SEMAR adquirió vagones usados para proyectos ferroviarios en México

El accidente del Tren Interoceánico ocurrido en diciembre de 2025 dejó un saldo trágico de 13 muertos y 98 heridos, poniendo bajo la lupa la infraestructura de este proyecto. La Secretaría de Marina adquirió en 2023 locomotoras y vagones con más de 40 años de servicio provenientes de Reino Unido y Estados Unidos, aunque se presentaron públicamente como equipo moderno. Este siniestro en Oaxaca revela que la utilización de material rodante usado y la falta de mantenimiento adecuado constituyen un peligro latente para los pasajeros que utilizan este corredor.

A pesar de una inversión de 60 mil millones de pesos, el gobierno optó por comprar tres locomotoras Clase 43 y 11 vagones retirados de circulación en Inglaterra por su antigüedad. Asimismo, se incorporaron máquinas SD70M que Union Pacific ya había desechado en Estados Unidos. Simplemente rehabilitaron estas unidades para integrarse a la red ferroviaria mexicana. Lo que críticos y expertos señalan como una decisión que sacrifica la protección de los usuarios por una narrativa de avance rápido.

Antecedentes de infraestructura usada en México
La falta de seguridad del Tren Interoceánico no es un caso aislado, sino que sigue un patrón histórico en el país donde se recicla material de otros países. En el Metro de la Ciudad de México, el uso de trenes reacondicionados y fallas estructurales culminaron en el colapso de la Línea 12 en 2021. De igual forma, el transporte público en estados como Jalisco y Nuevo León suele incorporar autobuses usados de Norteamérica, los cuales presentan fallas mecánicas constantes debido a sus años de servicio previo.

Esta práctica se extiende incluso al sector marítimo, donde la Marina incorpora buques de segunda mano de Europa y Estados Unidos. El problema central radica en que estas adquisiciones se presentan como «modernización«, ocultando la fatiga de los materiales y la obsolescencia técnica. La opacidad en los contratos de compra impide conocer el estado real de los sistemas de frenado y señalización, factores críticos que han derivado en accidentes fatales en diversos sectores del transporte nacional.

Tabla 1: Tragedias vinculadas a infraestructura deficiente en México

Implicaciones de la opacidad y el material reciclado

El uso de equipo antiguo en proyectos ferroviarios de alta demanda genera riesgos mecánicos que la rehabilitación superficial no puede solucionar. La narrativa política busca mostrar resultados inmediatos, pero la realidad técnica muestra que el material Clase 43 ya había cumplido su vida útil en el Reino Unido. Esta situación genera un incremento en los niveles de riesgo de descarrilamiento, especialmente cuando se combinan con vías que también presentan deficiencias en su construcción original.

Finalmente, la falta de transparencia en las licitaciones permite que se adquieran estas unidades sin un escrutinio público real sobre su viabilidad a largo plazo. Este accidente es el ejemplo más reciente de cómo la mezcla de decisiones apresuradas y equipo de desecho puede terminar en tragedia. Mientras no se priorice la adquisición de tecnología nueva y el mantenimiento riguroso, la infraestructura nacional seguirá siendo un escenario de incertidumbre para la población.

El reciente descarrilamiento demuestra que la seguridad del Tren Interoceánico fue comprometida desde la compra de equipo usado. La historia de accidentes en el Metro y el transporte público en México confirma que la modernidad no puede construirse con materiales desechados por otros países. Es urgente que se realicen peritajes independientes para garantizar que este tipo de tragedias no se repitan por negligencia administrativa.

¿Consideras que es seguro viajar en trenes que usan máquinas de hace 40 años? ¡Déjanos tu opinión en los comentarios y comparte esta información para alertar a otros usuarios!

https://atiempo.tv/nacional/seguridad-del-tren-interoceanico/