La Pequeña Dosis de Historia. Por: Dr. Joaquín Robles Linares
Dos mandatarios estatales insisten en dejar a sus esposas en los gobiernos que les sucederán, dos gobernadores de partidos afines al régimen. Movimiento Ciudadano es un partido esquirol que navega con una bandera de una independencia inexistente.
En los momentos coyunturales que extinguieron nuestra democracia se plegó dócilmente al obradorismo, la encomienda siempre ha sido dividir el voto opositor y lo han conseguido, sirva de ejemplo la elección presidencial o lo más reciente, la votación para elegir a la fiscal designada por la Presidenta, una aberración democrática que confirma su condición de ser un partido lacayo y desleal con la República.
El Partido Verde es una burla a cualquier posibilidad de honra o respeto, todo lo opuesto a las auténticas corrientes ecologistas que introdujeron en Europa una renovación en las políticas públicas en beneficio de la biodiversidad y la preocupación por el medio ambiente.
Basta revisar su proceder ante el ecocidio en la península de Yucatán o en Sonora ante la destrucción de un ecosistema prodigioso como el Valle de Cocóspera, el mismo delirio ferroviario de llevar al País al siglo XIX en el Sureste como en el Noroeste, sin importar los altísimos costos medioambientales donde el Partido Verde se encuentra interesadamente ausente.
Estos cómplices del régimen y corresponsables del gravísimo deterioro institucional y democrático buscan tanto en Nuevo León y San Luis Potosí, dejar a sus cónyuges como mandatarias, una maniobra a todas luces ventajosa, usan para sus fines el discurso seudo feminista de la mandataria para justificar su nepotismo y garantizar impunidad.
En el mismo sentido el Gobierno justifica el amiguismo con el argumento insustancial de un momento feminista otorgando posiciones a las incondicionales del patriarca de su movimiento, no importando experiencia ni capacidad, no se satisfacen criterios de profesionalismo o preparación para el cargo, lo central es el género y el encubrimiento partidista.
Estos gobernadores y colaboradores del régimen reflejan muy bien hasta dónde nos ha llevado el régimen, a normalizar perversiones políticas y dejar pasar inconsistencias tan graves como la corrupción desbordada; habrá que añadir que los gobiernos de Morena y sus afines dejarán en los estados una nefasta prolongación de sus mandatos personificados en sus esposas y solapados por un feminismo complaciente que el mismo López Obrador inauguró con un Juanito de triste memoria o las diputadas electas legítimamente, dejando las posiciones ganadas a los hombres designados por él, el machismo en los hechos y la simulación en el discurso.
El año que viene será dedicado a la memoria de Margarita Maza de Juárez (1826-1871) una mujer interesante y de múltiples vertientes que seguramente explotarán para apuntalar un feminismo banal, trastocando una aspiración noble y pervirtiendo su memoria con intereses ideológicos, Margarita fue un apoyo leal y consistente para Juárez y nunca aspiró a una posición política. Estas administraciones populistas tienen la particularidad de caricaturizar todo y hacer de los protagonistas de la historia y la vida pública nacional personajes de cartón.
Susan Sontag fue una escritora y pensadora norteamericana libre e influyente: “… la pasión feminista arroja conclusiones que, por muy ciertas que sean, son en extremo generales. Como todas las verdades morales básicas, el feminismo es un poco ingenuo” (De las mujeres, Susan Sontag.).
La Ley Esposa no tiene nada que ver con el feminismo, con lo que sí tiene relación es con la corrupción, la desfiguración institucional provocada por Morena nos condenará a las parejas eternizadas en el poder.
En América Latina está fresca la memoria, los Kirchner en Argentina y los Ortega en Nicaragua, simpatizantes ideológicos de este régimen.
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Ex presidente de la Sociedad Sonorense de Historia, colaborador en temas históricos, políticos y culturales distintos medios de comunicación. Ex funcionario cultural, actualmente dedicado a su práctica privada como odontólogo
