El riesgo de lavado de dinero a través de juegos y apuestas se incrementó a lo largo de los últimos años a la par de la proliferación de casinos digitales, que ganaron popularidad en la pandemia, sobre todo para apuestas deportivas, evitando las restricciones que significaba usar dinero en efectivo.
En México los casinos son parte de las actividades consideradas vulnerables de ser usadas para el blanqueo de activos, por lo que son obligados a cumplir la Ley Federal para la Prevención e Identificación de Operaciones con Recursos de Procedencia Ilícita (LFPIORPI), mejor conocida como ley antilavado y vigente desde 2013.
Existen 38 permisionarios autorizados por la Dirección General de Juegos y Sorteos de la Secretaría de Gobernación que tienen salas físicas y plataformas digitales en operación en varias entidades y municipios, sobre todo en el Bajío y en el norte del país.
Si bien el Grupo de Acción Financiera Internacional (GAFI) emitió hace 17 años una guía enfocada en detectar y prevenir el blanqueo de activos en los casinos, hasta hace poco México los tenía clasificados como parte de una actividad vulnerable de riesgo medio-bajo.
MAPA DE RIESGOS
En el mapa de riesgo de lavado de dinero de actividades vulnerables, el sector de mayor preocupación es el de obras de arte, metales y piedras preciosas, joyas y relojes, representado en color rojo, de acuerdo con la última evaluación que elaboró la Secretaría de Hacienda y Crédito Público.
También el sector de vehículos aéreos, marítimos o terrestres, así como servicios de blindaje, son relevantes conforme al análisis de las amenazas y vulnerabilidades para ese tipo de actividades diferentes a las instituciones financieras.
En tanto, el segmento de juegos con apuestas, concursos y sorteos no representaba gran amenaza, al estar catalogado en color amarillo, es decir, de riesgo medio-bajo.
El martes pasado, la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) de la Secretaría de Hacienda informó que bloqueó a 13 casinos en diferentes estados, por presunto lavado de dinero con efectivo, transferencias internacionales y plataformas digitales. Así, el estatus del sector ahora es de alto riesgo.
No obstante, los informes antilavado enviados por los casinos a la Unidad de Inteligencia Financiera a través del Servicio de Administración Tributaria se mantuvieron en ascenso.
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