Columna Cafeceando. Por: Octaviano Rojas G.
En la actualidad resulta inevitable destacar los actos de gobierno que, más que cumplir con una obligación, buscan saldar deudas históricas. Tal es el caso del respaldo que ha brindado el gobernador de Sonora, Alfonso Durazo, a los jubilados y pensionados del Ayuntamiento de Hermosillo.
Con la segunda entrega de apoyos económicos a este grupo de ex trabajadores, el mandatario estatal no solo reafirma su compromiso con los sectores más vulnerables, sino que también responde a una lucha de años que, para muchos, parecía olvidada. En total, 637 personas fueron beneficiadas con un monto individual de 14 mil 670 pesos, recurso que será destinado a gastos básicos como alimentación, salud y necesidades urgentes. La inversión estatal supera los 9 millones de pesos.
Pero este gesto no debe verse como un simple acto de generosidad. Es, en realidad, un acto de justicia. Porque estos jubilados no están pidiendo favores: están reclamando derechos adquiridos durante décadas de servicio al Ayuntamiento de Hermosillo, derechos que les fueron arrebatados por omisiones y despojos institucionales.
El programa implementado por el gobernador Durazo destaca, además, por estar financiado exclusivamente con recursos estatales, lo que refleja una administración con sensibilidad social y con disposición para atender causas que no necesariamente dan réditos políticos inmediatos, pero sí construyen confianza ciudadana.
Más allá del monto entregado, lo verdaderamente importante es el mensaje: en Sonora, el gobierno no voltea la cara ante las injusticias del pasado. Esta acción se suma a otras políticas impulsadas por Durazo para garantizar que los jubilados y pensionados no vivan en la incertidumbre económica, sino con la tranquilidad que merecen quienes dieron su vida laboral al servicio público.
En tiempos donde la narrativa política se llena de promesas, decisiones como esta nos recuerdan que sí es posible gobernar con empatía, con responsabilidad, y con memoria.
Porque en política, como en la vida, no hay mejor inversión que la que se hace en dignidad.
Y otro claro ejemplo de ello es el sector de la educación, en donde el gobierno de Durazo ha invertido cerca de 9 mil millones de pesos para que los estudiantes no solo cuenten con instalaciones más dignas, sino que acudan a clases en igualdad de condiciones gracias a los uniformes escolares gratuitos.
No hay duda de que la educación en Sonora es hoy por hoy muy distinta a la de sexenios anteriores. Hoy las niñas y los niños tienen estímulos para seguir acudiendo a clases por lo que la deserción escolar ha bajado considerablemente. Uniformes escolares gratuitos y de buena calidad; un programa de becas que sin duda hará historia porque al finalizar el sexenio, dejará un presupuesto de 2 mil millones de pesos; desayunos escolares, útiles escolares así como apoyo para el personal docente. En este gobierno se ha pensado en todo y no será muy difícil recordar a Alfonso Durazo como el gobernador de la educación. Asi quiere ser recordado, sostiene el Secretario de Educación, el joven Froylán Gámez, quien estuvo como invitado en la mesa de periodistas Corsas.
Froylán es un joven que ha dado resultados en donde el gobernador lo ha colocado. Estuvo en el Instituto de Becas, también en el ISSSTESON y ahora en la SEC. Por eso no es de extrañar que le vean espolones para alguna candidatura en el ya no lejano proceso electoral 2027. Hay versiones que lo ubican en una diputación, ya sea federal o local o bien, para la alcaldía de Hermosillo e incluso para la gubernatura de tres años. Eso pasa con los “todo terreno”, aunque diga que no se distrae de su responsabilidad actual.
Por eso decimos que la educación en Sonora está en muy buenas manos y el Gobernador debe estar más que satisfecho porque sabe que no se equivocó al apostarle al relevo generacional, donde jóvenes como Froylán, Paulina Ocaña, Roberto Gradillas, Paloma Terán y el no tan joven pero tampoco tan viejo (jejeje) Adolfo Salazar. Esta nueva camada es la que está más cerca del gober.
Creo que uno de ellos se enfrentará a Ramón Corral o a Alejandro López Caballero (por los de enfrente) en la elección por la alcaldía de Hermosillo. Pero me dicen que el alcalde Toño Astiazarán le tiene puesto el ojo a alguien de su entera confianza que le daría continuidad a su proyecto. Ella es Karla Naudert. Su paisana y titular de la Agencia Municipal de Energía y Cambio Climático. Ella sería la carta del Toño, aunque él diga que no impulsará o apoyará a alguien. Eso dicen todos los políticos que tienen algún cargo, pero finalmente todos sabemos que no es así.
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