CDMX.- Andrés Bustamante ha hecho historia en el humorismo mexicano con personajes tan campechanos, delirantes e ingeniosos como “Ponchito” o “El Doctor Chun-Ga”.
Y, pese a que a estos y otros de sus icónicos roles, dice el comediante, los caracteriza “la biología suspendida”, tiene claro que había que darle vuelta a esa página en su vida profesional y colgar sus disfraces, para darse él la oportunidad de escribir nuevas, pero ahora como Andrés.
“Le di vuelta a la página de caracterizarme”, comenta Bustamante en visita a Grupo REFORMA.
Comparte que esta decisión estuvo motivada luego de haber tratado con algunos comediantes mexicanos de la vieja guardia que se teñían el cabello de negro y se empeñaban en hacer reír con facultades físicas y mentales menguadas.
“El humor es agilidad, es estar prendido. Hay muchos tipos de humor, entiendo que también hay un humor más sosegado y más lento, pero yo vi que ya a ellos se les iba un poquito la onda, neta.
“Entonces, yo dije que a cierta edad había que retirarme, no del humor, sino de actuar. ¿Por qué? Porque en el humor hay una línea muy delgada entre lo que es divertido y lo que es ridículo. Hay que tener mucho cuidado con ese asunto”, sentencia el actor, quien el 4 de julio será escuchado en las salas de cine de todo el País con “Gru”, el protagonista de la cuarta entrega de la saga fílmica animada Mi Villano Favorito.
Con 65 años a cuestas, “El Güiri-Güiri”, nombre artístico con el que Andrés construyó desde mediados de los 80 un estilo único para hacer reír, imitado hasta la fecha por nuevas generaciones de humoristas, el artista se probará como desarrollador de contenidos.
“Me siento con las facultades para seguir haciendo cosas, no nada más doblaje. Ahora ya hago cosas en las que, de pronto, me presento como Andrés, porque mis personajes eran como una especie de escudo, ¿no? Porque la gente luego no me cree que yo soy medio introvertido… pero ya vestido de ‘El Hooligan’, agárrense porque me atrevo a cualquier cosa, o me atrevería a contar un chiste pésimo con ‘Johnny Petardo’ o inventar una televisora que no existe con ‘Ponchito’.
“Ahora, sin que sea exactamente stand-up, estoy escribiendo mucho, produciendo proyectos para plataformas, para hacer algunas series o películas. En algunas estoy incluido como personaje, en algunas no”, adelanta.
Radicado en Puerto Vallarta desde hace muchos años, Bustamante divide su tiempo entre gozar su paternidad con María, una adolescente, en la realización del podcast de Amazon La Última Trinchera, con su hermano del alma, Trino, y en el doblaje, donde también tiene un lugar destacado, gracias a sagas como Monsters Inc.
Ahora, le ilusiona “la fabriquita de contenidos” que ha formado con un equipo de creativos, para vivir una nueva etapa artística simple y sencillamente como Andrés Bustamante.
TIN MARÍN DE DO PINGÜE…
EL PÚBLICO
“Voy a decir algo que va a resultar no popular, lo que pasa es que yo no trabajo para el público. Yo sé que es muy llevado y traído en este ambiente que todo mundo dice: ‘Yo le debo a mi público todo lo que hago, lo hago por ustedes… se los agradezco’. ¿No? Y está muy bien. Pero yo digo que, íntimamente, no es cierto. Es decir, el cantante canta porque le gusta cantar. Y qué bueno que le guste al público, sensacional, ahí hay clic. Y yo, los personajes que hago, los hago para mí”.
EL HUMOR ANTE LA CORRECCIÓN SOCIAL
“El humor es fundamentalmente libertad. Siempre he dicho que todos los comediantes somos como el personaje de Ian Fleming, el 007, porque tenemos ‘licencia para matar’. Al humor no debe detenerlo nada. El humor tiene una función personal y social: sanar. En este momento donde ha habido muchos abusos y situaciones sociales de discriminación y de clasismo, era importantísimo que floreciera y que todos lo entendiéramos. Muchas veces se va a los extremos la discusión, yo creo que esto es una situación del momento, pero creo que si todo lo analizamos con inteligencia, no pasa nada”.
EL CINE
“De muy niño, mi papá me llevaba al cine Ariel (que ya no existe), a matinées de películas de El Gordo y El Flaco, de Chaplin, de Buster Keaton a las que no iba mucha gente… Eso, probablemente, fue una de las cosas que me llevó a hacer humor. Luego, empecé a ver las películas de monstruos, ya era más grande, Godzilla y todas esas. Yo creo que lo que más me gusta ahora es la ciencia ficción”.
REGRESO A LA TV Y EVENTOS DEPORTIVOS
“No creo que volvería a hacer una Olimpiada o un Mundial, porque eso fue un capítulo interesante que hice con José Ramón Fernández y se dieron los elementos para que funcionara. El humor en los eventos deportivos empezó con nosotros, digamos, en Corea 88, y luego ya se convirtió en un elemento fundamental en todas las televisoras, pero cuando José Ramón dejó de estar ahí, yo dije: ‘Ya hicimos algo que funcionó muy bien y a lo mejor hay que darle vuelta a esa página y hacer otras cosas'”.
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