Ciudad de México.- Subestimar los ingresos y gastar más que lo planeado son prácticas recurrentes de los gobiernos estatales que demuestran graves deficiencias en la planeación fiscal dentro de las secretarías de finanzas de las entidades, advirtió el Instituto Mexicano para la Competitividad (Imco).
En un estudio, el Instituto señaló que el problema cobra mayor relevancia al considerar que uno de cada tres pesos en el País es ejercido por los gobiernos estatales.
“El estudio revela la existencia de variaciones sistemáticas, generalizadas y, en ocasiones, significativas entre los ingresos estimados y recaudados, así como entre el gasto aprobado y ejercido para múltiples rubros de ingreso y partidas de gasto estatales, las cuales distorsionan los objetivos y metas plasmadas en las leyes de ingresos y presupuestos de egresos aprobados por los congresos locales”, indica el documento publicado hoy.
“Cada año, a lo largo de los últimos nueve ejercicios fiscales, los gobiernos estatales, en su conjunto, han reportado ingresos entre 6.6 y 17.9 por ciento mayores a los estimados. Esto implica reasignaciones en el gasto que, si no se justifican y fiscalizan adecuadamente, pueden dar lugar a un uso discrecional de los recursos públicos”, detalla.
Las deficiencias en materia presupuestaria comienzan con los ingresos y revelan la necesidad de que los poderes legislativos y los órganos de fiscalización cumplan con sus facultades y actúen como verdaderos contrapesos, recomendó el Imco.
De las 32 entidades, Guerrero, Morelos y Tlaxcala presentan las mayores discrepancias entre los ingresos estimados y los observados al cierre de año, con variaciones superiores a 12.9 por ciento en el periodo de 2015 a 2023.
Esta mala práctica llevó a que el año pasado, 31 entidades reportaron mayores ingresos que los planeados, y en 15 entidades los ingresos excedentes superaron 15 por ciento.
No obstante, aunque sólo nueve gobiernos estatales tenían autorización para contratar deuda por 23 mil millones de pesos, 15 entidades adquirieron obligaciones financieras por un total de casi 97 mil millones, tres veces más de lo aprobado.
En cuanto al gasto, la práctica observada por el Imco es superar recurrentemente lo planeado, aunque existen áreas en las que los subejercicios son notorios, como la inversión pública.
“Los gobiernos estatales no necesariamente gastan conforme a lo presupuestado. En la práctica, existen partidas o conceptos de gasto donde el monto finalmente ejercido es considerablemente mayor o menor que el aprobado, sin que los congresos locales intervengan necesariamente de forma activa en la autorización de tales cambios”, señala el reporte.
Un ejemplo claro es el gasto en comunicación: entre 2015 y 2023, los gobiernos estatales destinaron entre 36.8 y 138.6 por ciento más recursos de los aprobados para comunicación social y publicidad.
En 2023, 24 entidades gastaron más de lo autorizado, pero destacan los casos de Tamaulipas, con mil 245 por ciento más; Veracruz, que superó lo planeado en mil 187 por ciento; y Tabasco, que se excedió en 748 por ciento.
Para mejorar las prácticas, el Imco propuso establecer controles y mecanismos de seguimiento a las adecuaciones presupuestarias de los poderes ejecutivos estatales, así como promover la mayor participación de los congresos locales en la aprobación y supervisión del ejercicio del gasto.
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