El Presidente Donald Trump planea iniciar una nueva investigación sobre los precios de los medicamentos con el objetivo de garantizar que los países extranjeros paguen lo mismo que los estadounidenses por sus medicamentos, según personas familiarizadas con el asunto.
La investigación se enmarcaría en la Sección 301 de la Ley de Comercio de 1974, según las fuentes, que pidieron no ser identificadas debido a que las conversaciones son privadas.
La Sección 301 es una poderosa herramienta que otorga al presidente la facultad de imponer aranceles en respuesta a las medidas comerciales de otros países que considere discriminatorias para las empresas estadounidenses o que violen los derechos de Estados Unidos en virtud de los acuerdos comerciales internacionales.
La Casa Blanca declinó hacer comentarios. La noticia de la investigación planificada fue reportada inicialmente por el Financial Times.
La nueva investigación podría resultar en aranceles u otras medidas comerciales en los próximos meses relacionadas con productos farmacéuticos, lo que exacerbaría las tensiones con las principales economías. Las farmacéuticas suelen cobrar mucho menos por los medicamentos en países donde los gobiernos pueden negociar directamente precios más bajos.
La administración Trump ha criticado duramente este sistema, calificándolo de “aprovechamiento global de la innovación farmacéutica estadounidense”.
La investigación de la Sección 301 le daría a la administración una vía para obligar a los países a ajustar los precios de sus medicamentos a lo que pagan los estadounidenses
Los aranceles podrían ser un “positivo marginal” para el sector farmacéutico, afirmó David Risinger, analista de Leerink Partners.
“Pero queda por ver cuánto puede la administración Trump aumentar los precios de los medicamentos fuera de Estados Unidos”.
Esto marca un nuevo giro en la impredecible política comercial de Trump, que ha resultado en aranceles globales generalizados y una renovada política arriesgada con China.Aun así, Trump aún no ha cumplido con sus amenazas previas de imponer nuevos impuestos a la importación de medicamentos, y la investigación podría resultar ser otra estrategia de presión del presidente.
Trump ha persuadido a las compañías farmacéuticas para que bajen los precios de los medicamentos para los consumidores estadounidenses, exigiendo que ofrezcan el mejor precio o se enfrenten a las consecuencias.
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