Ciudad de México.- El gasto en educación fue olvidado durante los primeros cinco años de este Gobierno; ahora, en el último, se ha comenzado a acelerar, pero el rezago es evidente.
En 2023, el gasto total destinado a educación sumó 928 mil millones de pesos, con lo que se quedó sólo uno por ciento por arriba del nivel que tenía en 2018, de acuerdo con cifras de la Secretaría de Hacienda (SHCP).
Así, la tasa promedio de crecimiento de este gasto es de sólo 0.2 por ciento, durante los primeros cinco años de Gobierno del Presidente Andrés Manuel López Obrador.
Ya en 2024, las cifras muestran incrementos anuales. Al cierre de mayo se han destinado 418 millones de pesos, 14.3 por ciento más que lo registrado en igual periodo de 2023.
El gasto en educación no ha sido una prioridad de la actual Administración, lo que prolonga una historia de descuido en este rubro. En el Gobierno de Enrique Peña Nieto, tuvo el mismo avance en los seis años, de apenas uno por ciento.
A decir de Alejandra Macías, directora ejecutiva del Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP), si bien el monto propuesto para educación en 2024 es el segundo más alto desde 2016, los aumentos se concentran en prestaciones laborales, servicios personales y previsiones salariales y económicas, es decir, en la nómina de los maestros.
“En educación regularmente se ejerce más de lo que se presupuesta y eso está relacionado con la nómina de los profesores, que constituye una gran proporción, casi 70 por ciento del gasto total”, apuntó.
Señaló que aunque el Gobierno federal ha optado por otorgar un mayor número de apoyos económicos directos a estudiantes de escuelas públicas, su impacto en el gasto del sector educativo es marginal, pues este año suman 89 mil 696 millones de pesos y representan apenas 8.2 por ciento del total del gasto aprobado total.
El gasto educativo, dijo Macías, carece de una visión hacia el futuro, pues los apoyos económicos para estudiantes no fomentan su permanencia y constancia en la escuela.
“Ni siquiera se les exige a los beneficiarios un porcentaje de asistencia mínima a las clases”, lamentó.
Insistió en que el aumento del gasto se concentra en el pago de nóminas y no deja espacio para invertir en capacitación e infraestructura.
El CIEP llamó a que el gasto en educación se centre en la atención de las aptitudes básicas, el desarrollo en la primera infancia y en brindar oportunidades para que los trabajadores desarrollen habilidades requeridas que les permita beneficiarse y protegerse de la automatización y otros avances tecnológicos.
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