Pino Suárez y Serdán es el lugar acordado para la cita y el lugar donde para las seis de la tarde ya no hay espacio para más almas.
Tampoco cabe, hay que decirlo, el fingido azoro frente a la masiva movilización que en las horas previas comenzó a llenar la calle Pino Suárez a lo largo casi tres cuadras con gente que aguantó a pie firme los casi cuarenta grados iniciales de la jornada y que fueron atenuándose conforme el sol se escondía tras el viejo edificio de Correos y la llegada del viento casi fresco del ocaso.
Hay, entre los presentes, quienes vienen coaccionados y quienes vienen convencidos. ¿Cuántos? Eso solo se sabrá el dos de junio, pero hay quienes sin pensarlo, pagarían por asistir a un mitin como este, aunque no les dieran nada, solo la convicción de que van por el camino correcto, que abrazan y besan a la candidata, que se desviven por una selfie, que hacen la señal con sus cuatro dedos para refrendar su convicción de que el camino es la cuarta transformación.
Si no los quieren ver, no los vean, pero existen.
“¡Son acarreados!”, comenzaron a fluir los tuits desgarradores en esas horas. “¡Les pagaron!”, “¡Les pasaron lista!”, repetían escandalizados quienes seguían el evento a través de las redes sociales y daban cuenta de decenas si no es que cientos de camiones en que los asistentes al cierre de campaña de Claudia Sheinbaum llegaron desde los puntos cardinales de Hermosillo y desde San Luis Río Colorado en la esquina noroeste del estado, hasta Navojoa en el profundo sur sonorense.
II
Hola, bienvenidos a la ‘real politik’. Bienvenidos a la disputa por el poder presidencial y el proyecto de nación que representa la candidata presidencial y los aspirantes al Senado, a las diputaciones locales y federales; a las alcaldías.
Bienvenidos, en fin, a la disputa por el poder político y sus derivados, que no suele dirimirse en un volado ni en un juego de piedra-papel-o-tijera, sino en la despiadada medición de fuerzas donde la multitud es el medio pero también el mensaje.
Que no hay espacio para el asombro fingido, digo, porque curiosamente quienes se desgañitaban digitalmente cuestionando los métodos para mostrar el músculo de la convocatoria, en su mayoría no lo hacían desde el sincero desprecio por el descomunal despliegue de recursos para montar una manifestación de esas dimensiones, sino desde la nostalgia porque ya no son ellos quienes lo hacen, desde la añoranza de aquellos tiempos en que el templete y los micrófonos eran suyos; cuando el ejercicio del poder les daba para el gran despliegue gráfico con los rostros y los nombres de sus candidatos pendiendo de los edificios; las banderolas agitándose en el aire por miles; los gritos y las porras, el baile improvisado al son de una cumbia guapachosa quemando suelas en el pavimento bajo los 40 grados.
Se quejan del acarreo los inventores del acarreo porque simplemente hoy no tienen manera de organizar un mitin de 20 mil personas, con todo lo que eso implica en términos de logística, organización, recursos.
Se quejan pues, desde la nostalgia por los tiempos idos y quizás desde el celo o la envidia porque ya no tienen la sartén por el mango, como diría el chef. O porque ahora son otros los que tienen la bacha por donde no quema, como diría el mariguano.
III
En Pino Suárez y Serdán no parecen hacer mella los tuitazos desconsolados. La Tambora Ritmo Express revienta con decibeles el viento y pone a bailar a los más festivos que sudan las camisetas con los nombres de candidatos y candidatas de cualquier municipio: desde Nacozari de García y Aconchi hasta Guaymas y Navojoa; desde Caborca hasta Huatabampo y desde Cajeme hasta Ures y Nogales donde aún más contentos que ellos deben estar serigrafistas e impresores celebrando la jauja de la temporada electoral.
