imagen de una corona y al parecer el signo zodiacal de sagitario.
La zona fue entregada a personal del Departamento de Servicios Periciales de la Fiscalía General de Justicia del Estado de Sonora.
Los peritos se encargaron de la extracción total de los cuerpos y determinar la cantidad de víctimas que fueron sepultadas en dicha fosa.
El hallazgo de los cadáveres mencionados se sumará a la indagatoria ya iniciada por la localización anterior de dos cuerpos más, la cual quedó a cargo de personal de una Agencia del Ministerio Público del Fuero Común.