Bienestar ha enfrentado problemas para basificar y contar con trabajadores, y apenas ha podido darle seguridad laboral a la mitad de las personas que tenía planeado durante el primer trimestre del año.
El principal obstáculo es que afecta gravemente las prestaciones que ya tienen la mayoría de los trabajadores con plaza y sindicalizados, que busca atraer el Órgano Público Descentralizado (OPD) que sustituyó al Instituto de Salud para el Bienestar (Insabi).
En enero, Zoé Robledo Aburto, director general del Instituto Mexicano del Seguro Social, anunció que la meta era basificar a 37 mil 140 trabajadores eventuales, al 31 de marzo, en una primera etapa.
El pasado 9 de abril, en conferencia de prensa, el funcionario redujo la cifra en más de 10 mil plazas, e informó que en esa primera etapa se habían basificado a “26 mil 004 trabajadores de la salud de las áreas médica, de enfermería y paramédica, en 18 estados que tenían plazas eventuales”. Y la meta para este año es basificar a 71 mil 944 trabajadores, dijo.
Sin embargo, hasta el 4 de abril de 2024 se habían basificado sólo a 18 mil 727 trabajadores, y nada más en 13 de los 23 estados que han firmado convenio con el IMSS-Bienestar, de acuerdo con datos de la Coordinación de Recursos Humanos (CRH) de la Unidad de Administración y Finanzas, del OPD, obtenidos a través de una solicitud de transparencia.
Las entidades en donde se ha basificado son Baja California Sur (461 trabajadores), Campeche (447), Chiapas (4 mil 775), Ciudad de México (5 mil 729), Colima (36), Guerrero (2 mil 008), Morelos (706), Nayarit (451), Sinaloa (1 mil 145), Sonora (mil 018), Tamaulipas (916), Tlaxcala (415) y Zacatecas (620). Adicionalmente, 7 mil 864 médicos generales y 3 mil 593 médicos especialistas trabajan para el IMSS-Bienestar bajo contrato, es decir, eventualmente y sin seguridad laboral. Por lo que hasta ahora el OPD cuenta con una plantilla de 30 mil 184 trabajadores, entre basificados y eventuales.
La gran mayoría de los trabajadores que busca sindicalizar el IMSS-Bienestar, ya tienen base y están agremiados a un sindicato, además de que las prestaciones que les ofrece el OPD para cambiarse, no se equiparan a las que ya tienen, explicó Miguel Manrique, maestro en políticas anticorrupción por el Instituto Nacional de Ciencias Penales (Inacipe), en entrevista.
“Tienen mejores prestaciones con sus actuales sindicatos y en sus actuales instituciones, que las que les puede llegar a ofrecer el IMSS-Bienestar, entonces, eso, obviamente, por más que firmes el convenio de transferencia de los recursos humanos, al final del día, está la voluntad de cada trabajador, de si se cambia o no de institución”, comentó.
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