Hay baños portátiles en la plaza Leona Vicario, estaciones con agua purificada, vallas y personal de seguridad y logística; hay drones captando por aire los momentos climáticos, medios de comunicación a granel, animadores y todo lo que la comisión de fiscalización del INE podrá contabilizar para efectos de supervisión de gastos de campaña.
Hay con queso.
Morena es el partido que gracias a la votación obtenida en la pasada elección federal cuanta con poco más de 3 mil millones de pesos en prerrogativas oficiales. Tiene además los mecanismos de persuasión y disuasión típicos del aparato gubernamental. De la federación, de los estados, de los municipios que a la vez son, sin ingenuidades, medios y mensajes. Tiene el apoyo de no pocos capitanes de empresa que también suelen sentirse más cómodos del lado donde la bacha no hace brasa, para citar de nuevo a mi amigo el mariguano, que es el medio pero también el mensaje cuando se pone muy McLuhaniano.
IV
No hacen mella los retobos de los nostálgicos porque en la fiesta de Pino Suárez y Serdán y 20 años después de la primera alternancia en el país, las tres principales fuerzas políticas han dejado atrás las purezas ideológicas para confluir en sumatorias hasta hace poco impensables y hoy normalizadas como rutas hacia un mismo destino: la continuidad de la cuarta transformación.
Señales hubo muchas. El hecho de que María Dolores del Río, candidata a la alcaldía de Hermosillo fuera la primera en recibir a Claudia Sheinbaum en el aeropuerto y que haya sido la única oradora en el evento además de la candidata presidencial, dice mucho del interés de Morena en recuperar la capital del estado. (En realidad también habló el delegado estatal de Sheinbaum en Sonora, Fernando Rojo de la Vega, pero su intervención fue casi un formalismo).
El templete también arrojó señales: Lorenia Valles y Heriberto Aguilar (amigo de la candidata y otro de quienes la recibieron en el aeropuerto), siempre muy cerca de Claudia. Célida López y Froylán Gámez también, como parte del ‘Plan C’, que ocupó un lugar importante en el discurso de Sheinbaum.
Jacobo Mendoza, Óscar Ortiz, Ely Sallard, Anabel Acosta, Jesús Pujol, Alma Higuera, Ramón Flores, Manuel de Jesús Baldenebro, David Figueroa ocuparon también un espacio en el templete. Hubo otros que no subieron, pero quizá eso se deba a temas de fiscalización, pues entiendo que el INE contabiliza como gastos de campaña el solo hecho de ocupar un lugar allí, así que eso puede explicar algunas ausencias, además de la resistencia del templete que no habría aguantado a todos los candidatos y candidatas.
Lo cierto es que María Dolores del Río capitalizó cada minuto de su intervención -porque fueron pocos- y arengó sobe el tiempo de las mujeres que habrá de llevar a Claudia a la presidencia y a ella a la alcaldía para darle continuidad a la cuarta transformación, en la que las mujeres estarán en el centro de las políticas públicas y para ello tendrán una pensión bimestral de 3 mil pesos aquellas que son jefas de familia en situación de vulnerabilidad a quienes además les condonará adeudos de agua y las incluirá en el padrón de tarifa social de ese servicio que, agregó ya en plan de rasparle el mueble a su principal contrincante, no será privatizado.
V
En el momento climático, tocó el turno a la candidata presidencial. Sin ambages ni recovecos, Claudia Sheinbaum no tuvo ya el más mínimo empacho en hacer de aquello un foro para rendir tributo al líder del movimiento en que ella nació a la participación política en sus tiempos universitarios como activista en favor de la educación gratuita, siempre a la izquierda.
Andrés Manuel López Obrador es el eje del discurso de la candidata a sucederlo. El ‘humanismo mexicano’, esa especie de corriente filosófico-política autoría de AMLO es lo que guía sus pasos y sostiene que no solo se reduce a la justicia, sino que además ha dado resultados para todos y todas bajo la premisa de que ‘por el bien de todos, primero los pobres’.
