Ciudad de México.- El cierre del gobierno de Estados Unidos, que comenzó el 1 de octubre, amenaza con convertirse en uno de los episodios más costosos y políticamente tensos de las últimas décadas. La falta de acuerdos entre republicanos y demócratas sobre la asignación presupuestaria ha dejado sin paga a miles de empleados públicos y ha suspendido operaciones de agencias clave como la Comisión de Bolsa y Valores (SEC).
Leslie Orozco, subdirectora de Renta Fija, Tipo de Cambio y Commodities de Banorte, explicó en el portal del Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas (IMEF) que la falta de consenso “no solo frena la actividad administrativa del gobierno, sino que también erosiona la confianza en la gestión económica de la principal potencia mundial”.
El concepto de “shutdown” se formalizó en los años ochenta, cuando se determinó que ninguna agencia federal podía operar sin un presupuesto aprobado por el Congreso. Desde entonces, EE. UU. ha vivido al menos diez cierres, algunos tan largos como el de 2018-2019, que duró 35 días durante la administración Trump.
Riesgo económico y financiero
Los analistas estiman que cada semana de cierre podría restar entre 0.1 y 0.2 puntos porcentuales al crecimiento del PIB estadounidense. A medida que los trabajadores suspendidos dejan de percibir ingresos, el consumo interno se desacelera y la incertidumbre se traslada a los mercados.
La reacción inmediata ha sido una mayor demanda de activos refugio. El oro alcanzó los 4,000 dólares por onza troy, su nivel más alto en la historia, mientras los inversionistas ajustan sus portafolios ante la posibilidad de un acuerdo prolongado.
Además, el cierre ha afectado la disponibilidad de datos económicos esenciales. Reportes como la nómina no agrícola y la inflación de septiembre, ambos cruciales para las decisiones de la Reserva Federal (Fed), podrían retrasarse al menos dos semanas, dificultando la definición de la próxima política monetaria.
Perspectivas monetarias
Aun con el escenario adverso, los mercados mantienen la expectativa de que la Fed aplicará un recorte de 25 puntos base en su reunión del 29 de octubre y otro similar en diciembre, acumulando una baja total de 108 puntos hasta 2026.
Un patrón que se repite
El IMEF subraya que cada cierre presupuestario evidencia la fragilidad política de Washington: los desacuerdos entre la Casa Blanca y el Congreso dejan a la economía global en vilo, afectando desde la confianza de los inversionistas hasta las decisiones de política económica en países interdependientes como México.
“Cada nueva parálisis refuerza la necesidad de reformar el proceso presupuestario estadounidense, para que la estabilidad económica no quede rehén del cálculo partidista”, concluye Orozco.
—
Fuente: Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas (IMEF) / Leslie Orozco, Banorte.Verificación: Información confirmada con el artículo “Implicaciones del cierre de gobierno de EE. UU.” (IMEF News, 13 de octubre de 2025).
www.reforma.com