Antes de la ceremonia de los Premios Ariel 2025, Joaquín Cosío impartió una master class en la que relató una curiosa anécdota que cambió el rumbo de su trayectoria: en un momento inesperado, creyó que estaba por ser víctima de un asalto… pero en realidad, lo habían reconocido por su fama.
El actor recordó que, tras el estreno de Matando Cabos en 2004, su primera película importante y con un personaje trascendental, vivió una experiencia inesperada en el transporte colectivo de la Ciudad de México.
“Yo me fui al metro de la Ciudad de México en una estación que se llama Barranca del Muerto, que es la más profunda. Es decir, bajas muchísimo para llegar a tomar el metro, muchas escaleras eléctricas, y yo entré al metro y empecé a bajar y vi unos policías atrás de mí. Y noté como que venían atrás de mí y caramba, caramba. En la Ciudad de México hay que andar con cuidado. Estaba solo, el metro solo, así como película. Volteaba yo y ahí venían los dos”, narró.
Cosío confesó que pensó que lo iban a asaltar, hasta que los agentes se acercaron para cuestionarlo por su papel del Mascarita.
“En ese momento, le repito, nadie me conocía. Y ahí voy, bajé, llegué a la estación y vienen y entonces se me acercan y yo: ‘A ver qué va a pasar’. Y lo mismo, ‘Hola, ¿usted es el Mascarita?’ En ese momento, claro, es el primer momento, ¿no?, donde yo pasé de un feliz anonimato y dije yo: ‘Ah, caramba, esto me gustó. Me gustó, pero de ahí en adelante pues ya la vida cambió’”, compartió entre risas.
El artista de 62 años también habló sobre lo especial que ha sido el reconocimiento de la gente hacia sus papeles en el séptimo arte.
“Agradecimiento, no tanto del personaje, de la gente. La gente que amablemente recuerdan un trabajo mío. Es decir, recuerdan de un personaje que yo hice y que te ven en la calle. Te dicen: ‘¿Qué ha pasado, mi Cochi? ¿Qué problema? ¿Cómo estamos? ¿Qué tal?’ He tenido muchos encuentros de muchísimas índoles en relación al, por ejemplo, pero independientemente del Cochi, el primer personaje que digamos me dio popularidad fue Matando Cabos”, señaló.
Desde aquel día, Joaquín Cosío entendió que su vida como actor había cambiado para siempre y que el cariño del público lo acompañaría en cada paso de su trayectoria profesional.
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