CIUDAD DE MÉXICO .- Cada mes, entre mil 500 y dos mil 200 pesos desaparecen sin que muchas personas puedan recordar en qué se fueron. No es una cifra estimada al azar, sino un dato real que refleja el peso que los llamados gastos hormiga, consumos cotidianos que, aunque parecen inofensivos, tienen efectos directamente sobre la estabilidad financiera y emocional de las familias mexicanas.
Óscar Alberto Berumen, director general de Grupo Viraal, lo explica con claridad: “Entre el 10 y 15% del ingreso mensual de una persona promedio en este país se va en pequeños gastos que tienen que ver con las botanas, fritangas, los refrescos, y las cosas que vamos gastando en el camino al trabajo, ese gasto puede ser de alrededor de mil 500 a dos mil 200 pesos mensuales que se nos van en cosas que ni siquiera recordamos al final del día”.
Lo alarmante no es solo el monto, sino la falta de conciencia. De acuerdo con la Encuesta Nacional de Inclusión Financiera (ENIF), más del 70% de las personas no sabe en qué se les va el dinero cada mes. Estos gastos son silenciosos, pero acumulativos. No duelen cuando ocurren, pero sí cuando llega el fin de mes y no hay dinero suficiente para ahorrar, invertir o enfrentar una emergencia.
EL ORIGEN DEL ESTRÉS FINANCIERO
El impacto de estos microgastos no solamente se limita a lo económico. La falta de control financiero se ha convertido en una fuente constante de ansiedad. Según Banxico, “el 62% de los mexicanos experimenta estrés producido por el tema financiero”. Este estrés surge muchas veces no porque falte dinero, sino porque no se tiene la claridad sobre cómo se administra.
Berumen advierte: “La gente al final del mes se está preguntando en qué se gastó el dinero y no existe el hábito de ahorrar, de poner dinero en una cuenta productiva que genere ingresos”.
Esta sensación de pérdida de control provoca frustración y limita la capacidad de proyectar un futuro estable. Se vive al día, con la idea de que “no alcanza para ahorrar”, cuando en realidad sí hay margen: solo está mal dirigido.
MICROAHORROS
Ahorrar 50 pesos diarios parece un gesto mínimo, casi irrelevante. Sin embargo, esos 50 pesos representan mil 500 pesos al mes y 18 mil pesos al año. ¿Qué puede lograrse con esa cantidad? Vacaciones, cursos de actualización, el inicio de un emprendimiento o la creación de un fondo de seguridad. “Si la gente estuviera consciente de que, si hace un ahorro de alrededor de 50 pesos diarios, al final del año va a terminar con 18 mil que no tiene y que no tiró en esos pequeños micro gastos que le provocan tanto estrés al final de cada mes”, señala el experto y agrega: “Con esos pequeños ahorros se pueden financiar las vacaciones del siguiente año, por ejemplo, financiar la gasolina de todo el año o el transporte público de un año entero. Es un tema de conciencia y de aprender a ahorrar”.
Una de las ideas más arraigadas es que solo quienes ganan mucho pueden ahorrar. Sin embargo, los expertos coinciden en que el ahorro no depende del salario, sino de la disciplina.
Berumen es contundente y enfatiza que el hábito del ahorro no tiene nada que ver con el sueldo sino con una falta de conciencia de los gastos hormiga que no producen nada, solo estrés financiero. Renata Rodríguez, gerente de Oferta Vida Individual en AXA México concuerda: “Hay que dejar de ver el ahorro como ‘guardar lo que sobra’ y empezar a verlo como una inversión personal continua”.
El verdadero cambio comienza cuando el ahorro deja de ser un acto voluntario y se convierte en un compromiso con uno mismo. No se trata de renunciar a todo lo que nos gusta, sino de darle un propósito a cada peso.
VISUALIZAR UNA META
Ahorrar sin propósito es difícil, porque el cerebro lo interpreta como pérdida. Pero cuando el ahorro tiene un objetivo concreto, un viaje, un fondo de emergencia, la educación de los hijos o la tranquilidad ante imprevistos, este se transforma en motivación.
“Tener una meta clara cambia por completo la motivación. Si ahorras para algo en concreto, tus decisiones de ahorro tendrán un propósito y te permitirán dimensionar estrategias para alcanzar tus metas sin descapitalizarte”, destaca Rodríguez. Esta mentalidad no solamente mejora las finanzas personales, también fortalece la autoestima: cada pequeña decisión a favor del ahorro se convierte en un acto de autocuidado, dice.
El dato:
Muchos de los microgastos que impiden ahorrar no se hacen de manera consciente. Se quedan activos mes tras mes: suscripciones digitales que ya no se utilizan, compras automáticas, pedidos a domicilio. La Condusef estima que este tipo de gastos pueden llegar a representar hasta el 12% del ingreso anual de una persona.
¿Sabías que? el 61% de los mexicanos considera la inestabilidad financiera como uno de los principales factores que impactan negativamente en su salud mental?
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