El de Claudia es el discurso de la continuidad y lo sustenta en lo que AMLO ha logrado. “Dijeron que el dólar iba a estar en 30 pesos y hoy el peso es la moneda mejora valuada en el mundo frente al dólar; decían que no iba a haber inversiones y estamos en el mejor récord de Inversión Extranjera Directa; tenemos el mejor salario medio de toda la historia y ha disminuido la pobreza y las desigualdades”, dijo.
Apuntó que mantendrá todos los programas sociales del presidente porque Morena es la única opción para hacerlo, por convicción, no por conveniencia… Y de repente, pide que el sonido local ponga una grabación.
Y entonces aparece Vicente Fox con su voz aguardentosa diciendo que “los huevones no caben aquí” y “a trabajar, cabrones”, lo que detona los aplausos de la multitud.
Se va a fondo y dice que institucionalizará un programa de apoyos a mujeres de 60 a 64 años, antes de que ellas reciban la pensión universal y otorgará becas para niños desde la preprimaria hasta la universidad y que eso lo cumplirá en seis años.
También dice que construirá y apoyará la construcción de tantas escuelas preparatorias como secundarias haya, para que nadie se quede sin educación media superior; que garantizará el acceso a la salud para todos y todas, un programa que ya inició el presidente y que el gobernador Durazo ha apoyado.
Anunció que creará las Farmacias de la Salud para garantizar medicamentos gratuitos; que modificará la Constitución para que la ley del Infonavit y del Fovissste permitan construir más vivienda social y hacer posible que los jóvenes que renten casa, acumulen esa renta como crédito para que puedan adquirirla después de un tiempo.
Ya en la euforia del cierre, manifestó todo su apoyo al gobernador Alfonso Durazo para la continuidad del Plan Sonora de Energía Sostenible y para dar continuidad a los planes de justicia indígena, especialmente para los pueblos yaquis.
Y luego el grito estentóreo ¡“Pre-si-den-ta-Pre-si-den-ta”!, la música a todo volumen, la fiesta en Pino Suárez y Serdán -donde más barato dan, según rezaba el viejo slogan de una desaparecida tienda comercial-, los confetis plateados que decoran las imágenes del mitin, el paulatino retiro de la gente rumbo a sus camiones para volver a sus colonias o a sus municipios; la persistencia de un buen contingente que se quedó a bailar con la Sonora Dinamita y la evacuación del centro de Hermosillo que por varias horas estuvo pendiente de los discursos que habrán de incidir –supongo- en la decisión del dos de junio.
Colofón
Camino rumbo al privilegio del estacionamiento donde por cuestiones laborales dejé mi carro. Lamento el martirio de otros colegas que no llegaron a tiempo o que tuvieron que caminar demasiado para llegar, pero celebro la viveza de otros que llegaron en baica, sin pedos.
Es inevitable que piense en dos proyectos de nación y en el camino, en medio del desmadre de sillas desacomodadas, de botellas de plástico tiradas por doquier junto a banderolas y demás parafernalia de campaña me entra la cosa místico-conspiranoica.
¿Por qué en Pino Suárez y Serdán? ¿Por qué el caos vehicular en el centro de la ciudad que encabronó a mucha gente?
¿Será que Claudia, como AMLO gusta de rendir tributo a la historia de bronce y sabe que José María Pino Suárez es considerado precursor del humanismo, que fue vicepresidente con Madero y que lideró un grupo político que redactó la Constitución de 1917?
¿Será que Aquiles Serdán, antireelecionista irredento fue asesinado dos días antes del inicio de la revolución mexicana, cuando junto a su hermana Carmen detonaran el inicio de la revolución reeleccionista en un episodio para Netflix o para corrido tumbado?
¿Será que estamos ante una disputa histórica por el poder, pero con la diferencia de que en aquel entonces no había redes sociales?
Ya ni sé.
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