Congreso de la Unión – Ciudad de México. Jueves 4 de diciembre .- Tras 19 horas de sesión, el diputado Ramón Flores, del Partido del Trabajo (PT), defendió la reforma a la Ley General de Aguas, afirmando que por fin se acabó el viejo régimen de privilegios y corrupción que permitió el acaparamiento del agua durante décadas.
Ramón Flores destacó que la reforma “rompe con el negocio del agua” y brinda certeza jurídica a los productores, estableciendo reglas claras, procedimientos eficientes y protección frente a especuladores. “Esta reforma no borra derechos; los ordena”, afirmó.
En respuesta a la oposición, Ramón Flores recordó que los únicos procesos reales de justicia hídrica para los pueblos indígenas ocurrieron durante el gobierno del expresidente Andrés Manuel López Obrador, a través de los Planes de Justicia. Señaló que fue testigo de la entrega del acueducto y de la ampliación del distrito de riego para el pueblo yaqui, encabezada por el expresidente López Obrador, la presidenta Claudia Sheinbaum y el gobernador Alfonso Durazo. “Eso jamás lo hizo la oposición”, subrayó.
Asimismo, Ramón Flores exigió frenar las concesiones infladas y la extracción desmedida realizada por grandes embotelladoras y transnacionales que, dijo, “han drenado lo que es del pueblo con total impunidad”.
Finalmente, Ramón Flores afirmó que la nueva Ley General de Aguas y la Ley de Aguas Nacionales cumplen el mandato constitucional de garantizar agua para todas y todos, priorizando a quienes más lo necesitan. “La Cuarta Transformación está poniendo orden donde por décadas hubo abuso”, concluyó.




